21/07/2025
Post de la Dra
Ayer, una colega comentó en mi perfil que tenía “más experiencia que yo” porque —según ella— atendía a más de 5.000 pacientes de labios al año.
In Hagamos cuentas simples:
Para lograr esa cifra, tendría que atender al menos 14 procedimientos de labios cada día, todos los días del año, sin faltar uno solo y atendiendo 12 horas diarias todos los días del año.
Sin vacaciones. Sin fines de semana. Sin días libres.
¿Eso es posible en la vida real?
Claro que no. Y si lo fuera, esa persona ya sería multimillonaria solo con labios.
Y no para ahí...
También hay quienes dicen haber enseñado a más de 50.000 alumnos en decenas de países.
Incluso si todos esos cursos fueran online, la logística, la atención personalizada, el seguimiento académico... sería humanamente imposible sin una gran estructura empresarial por detrás.
Entonces, ¿por qué tanto número absurdo?
→ Porque vivimos una era en la que el marketing se ha distorsionado.
Y en ese intento por vender más, muchos han cruzado el límite de lo ético, mintiendo sin pudor con cifras imposibles de verificar.
1 ¿El problema?
Que hay profesionales que están luchando de verdad: trabajando con compromiso, atendiendo con responsabilidad, formando con honestidad...
Y al ver esas publicaciones irreales, sienten frustración.
Se preguntan:
- “¿Qué estoy haciendo mal?”
- “¿Por qué no logro lo mismo?”
- “Será que no sirvo para esto...”
Y en esa comparación injusta con lo que NO es real, muchos terminan desistiendo de una carrera por la que lucharon tanto.
Y en esa comparación injusta con lo que NO es real, muchos terminan desistiendo de una carrera por la que lucharon tanto.
! La próxima vez que veas cifras que parecen irreales, haz una pausa.
Piensa. Observa.
¿Esa persona realmente vive una vida que corresponde a los números que presume?
¿Su realidad diaria, sus rutinas, su estructura... reflejan esa
“mega” productividad?
• En un mundo lleno de filtros, cifras infladas y títulos vacíos, ser real ya es revolucionario.
Y tú, que haces tu trabajo con verdad y ética, no estás detrás.
Estás al frente de algo mucho más valioso: una carrera construída con integridad.