17/05/2021
*Inmigración italiana en Venezuela*
La inmigración italiana en Venezuela es muy destacada y sobresaliente en este país sudamericano. Se compone de ciudadanos venezolanos con progenitores o antepasados venidos de Italia, así como de ciudadanos italianos con la residencia en el país suramericano. El término italo-venezolano está muy extendido y se refiere a alguien nacido en Italia con residencia o nacionalización en Venezuela.
Población censal: 126 553
Descendencia estimada
1 800 000–2 000 000 (5–6% de la población de Venezuela)
Religiones
Predomina el catolicismo
*Historia*
La presencia de italianos en Venezuela se remonta al navegante genovés Cristóbal Colón que desembarcó en Macuro en 1498, seguido del explorador Américo Vespucio (1499) y del marino Giacomo Castiglione (hispanizado cual "Santiago Castellón") fundador de Nueva Cádiz en la Isla de Cubagua en 1500 (asentamiento creado para la explotación de las perlas). Francisco de Graterol, nacido hacia 1517, escribano de Venecia, forma parte de los 600 colonos de la expedición del alemán Jorge von Spira, alto funcionario de la casa Welser, que desembarca en Santa Ana de Coro, el 6 de febrero de 1535. Tiempo después viaja con el segoviano Juan de Villegas para fundar a Barquisimeto y se establece en El Tocuyo donde ejerce cargos importantes de gobierno local. Entre los años 1544-1553, vivió en la población de El Tocuyo, el florentino Galeotto Cei, que años después publicó "Viaggio e Relazione delle Indie 1539-1553", y aquí, se hace mención por primera vez, de la palabra hallaca, en italiano florentino "ayacca". En la época colonial solamente algunos centenares de italianos (como Filippo Salvatore Gilii, José Cristóbal Roscio, Francisco Isnardi) llegaron a Venezuela con un leve incremento durante la guerra de independencia, entre los que se incluyen el corsario Giovanni Bianchi, el coronel Agostino Codazzi, Constante Ferrari, Gaetano Cestari, y el general Carlos Luis Castelli.
Varios italianos dedicaron sus vidas por la independencia de Venezuela en los campos de batalla, como Luigi Santinelli (de Napoli), Bartolomeo Chaves Gandulfo (de Génova), Carlo Cavalli y Cristòbal Pallavicini (del norte de Italia). Algunos murieron: Antonio Pareto, probablemente el primer italiano en sacrificar su vida por la independencia de Venezuela (junto al Dr. Antonio Nicolás Briceño formuló y actuó un plan para liberar a Venezuela en 1813); Teniente Coronel Passoni, luchó al lado de Bolívar y murió en batalla el 16 de febrero de 1818 (fue el edificador del Fuerte Brión); Manfredo Berzolani, fusilado por el ejército español en Valencia el 10 de junio de 1818; Gaetano Cestari, nombrado en 1818 teniente coronel ayudante general en Angostura, murió en combate en la campaña del Sur; el Capitán Mayor Perrego, mu**to en la batalla de La Gamarra, el 27 de marzo de 1819 (su nombre fue celebrado por el mismo Simón Bolívar).
El jurista y diputado Juan Germán Roscio fue el redactor de la primera constitución republicana de la América Hispana promulgada en Caracas el 21 de diciembre de 1811. Roscio es considerado un precursor de la defensa de los derechos civiles y la lucha contra la discriminación en Venezuela y toda América, por su defensa de la madre mestiza (Paula María Nieves, nativa de La Victoria.
En 1841 el general Castelli viajó a Italia y trató de hacer llegar a Venezuela un barco con unos 300 italianos, que desafortunadamente se hundió en el Mediterráneo apenas salido del puerto de Livorno (Toscana). Aunque la mayoría de estos italianos renunció a completar el viaje hacia La Guaira, uno de ellos de nombre Domenico Milano logró realizar el viaje y llegó a Caracas en 1843. Milano (que era un ingeniero agrónomo) fundó los primeros "estudios agronómicos superiores" de Venezuela con el establecimiento de la Escuela Normal de Agricultura (actual Facultad de Agronomía de la Universidad Central de Venezuela) por la Diputación Provincial de Caracas el 9 de diciembre de 1843.
