
13/08/2024
*Noticia de última hora: "El hijo del carpintero local continúa difundiendo desinformación considerada dañina por los expertos religiosos".*
Como sería el título de un periódico, noticiero o medio informativo hoy día si tuvieran que cubrir una nota de las enseñanzas de Jesús en su paso por tierras palestinas hace 2000 años? Que leeríamos en esos titulares? Exactamente lo mismo pasa hoy en día cuando los "expertos" hablan de temas algunos temas y los medios, como revistas famosas, artículos en internet, etc. publican esas notas.
Cada época está modelada por una cultura, unas convicciones compartidas, unos anhelos propios…no nos dejemos engañar acerca de cual es el camino al gozo eterno y a la felicidad. En cada momento histórico existen también aspectos de las enseñanzas de la Iglesia que, por razones culturales, encuentran mayor dificultad para ser comprendidos. La solución no es hacer como si esas cuestiones no existieran, ya que eso manifestaría desentenderse de la felicidad de los demás; las enseñanzas de la Iglesia nos hacen bien y por eso las necesitamos.
En un texto que leía, dice que el mensaje cristiano se puede comparar a una piedra preciosa: hiere si la arrojamos a la cara del otro, pero si la colocamos con delicadeza en sus manos, compartiendo su tiempo y su espacio, podrá ejercer un atractivo divino. Por eso la amistad es el mejor contexto para la comunicación de la fe en un mundo plural y cambiante.
Jesús no tiene prisa, no aleja a las personas: las recibe a cualquier hora y las acompaña en el camino. Jesús comunica mucho más que lo que dicen sus palabras: él hace, con su sola presencia, que cada uno se sienta hijo de Dios. Esta es la principal verdad que las personas se llevan tras un encuentro con él. Nuestro desafío es llenar todos los niveles de nuestro testimonio –el contenido de la fe, la relación de amistad y el despliegue mismo de nuestra personalidad– con el espíritu del Evangelio.
El Papa Francisco decía en su mensaje de la jornada mundial de las redes sociales «Lo que decimos y cómo lo decimos, cada palabra y cada gesto debería expresar la compasión, la ternura y el perdón de Dios para con todos».