21/04/2018
EL STRESS
o LA DICTADURA DEL SUBCONSCIENTE
Por Mauricio Kruchik
El stress.
Ese enemigo permanente de mi bienestar y del tuyo también.
Su sola mención hace sonar todas las alarmas dentro de mí.
La palabra me resuena como un latigazo cuando la digo y cuando la escucho. Incluso hasta soy capaz de dibujar en mi imaginación infinitas imágenes de nerviosismo, angustia y pánico.
En el trabajo terapéutico, ya sea en el tratamiento del dolor, de fertilidad, de obesidad o de cualquier dolencia, siempre, indefectiblemente, el stress estará allí en un lugar para explicarlo todo.
Stress significa para mí una lucha contra mi propia libertad, auspiciada por la dictadura del subconsciente.
Le atribuimos al stress, erróneamente, explicaciones y fundamentos en las consecuencias de la vida moderna. Que la vida moderna es exigente, que la vida moderna nos hace trabajar más y debemos rendir, que las exigencias de la vida moderna provocan resultados inevitables.
Qué gran mentira!.
Es como decir que la obesidad, el cáncer o la diabetes, tres grandes enfermedades contra las que luchan los sistemas de salud pública en el mundo entero (y seguirán luchando hasta el fin de los días), hayan sido originados también en nuestra época. Con este razonamiento, deberíamos afirmar que antes no habían personas obesas, diabéticos o que la gente no se moría de cáncer.
Si así fuese, pensaríamos entonces que el escenario de la vida de los mortales que habitaban este mismo planeta hace 300 o 1000 años, tus antepasados y los míos, era un jardín de rosas rodeado por manantiales de miel y habitado por seres generosos, sonrientes filántropos amables y gentiles, siempre satisfechos y felices de la vida.
Así era en realidad su vida?
El stress ha existido SIEMPRE desde que el ser humano comenzó a habitar la tierra. Es una respuesta fisiológica a una extensa lista de factores, muchos de ellos caprichosamente relacionados entre sí.
Mi intención en esta nota no es hablar de los procesos químicos, fisiológicos y hormonales que surgen como respuesta a estímulos conscientes o sensoriales. Eso lo podrás leer en cualquier libro sobre el stress. Hablo del stress como un fenómeno provocado por pensamientos, conductas y hábitos de naturaleza involuntaria alojados cómodamente en el más lujoso hotel de nuestro cerebro y sobre el que no queremos tener control: el subconsciente.
En el subconsciente nacen, viven, disfrutan y duermen, separados de la consciencia por una compacta y sólida cortina, los prejuicios, los rituales, las creencias, los miedos heredados y un minucioso archivo de lo ocurrido durante nuestra gestación.
Cuando estoy con un paciente, le explico que el stress puede tener infinitos orígenes, múltiples formas de expresión y numerosas consecuencias. Intento, con su ayuda y consentimiento, explicar que el stress en el que vive es dañino cuando sus expectativas y principios no van de acuerdo a la realidad en la que vive.
Todos tenemos una escala de valores y un sistema de prioridades. Ambos pueden ser maleables y flexibles y los iremos adaptando durante nuestra vida en función de las circunstancias vividas y de los sueños a realizar. Le pregunto a mi paciente: eres la persona que quieres ser? Eres libre de elegir? Tu vida es tal y cual como tú quieres que sea?
Sin embargo, el stress actúa como una barrera a la hora de decidir el cambio y comenzar a transitar el camino del bienestar. Primero, tienes que enfrentarte a la poderosa dictadura del subconsciente. Un monstruo de siete cabezas.
Describamos algunas....
TU MISMO
Amas o detestas tu propia imagen? Cuáles son los valores con los cuales has crecido? Cuáles son los principios de belleza impuestos en tu entorno? Entras dentro de ese casillero y estás cómoda dentro de él? Debes comer mucho para ser fuerte y robusto o solo lo mínimo para ser delgada, popular y deseable? Has tenido la oportunidad de decidir cuánto cariño sientes por tu propia imagen o eso que ves en el espejo es, por lo contrario, un reflejo de lo que te enseñaron a pensar?
El miedo a desafiar las reglas del entorno y sostenerlas, genera stress.
TU DIOS
Lo elegiste tú?
O lo han elegido para ti? Crees a pies juntillas lo que esa religión te dice y cumples todos sus rituales? Hasta que tu consciencia comienza a operar, la religión y todo lo que venga de ella cambiarán a su antojo los mecanismos de control de tus conductas y tus decisiones. Apenas abriste los ojos al mundo, ya te dijeron cuál sería tu dios y cómo había que creer en él. Y sin chistar! Si no, el escarnio público te espera implacable con toda su crueldad.
