02/09/2025
❤️🩹Quienes llegamos a la edad adulta con un niño interior herido dentro somos expertos en tejer fantasías.
Al crecer en un hogar donde nuestras necesidades básicas de amor, aceptación y protección no fueron del todo cubiertas, muchos de nosotros hemos tenido que inventar una realidad nueva, una alternativa ante dolor de no sentirnos suficientes para ser amados.
En mi caso, me pasé años esperando a mi “príncipe”, mi salvador, aquél hombre que, con sus mera presencia, podría ahuyentar los fantasmas de mi corazón, haciéndome sentir especial, feliz, entera.
En mi fantasía, el hombre de mis sueños me daría amor sin límites, protección del mundo y de mis propios miedos, espantaría la temida soledad y llenaría cada uno de mis vacíos internos.
Con esa ilusión a nivel inconsciente como bandera, salí al mundo a buscar a aquel hombre que me diera todo eso que deseaba desesperadamente y que consideraba que sólo podría provenir del afuera.
Mi niña interior herida, que timoneaba la nave de mi vida de manera impulsiva y descontrolada, creía ver a ese “salvador” en todas mis relaciones pero, cuando no lograba hallar la respuesta a todos sus males en ellas, rápidamente cambiaba de dirección, saboteando cualquier intento de crear una unión sana.
Así viví, de tropiezo en tropiezo, hasta que mi relación más tóxica me rompió de tal manera que tuve que replantearme muchas creencias, incluyendo esta.
Hoy te invito a que te preguntes si tú, como yo, también tienes una niña o niño interior heridos esperando ser salvada o salvado.
Un niño interior que clama ser visto, abrazado, amado y protegido.
🪞Si es así, es hora de que lo mires, de que lo atiendas porque el amor que tan desesperadamente clama no llegará desde afuera, tú eres su única esperanza.
Es a ti a quien extiende sus brazos, a quien llora y a quien en soledad, mira, espera y llama.
Autor: Jo Garner