
27/08/2025
🔴A partir de 1910, las universidades comenzaron a marginar sistemáticamente a los médicos naturistas, retirándolos de las cátedras y excluyéndolos de cualquier reconocimiento oficial. Se les catalogaba como charlatanes, privándolos de títulos y prohibiéndoles ejercer la profesión. Sin embargo, no todos los que se apartaban de la medicina convencional eran estafadores.
✅ Justo en esa misma época, mientras el informe Flexner señalaba a los investigadores alternativos, en Europa ejercía un médico italiano que desafiaba la visión oficial: Alberto Rinaldi (1869-1935). Instalado en una pequeña consulta en Piazze, dentro de la región de Cetona (Siena), atendía a pacientes desahuciados por la medicina tradicional. Personas con tuberculosis avanzada, artritis, artrosis y reumatismo encontraban en él una esperanza. Lo incómodo para sus detractores era que Rinaldi no podía ser desacreditado con facilidad: tenía un título de médico obtenido en la Universidad de Siena en 1894, se había formado en homeopatía en Alemania, no buscaba enriquecerse y atendía incluso a los más pobres sin cobrarles nada.
✅ Su tratamiento consistía en una mezcla de sustancias comunes, diluidas y combinadas bajo criterios que nunca llegaron a aclararse. Aun así, los resultados eran sorprendentes: en un promedio de veinte días los enfermos mostraban mejoras evidentes. Fotografías documentaban los cambios antes y después de la terapia, lo que descartaba un simple efecto placebo. Se conocieron casos extraordinarios: un hombre con los dedos hinchados por artritis deformante recuperó la movilidad; otro que apenas podía mantenerse en pie terminó caminando erguido.
✅ Entre sus pacientes no había solo campesinos o personas sencillas, también figuras de renombre como el famoso director de orquesta Arturo Toscanini. A los 64 años, Toscanini sufrió una artritis en el brazo derecho que casi lo dejó incapacitado y lo obligó a cancelar conciertos con la Filarmónica de Nueva York. Tras consultar a especialistas en Europa y América sin obtener mejoría, llegó a Rinaldi como último recurso. Gracias a su tratamiento, recuperó por completo la movilidad, lo que dio fama internacional al médico de Piazze.
✅ El prestigio y el número creciente de curaciones despertaron, sin embargo, el rechazo feroz de la medicina oficial. Sus colegas lo acusaban de charlatán y tachaban su método de herejía, especialmente porque Rinaldi se negó siempre a explicar en detalle los principios de su tratamiento.
✅ Su historia terminó de manera trágica. La noche del 27 de septiembre de 1935, fue atacado en el patio de su casa. Lo encontraron en el suelo, con el cráneo destrozado a golpes. No logró sobrevivir al asalto, y con su muerte se apagó una de las figuras más polémicas y enigmáticas de la medicina alternativa en Italia.