24/12/2021
Cuando compras un teléfono al principio, tienes el cuidado de colocarlo sobre la mesa, lo limpias y estás atento a que no sufra ningún daño, pero con el tiempo te olvidas de todos esos cuidados y un día cuando entras a tu habitación lo lanzas a tu cama sin darte cuenta si cayó al suelo.
Otro ejemplo sería cuando comprar ropa o zapatos nuevos, sales de tu casa con esa ropa para que todos la vean y te emocionas cuando alguien te elogia lo linda que está; cuidas los lugares hacia donde vas para no ensuciar demasiado tus zapatos, pero con el tiempo también se te olvida y le dejas de tomar importancia.
Lo mismo pasa con las personas que nos rodean, especialmente con nuestra familia... Estás tan acostumbrado a ellos que ya no te tomas un tiempo para platicar, pasar tiempo, decir lo mucho que los amas o tan solo un abrazo.
Estamos dispuestos a dar la vida por alguien que amamos, pero que tal si empezamos a vivir por ellos.
En esta Navidad asegúrate de regalar:
Un abrazo.
Compartir tu tiempo.
Escuchar sin Juzgar.
Y lo más importante demostrar que los amas.
Clínica Psicólogica Crecer