26/04/2023
EL ANTIGUO PUERTO DE LA BREA EN EL SUR DE HONDURAS
Por Lic. Hector Ramón Cortés, abril 2023
Antes que por su profundidad natural el 17 de octubre de 1833 se fundara el puerto de Amapala, desde tiempos coloniales La Brea era utilizado como puerto, siendo el punto de entrada para las mercancías y personas que llegaban a Honduras por vía marítima. Eran pocos los puertos en la entonces provincia de Honduras, Trujillo y Omoa en el Atlántico y este antiguo lugar en el Pacifico. Con el tiempo San Lorenzo empezó a ser más utilizado al tener mayor profundidad de agua que La Brea, siglos más tarde San Lorenzo fue promovido como puerto en tierra firme y tanto Amapala como La Brea quedaron prácticamente relegados al olvido, mas con el establecimiento en 1980 del puerto de Henecan en San Lorenzo, dándole el tiro de gracia al puerto de Amapala y a La Brea dejándolos efectivamente en el olvido y mas aún a La Brea convertida hoy en una pequeña, antigua y olvidada aldea de pescadores.
En el siglo XIX y principios del XX la aduana se localizada en Amapala, donde eran inspeccionadas las mercaderías en la antigua aduana, las mercaderías eran trasladadas por medio de dos remolcadores a v***r, grandes canoas transportaban personas y mercaderías a cualquiera de los dos puntos en tierra firme el primero a ubicado 5 horas de Amapala era San Lorenzo, y el segundo a una menor distancia denominado La Brea, el que presentaba mayor conveniencia para los que tenían como destino Tegucigalpa. En la Brea había casas que servían de bodegas para almacenar temporalmente las mercaderías, primitivos hospedajes y casas de renta de recuas de mulas donde se contrataban los fletes hacia Tegucigalpa y Choluteca.
De esta antigua comunidad de La Brea partía el antiguo Camino Real hacia Tegucigalpa, y a pocos kilómetros estaba el desvió hacia San Lorenzo. El viaje a Tegucigalpa duraba tres días a lomo de mula, teniendo que pasar el rio Nacaome se dirigían a Jícaro Galán, donde iniciaba el ascenso el antiguo Camino Real, teniendo que pasar nuevamente el amplio rio antes de llegar a Pespire, haciéndolo a nado, a lomo de mula o de hombres que se prestaban para pasar a los pasajeros hacia Tegucigalpa, todo cuando aún existía aun el antiguo puente de Pespire. Pespire era el lugar donde por lo general se pasaba la noche en casas dispuestas para albergar a los viajeros en amplios corredores donde colgaban las hamacas o se extendían los petates a fin de reponerse del cansado y caluroso viaje. Antiguos y maltrechos hospedajes fueron surgiendo con el paso del tiempo en Pespire, así como los primeros hospedajes y hoteles para viajeros de Honduras. Las mulas que tenían capacidad para transportar hasta 250 libras, las mercaderías y maquinarias mas grandes se trasportaban en carretas tiradas por bueyes.
Ya en la época de la Reforma Liberal por estos caminos reales fueron traídas las grandes maquinarias para los minerales de Yuscarán y San Juancito. Después de Pespire se llegaba a la Venta y más adelante los que venían hacia Yuscarán se desviaban hacia el pueblo de San Pedro, hoy aldea de Nueva Armenia, bajando desde allí llegaban a la hacienda San Francisco en el valle del Zamorano en ese periodo propiedad del minero Yuscaranense don Daniel Fortín Colindres, pasando el ancho valle tomaban al antiguo camino que desde San Antonio de Oriente iba hacia el Real de Minas de San José de Yuscarán.
Los viajeros hacia Tegucigalpa, después de la Venta seguían en su ascenso por el Muramulca, pasando Sabana Grande, la Trinidad, hasta alcanzar las meseta del cerro de Hula, donde ya el viaje era más agradable y ligero debido al clima y una travesía mas fácil al dejar atrás los grandes cuestas, cruzando la meseta se iniciaba el descenso por el Tizatillo hasta pasar por el paso real en el antiguo puente de piedra del paso de Germania, entrando a Tegucigalpa por el antiguo puente de arcos del rio Guacerique que terminó de construir el presidente Policarpo Bonilla en 1898 e iniciado por el general José María Medina, después empezaba la última etapa por los verdes parajes de la villa de La Inmaculada Concepción de Comayagüela, y los últimos metros del Camino Real (hoy conocido como calle Real), viaje que terminaba pasando el rio Grande por el viejo puente de piedra y arcos construido por el ultimo alcalde español de la alcaldía mayor de Tegucigalpa don Narciso Mallol, por el que se llegaba a la antigua villa de Tegucigalpa.
Hoy la Brea es una comunidad de la aldea de Agua Fria, Nacaome ubicada al norte de la desembocadura del rio Nacaome. Las casas de la Brea se ubican a la orilla del antiguo camino Real, comunidad cuyos habitantes se dedican hoy a recolectar cangrejos, cascos de b***o y a la pesca en pequeña escala, al estar ubicados a la orilla del estero y sus manglares, La Brea esta rodeada por zonas productoras de sal y grandes fincas cultivo de camarón.
Muchos documentos coloniales y de la reforma liberal, resguardados por el Archivo Nacional de Honduras, hacen notar la importancia que la Brea tuvo para Honduras en tiempos pasados. Si desea leer a detalle los relatos y vivencias de varios extranjeros que hicieron este viaje a lomo de mula, puede leerlo en los libros “Extranjeros hacia Tegucigalpa” de Ramón Rosa Izaguirre y el libro digital (en ingles) “Six Days on the Hurricane Deck of a Mule”
Relato de el viaje realizado en lomo de mula, desde Amapala a Yuscarán, en agosto de 1891, libro póstumo tomado del diario de viaje de Almira Stillwell Cole, joven norteamérica que relaiza la travesia acompañada del joven Daniel Fortín Ordoñez. Almira murió en posteriormente en Yuscarán, 1893 como homenaje póstumo sus amigos publicaron su diario a manera de libro. Siendo uno de los primeros libros norteamericanos que menciona a detalle este tipo de viajes desde el Pacifico hasta Tegucigalpa por el Camino Real del sur de Honduras.