
18/09/2024
Voy a plantar flores en los huecos que dejaste,
y ofrecerlas a los Sabios en tu nombre.
Fuiste el ladrido estridente del barrio en tus años de frescura, y el movimiento tierno en tu ciclo vulnerable.
No sé si componerte un poema, seguir cantando canciones con tus alias infinitos, o abrazarte en oración desde el retiro calmo.
Tan bienaventurada tu vida, tan bendita tu muerte. Tan fácil era amarte para un humano que en su presencia te acogiera. Criatura sensible. Devota de lo gentil.
Tu tacto, de lo dulce una estela.
Tu mirada, calidez y canela:
Cuchumushu, Cristabella.
Fuiste mi dulce compañera en los años en que bebo de la Fuente, ambas protegidas por el mantra y la montaña, en la Tierra de los Aryas.
Gracias inmortales por dejarme cuidarte, por tu cariño tan limpio y sincero, por tu paciencia ante el dolor y la pena, mi chiquita, mi guerrera.
Te amo profundamente y seguiré esforzándome para poder amarte cada vez mejor. Que vida tras vida nos reencontremos para avanzar hacia la Bondad definitiva, libres de obstáculos para la práctica, en un reino superior.
Hasta pronto, mi mumu.
Gracias a mi maestro Chögyal Rinpoche por bendecirla en su partida. Y a todos los humanos que a lo largo de su vida y en su ocaso final le han brindado amor, y dedican oraciones por su felicidad 🤍🤍🤍