11/06/2025
Recuerda que los pequeños gestos diarios de amor pueden tener un impacto positivo y duradero en la vida de tus hijos.
Qué muestra de afecto vas a darle a tus hijos hoy?
Un beso materno: cuando el amor se convierte en neurociencia 🧠💞
Lo que para el mundo exterior es solo un beso en la frente, para la biología humana es un acto profundamente transformador. Esta imagen, capturada mediante resonancia magnética, revela algo extraordinario: cómo un simple gesto de amor entre madre e hijo activa una compleja y poderosa respuesta cerebral en ambos.
¿Qué sucede en el cerebro cuando una madre besa a su hijo?
• Se activa el núcleo accumbens y el sistema dopaminérgico, áreas encargadas del placer, la recompensa y el vínculo afectivo.
• La amígdala y el hipotálamo responden con una ola emocional, reforzando la conducta de protección y apego.
• Se libera oxitocina, conocida como la hormona del amor, que fortalece la conexión emocional y reduce el estrés tanto en la madre como en el niño.
• En el pequeño, este contacto regula el eje hipotálamo-hipófisis-adrenal, disminuyendo los niveles de cortisol y promoviendo su desarrollo emocional, su seguridad y su confianza en el entorno.
Un beso no es solo un gesto; es una señal bioquímica de seguridad, pertenencia y amor profundo.
En ese instante, el cerebro materno se convierte en escudo.
Y el del hijo, en raíz.
Ambos se funden en un código invisible, pero esencial, que define cómo amamos, cuidamos y nos conectamos a lo largo de toda la vida.
Porque en la medicina del vínculo, no hay fármaco más poderoso que el amor real y presente.
Tomado de la red Cuenta Médica