
15/07/2025
📌 1. Su relación postural por medio de las cadenas miofasciales:
El cuerpo está unido por cadenas musculares y fascias (como la cadena miofascial posterior y la cadena anterior profunda). El suelo pélvico forma parte de la cadena anterior profunda, que se conecta directamente con el diafragma, la musculatura suboccipital y la mandíbula. Por eso, cuando hay una hipertonía en el suelo pélvico, esta tensión puede “ascender” a través de estas cadenas hasta la musculatura cervical y los músculos masticatorios (masetero, pterigoideos, temporal). Esto puede favorecer contracturas en la mandíbula y, a la larga, bruxismo.
📌 2. Nervio vago y sistema nervioso autónomo (relación neurológica):
El suelo pélvico y la mandíbula están muy relacionados a nivel del sistema nervioso autónomo. El estrés y la hipertonía pélvica activan el sistema simpático (estado de alerta), que también puede producir tensión involuntaria en los músculos de la cara y mandíbula. Esto se traduce en apretar los dientes de forma inconsciente, sobre todo durante la noche.
📌 3. Respiración y diafragma:
La disfunción en el suelo pélvico muchas veces altera la sinergia con el diafragma torácico (recordemos que trabajan juntos en la presión intraabdominal). Si el diafragma está rígido o no funciona bien, se sobrecargan músculos accesorios de la respiración como los del cuello y mandíbula, lo que contribuye al bruxismo.
📌 4. Postura global:
La hipertonía del suelo pélvico puede generar desajustes posturales (pelvis en retroversión, aumento de tensión en la zona lumbar y cervical), lo que repercute en la articulación temporomandibular (ATM) por una mala alineación cráneo-cervical.
Por eso la fisioterapia de suelo pélvico es la indicada para trabajar el bruxismo. 👩⚕️