22/07/2025
No vengo de una cuna de oro, pero sí de una cuna de valores. Crecí sabiendo que el trabajo duro, la fe en Dios y el amor de la familia son las armas más poderosas que uno puede tener. Mi historia no ha sido fácil: ha sido una lucha constante, días de sacrificio, momentos en los que parecía imposible seguir… pero nunca estuve sola. Dios me sostuvo. Y mi familia, con sus oraciones y abrazos, me dio fuerzas para levantarme cada vez que caí.
Hoy, cada paso que doy, lo doy con el corazón puesto en el servicio. Porque entendí que la verdadera grandeza no está en los títulos, sino en cómo tocas la vida de los demás. Y si algo quiero dejarte claro, es esto:
✨ ¡Sí se puede!
Si Dios está contigo, si tu familia te respalda, si te levantas una y otra vez, TODO sueño es alcanzable. No te rindas. Nunca.”