
11/06/2025
“Los niños necesitan a su papá.”
Claro… pero seamos honestos.
Lo que realmente necesitan es un ejemplo sano, constante y amoroso de lo que significa ser padre.
Un hombre que esté presente emocionalmente, no solo físicamente.
Un hombre que no solo se llame “papá”,
sino que se gane ese título con hechos.
Porque los niños y las niñas no crecen bien en medio del caos.
No prosperan con el abandono,
con la indiferencia emocional,
ni viendo cómo su madre es humillada día tras día.
Las y los niños aprenden de lo que ven.
Y si la figura paterna es alguien que miente, engaña, grita,
o entra y sale de sus vidas como si tuviera una puerta giratoria...
eso no es paternidad.
Eso es una lección de disfunción.
Las y los niños necesitan ver a un hombre amar con respeto a su madre.
Necesitan ver a alguien que asuma su responsabilidad,
que no huya cuando las cosas se ponen difíciles,
y que no tenga excusas para su ausencia emocional.
Necesitan un padre que enseñe con el ejemplo:
a pedir perdón,
a comunicarse,
a tratar bien a los demás,
y a ser un refugio… no una tormenta.
Así que no, la frase no es solo
“Las y los niños necesitan a su papá”.
Es:
“Los niños y las niñas necesitan a un papá que se comporte como tal.”
Y si él no puede hacer eso,
entonces ese niño/a está mejor viendo a su madre construir una vida en paz sin él,
que crecer creyendo que la disfunción es lo que debería ser el amor.