15/06/2025
Al sonreír el nervio trigemino le comunica al tronco cerebral que no hay peligro en el territorio. Con este simple gesto cambiamos el significado de lo que esta pasando fuera, se activan los neurotransmisores de la alegría y puedo ver la misma situación desde otra perspectiva. Súmale una buena postura y la activación del nervio vago ventral a través de una respiración abdominal y es aún mejor ❤️
A veces esperamos demasiado por algo externo que nos haga sonreír, olvidando que dentro de nosotros mismos yace esa dicha, esa paz y armonía que puede causarnos una sonrisa tan grande que se traduzca en una alegría fresca y duradera
"A veces tu alegría es la fuente de tu sonrisa, pero a veces tu sonrisa es la fuente de tu alegría".
¿Qué debería hacer cuando me siento triste?
Algo maravilloso es sonreír a tu tristeza. Ésta es una práctica muy simple pero tiene gran efecto. Tu sonrisa es como un rayo de sol. Puede haber un rayo de sol con la lluvia. Puedes sonreír y llorar al mismo tiempo, y será como si estuvieras haciendo un arcoirís.
Complementa este importante descubrimiento “Tan pronto como tengamos dificultades emocionales, si prestamos atención a las sensaciones físicas presentes en nuestro cuerpo y lo dejamos evolucionar sin intervenir, después de unas pocas decenas de segundos, nuestra dificultad está regulada definitivamente“. Revivir sensorialmente – Luc Nicon, 2013.
LA PRÁCTICA DE SONREÍR
El ejercicio “Respirando, sonrío” les puede llevar a preguntar “¿Por qué debo sonreír si no hay alegría en mí?” La respuesta es: sonreír es una práctica. Hay más de 300 músculos en el rostro. Cuando están enojados o temerosos, estos músculos se tensan. La tensión de estos músculos crea un sentimiento de dureza. Sin embargo, si saben inhalar y esbozar una sonrisa la tensión desaparecerá—a esto lo llamo “yoga de la boca.” Basta con inhalar y sonreír—la tensión desaparecerá y se sentirán mejor.
A veces su alegría produce una sonrisa. También hay veces en que la sonrisa que esbozan trae relajación, calma y alegría. Yo no espero hasta estar alegre para sonreír; la alegría vendrá más tarde. A veces, cuando estoy solo en mi habitación a oscuras, practico el sonreírme a mí mismo. Hago esto para ser bondadoso conmigo mismo, para bien cuidarme, para amarme. Sé que si no soy capaz de cuidarme a mí mismo, no soy capaz de cuidar a nadie más.
Ser compasivos con ustedes mismos es una práctica muy importante. Cuando estén cansados, enojados, o desesperados, deben saber cómo regresar a sí mismos y cuidar su cansancio, su enojo y su desesperación. Es por este motivo que practicamos el sonreír, el andar y el comer conscientemente.
Despertarse cada mañana
“En el momento en que despiertas, justo en ese momento, sonríe. Es una sonrisa de iluminación. Eres consciente de que empieza un nuevo día, que la vida te ofrece veinticuatro nuevas horas para vivir y que ése es el más preciado de los regalos.
Puedes recitarte el siguiente poema, en silencio o en voz alta:
Al despertarme esta mañana, sonrío.
Veinticuatro nuevas horas me aguardan.
Me comprometo a vivir plenamente cada instante
y mirar a todos los seres con los ojos de la compasión.
Tal vez te apetezca pronunciar los versos mientras permaneces en la cama con los brazos y las piernas cómodamente relajados. Al inspirar, pronuncias la primera línea; al espirar, la segunda. Con la próxima inspiración, dices la tercera; y al espirar, la cuarta. Entonces, con una sonrisa en el rostro, te incorporas, te sientas, deslizas los pies en las zapatillas y caminas hacia el baño.”
Fuente: La paz está en tu interior - Thich Nhat Hanh
“Aunque la vida es dura, a pesar de que a veces es difícil sonreír, tenemos que hacerlo. Así como nos deseamos:“Buenos días”, éste debe ser, realmente, un “buen día”.
Hace poco, una amiga me preguntó: “¿Cómo puedo obligarme a sonreír cuando me embarga el dolor? No es normal.”
Respondí que tenía que sonreír a su dolor, porque somos mas que nuestro sufrimiento. Un ser humano es como un aparato de televisión con un millón de canales. Si encendemos el dolor, eso seremos; si encendemos a Buda,Buda seremos; si sintonizamos el sufrimiento, seremos sufrimiento; si encendemos una sonrisa, seremos, realmente, la sonrisa.
No podemos permitir que nos domine un canal; tenemos la semilla de todo lo que queremos en nuestro interior, y es necesario que aprovechemos la situación que se nos presenta para recuperar nuestra soberanía.
Cuando nos sentamos con tranquilidad, respiramos y sonreímos, si tenemos conciencia, somos nuestro verdadero yo, tenemos soberanía sobre nosotros mismos. Cuando nos abrimos a un programa de televisión, permitimos que nos invada la transmisión. A veces esto es positivo, pero con mucha frecuencia sólo encontramos ruido.
Como queremos permitir que nos penetre algo además de nuestro yo, nos sentamos frente al aparato y dejamos que nos invada el ruidoso programa de televisión, que nos asalte y destruya. Aun cuando sufra nuestro sistema nervioso, no tenemos el valor de levantarnos y apagar el aparato, porque si lo hacemos, tendremos que volver a quedar a solas con nuestro yo.
La meditación es la situación opuesta; nos permite volver a nuestro verdadero yo.”
Thich Nhat Hanh