11/09/2025
Hace 24 años, con tan solo 24 semanas de embarazo, nació una pequeña niña llamada Ruchama-Chaya en el Hospital Hadassah de Jerusalén. Pesaba tan solo 460 gramos, apenas el tamaño de una lata de refresco, y los médicos le daban solo un 3% de probabilidades de sobrevivir.
Pero gracias a la incansable dedicación del equipo neonatal de Hadassah y a la atención del profesor Simcha Yagel, superó las probabilidades. Tras seis meses en la UCIN, finalmente regresó a casa sana y creció sin necesidad de más tratamiento médico. Su historia se convirtió en uno de los milagros de Hadassah.
Este verano, la vida dio un giro completo. Ruchama-Chaya regresó a Hadassah, esta vez no como paciente, sino como futura madre. Eligió al profesor Yagel, el mismo médico que la asistió en el parto, para traer a su hijo al mundo.
En un momento de lágrimas y alegría, su bebé, Haim Mendel, nació con un peso seis veces mayor que el que ella pesó al nacer. Desde una frágil bebé prematura hasta una orgullosa madre primeriza, la trayectoria de Ruchama-Chaya es un recordatorio conmovedor del legado de Hadassah: salvar vidas, alimentar la esperanza y crear milagros a lo largo de generaciones.