23/05/2025
¿Cómo puedo ayudarte con la Terapia Neurosensorial TNS?
Hola, soy Jessie Carolina Sánchez, psicóloga con formación especializada en neurodesarrollo, autismo, TDAH e inclusión educativa. A lo largo de mi trayectoria, he buscado herramientas que respondan realmente a las necesidades de los niños y sus familias, más allá de etiquetas y diagnósticos.
Es por eso que me certifiqué en Terapia Neurosensorial TNS, una metodología que trabaja con la base del desarrollo: el cerebro inmaduro.
¿Qué significa esto?
Significa que muchos de los retos que presentan los niños en conducta, lenguaje, atención o aprendizaje, son manifestaciones de un cerebro que necesita madurar.
Desde este enfoque, diseño programas terapéuticos personalizados que estimulan los sentidos, integran los reflejos primitivos y fortalecen el hemisferio cerebral débil. Esto permite avances reales y sostenibles en el desarrollo integral del niño.
¿Cómo te puedo ayudar?
Trabajo desde la raíz del problema. No solo con estrategias conductuales o académicas, sino con un enfoque neurofuncional que estimula el cerebro para que el niño pueda:
Regularse emocionalmente
Atender y concentrarse
Dormir mejor
Hablar con mayor fluidez
Disfrutar del aprendizaje
Relacionarse mejor con otros
Mi acompañamiento es cercano, respetuoso y basado en evidencia. Además, incluyo a las familias como protagonistas en el proceso, enseñándoles cómo pueden apoyar a sus hijos desde casa.
🙂
CASOS QUE ATIENDO CON LA TERAPIA NEUROSENSORIAL TNS:
Trastorno del Espectro Autista (TEA).
Trastorno por Déficit de Atención e Hiperactividad (TDAH).
Dificultades en habla y lenguaje.
Dificultades de aprendizaje (dislexia, disgrafía, discalculia).
Dificultad de motricidad y coordinación.
Retención de reflejos primitivos.
Dificultad para regulacion emocional.
Dificultad con la conducta.
Hipersensibilidad o hiposensibilidad sensorial (ruidos, ropa, texturas).
Dificultades de integración social o juego.
Ansiedad infantil o problemas de sueño.
Sindrome de Down.
Niños que no responden adecuadamente a terapias tradicionales.
Niños sin diagnóstico, pero con señales de inmadurez o bajo rendimiento escolar.