02/08/2023
El ácido hialurónico es ideal para aportar volumen al mentón de forma natural a la vez que hidrata la piel. Gracias a su versatilidad hoy en día es una de las sustancias más demandadas dentro de la medicina estética por sus características, además de ser un material reabsorbible y biocompatible.
Utilizar ácido hialurónico en el mentón ayudará a mejorar el perfil del paciente, aportando firmeza y equilibrio al rostro y sin pasar por quirófano.
¿EN QUÉ CASOS UTILIZAR ÁCIDO HIALURÓNICO EN EL MENTÓN?
El ácido hialurónico está indicado para definir y enmarcar el mentón, en especial para pacientes con un mentón retraído, lo que se conoce como microgenia que lleva a un desequilibrio en la armonía del rostro, creando en ocasiones un efecto visual de un cuello corto y una nariz grande, afectando la autoestima y confianza del individuo.
De igual forma, el ácido hialurónico se puede emplear para tratar los efectos producidos por el envejecimiento. El paso del tiempo conlleva a que la reabsorción ósea retraiga el mentón, por lo que el tratamiento con ácido hialurónico es una excelente forma para devolverle la armonía y vitalidad al rostro.
Así mismo, el ácido hialurónico al ser una sustancia natural propia de la piel, produce un efecto hidratante ideal para rellenar arrugas finas en esta área y otras del rostro.
TRATAMIENTO
El tratamiento con ácido hialurónico se realiza utilizando una jeringuilla de aguja muy fina a través de una cánula atraumática por la que se inyecta la sustancia. Según las características de cada paciente se emplea un tipo de ácido hialurónico para ayudar a darle volumen al mentón y la línea de la mandíbula.
Una gran ventaja de este tratamiento no invasivo, es que es prácticamente indoloro, solo se aplica una crema anestésica en la zona a tratar, además no requiere de un periodo largo de recuperación, pudiendo incorporarse el paciente a sus rutinas de forma inmediata.
Resultados
Los resultados obtenidos con la aplicación de ácido hialurónico tienen una duración entre los 12 y 18 meses aproximadamente, ya que, es un material reabsorbible y biocompatible, es decir, que el organismo lo absorbe y lo reconoce como propio. Aunque, para mantener perfectamente el moldeado del rostro, se puede realizar un tratamiento de mantenimiento cada 6 o 12 meses.
Los efectos secundarios del tratamiento son mínimos, los pacientes pueden presentar enrojecimiento (24 o 48 horas) o edema en la zona, pero esto desaparece a los pocos días.
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