El miedo a desafiar a la creencia invita a la generación de stress.
TU IDEOLOGÍA
Crees en una ideología política? La has descubierto tú o te has criado en una casa donde sólo se podía creer en esa idea? Cuando ya eres mayorcito y has visto algo del mundo que te rodea, comienzas a percibir que las cosas pueden tener otro color que el que te han descrito. Puedes decirla en voz alta? O la presión social te silencia y te amedrenta?
En algún momento tal vez comiences a rebelarte. La pregunta es si tienes o has tenido las suficientes agallas para rebelarte y formar tu propia idea o nunca te has liberado del miedo que provoca ser tú mismo y quedar impunemente catalogado como un paria.
El miedo a desafiar el consenso y tragarte tu verdad, invita a la generación de stress.
LA ENSEÑANZA
Amas todo lo que aprendes en el colegio, todo lo que intentan enseñarte y el método utilizado para ello? Cuando a los seis años comienzas ese camino de aprendizaje, lejos estás de tener una consciencia de ese mundo que tus mayores intentan retratarte, escrito con sus palabras y no las tuyas, con su percepción y no la tuya, para que aprendas, memorices, repitas y almacenes mucha información pero sin chistar. Pasará algún tiempo hasta que rompas el cascarón e intentes analizar la veracidad y la utilidad de lo aprendido. Eso, en el mejor de los casos. Desafiar el conocimiento establecido, dudar de lo presentado como evidencia, plantear nuevas formulaciones, puede implicar tanto rechazo como miedo o fervor.
Estas no generan stress?
TUS DUELOS
La vida es un constante dar y recibir, fluir y detenerse para seguir. La muerte de alguien cercano siempre tiene un impacto. Y a la muerte comienza un duelo, que tal vez haya comenzado mucho antes. Pero ese duelo no puede ser eterno, algo tiene que suceder, dentro de tus decisiones, que sepa terminar con él. Es necesario que las heridas cicatricen para poder seguir el camino. Un día no te das cuenta y ese duelo no sanado tiene mucho más peso en tu cuerpo que el que piensas o imaginas. Te debilita, te quita de tu equilibrio, te enerva, te genera dolor, confusión....
Y todo por el stress de no haber cerrado el círculo.
TU PROPIO EMBARAZO
Te han contado cómo fue tu gestación? Alguna vez te interesaste por saber cómo fueron esos nueve meses en los que pasaste de ser un espermatozoide y un óvulo a un bebé, nadando y haciendo ejercicio plácidamente en esa cálida piscina que te proveyó el útero de tu madre? Crees que algo de lo que eres hoy lo aprendiste en ese proceso o aprendiste todo lo que eres solo cuando saliste de él? Qué pasó en ese proceso? Estuviste tranquilo? Tu mamá lo estuvo? Fueron nueve meses felices o por lo contrario fueron nueve meses de angustia y dolor? Conoces tu historia? Esa angustia o ansiedad que tal vez sientas hoy, puede ser que tenga sus raíces en tu gestación.
También esa angustia o ansiedad tan desconocidas e ignotas son grandes generadoras de stress.
MIS DESEOS vs. MI REALIDAD
En el viaje hacia el encuentro de mi propio yo, debo hacer que las reacciones químicas de mi cuerpo respondan de forma placentera a mis deseos. Aunque para transitar ese camino, no habrá más remedio que vaciar, cambiar o tirar algunas mochilas que me han regalado para el viaje. Mi propia definición del ser es más importante que todo lo que me hayan metido a la fuerza en esa mochila. Si sé que me molesta, debo quitarlo y eliminarlo para siempre. No dejarlo viviendo “por las dudas”. No. Eliminarlo.
Es decir, si quiero sanarme, deberé primero liberarme de la dictadura del subconsciente.
Ser yo mismo, ser LIBRE, ser como yo deseo ser de forma consciente por propia elección y no de acuerdo a los rígidos dictados del subconsciente, en paz con mi existencia, es el gran camino que elijo transitar mi vida. Solo así podré alejar el stress de mi vida y como resultado de ello, comenzar a curar mis enfermedades.
REFLEXOLOGÍA Y STRESS…..
Este ya es un capítulo aparte, sobre el que podría escribir bastante más.
Solo que para no aburrirte, y prometiéndote una próxima entrega, solo diré que todo lo que somos y tenemos dentro, esto es, absolutamente todo, está registrado en los pies de forma visible, palpable y perceptible.
Los pies no mienten.
Gracias por leerme.
* * * * *
El debate queda abierto....