Otros italianos destacados hasta finales del siglo XIX serían Giovanni Battista Dalla Costa (quien siendo gobernador de Guayana erige en Angostura la primera estatua del Libertador Simón Bolívar el 28 de octubre de 1869) y el general Nicolás Rolando, caudillo militar y político.
Cuando se unifica el Reino de Italia el 18 de febrero de 1861 y Venezuela se encuentra bajo la dictadura del general José Antonio Páez (1861-1863), ambos gobiernos suscribieron el denominado "Tratado de Amistad, Comercio y Navegación", firmado en Madrid el 19 de junio de 1861, con Ratificación Ejecutiva del 6 de agosto de 1862 y Canje de las Ratificaciones en París, el 20 de septiembre de 1862.
En 1874 el presidente Antonio Guzmán Blanco compra gran parte de la Hacienda Araira con la finalidad de crear una colonia agrícola con inmigrantes franceses. El 21 de septiembre de ese año, mediante decreto, creó la Colonia Bolívar. Los primeros en asentarse en el lugar fueron quince familias francesas: los Clement, los Olivier, los Penau, entre otros. No todos permanecieron mucho tiempo en el lugar. Tres años más tarde, el 17 de febrero de 1877 llega al puerto de La Guaira el barco Il Veloce con sesenta y cuatro familias de origen italiano, específicamente de la provincia de Belluno. Esas familias se asentarán en la Colonia Bolívar. Entre ellos están: los Begnosi, Bertorelli, Blondi, Brignole, los Dall' Ó (Daló), Dal Magro, De Lion, Fregona, Livinalli, Melcior (Melchor), Pittol, Pellin, Possamai, Sandon, Sponga, Sommavilla (Sumabila), Zanella, entre otros.
En el año 1882, José María González, gobernador de la Colonia Bolívar, gestionó para que estas familias, que estaban dispersas en distintos lugares del distrito, se establecieran en dicha colonia. El Gobierno nacional entonces, deslindó parcelas a las familias italianas en la Colonia Bolívar, en donde fundaron el pueblo de Araira.
El censo venezolano de 1891 registró 3030 inmigrados procedentes del Reino de Italia, es decir, poco más del 6% del total de la población extranjera en Venezuela[6] . Muchos de estos italianos (que reclamaban deudas del dictador Cipriano Castro) sufrieron persecuciones en ocasión del Bloqueo naval a Venezuela de 1902-1903 hecho por Italia junto a Inglaterra y Alemania, pero con Juan Vicente Gómez en 1908 la situación se normalizó.[7]
A principios del siglo XX varios miles de italianos emigraron a Venezuela, consiguiendo buenas condiciones de trabajo, aunque la comunidad siguió siendo relativamente pequeña.[8] Pero en los años 1950 el presidente Marcos Pérez Jiménez promovió la inmigración europea, y así más de 300 000 italianos llegaron a Venezuela representando para la época más del 7% de la población venezolana. Cabe destacar la presencia de muchos italianos en 1952 en la creación de la Colonia agrícola de Turén, la más ambiciosa experiencia de este tipo jamás realizada en un país caribeño.[9]
Los italianos en el censo nacional de 1961 eran la Comunidad Europea más grande de Venezuela (delante de la española y portuguesa). En 1976 la Dirección de Estadísticas de Venezuela declaró que había 210 350 residentes italianos y 25 858 italianos "naturalizados" (o sea que habían obtenido la ciudadanía venezolana).
La escritora Marisa Vannini calculaba que en los años ochenta del siglo XX los ítalo-venezolanos eran casi 400 000, incluyendo (además de los italianos emigrados de Italia) más de 120 000 descendientes de la segunda generación, lo que representaba el 3% de la población. Actualmente la lengua italiana en Venezuela está influenciando con algunos modismos y palabras prestadas al español venezolano y está experimentando un renacimiento notable entre los ítalo-venezolanos de la segunda y tercera generación.
Santander Laya-Garrido estimaba que los venezolanos con por lo menos un abuelo italiano pueden ser casi un millón al principio del siglo XXI (como el presidente de Venezuela Raúl Leoni, cuyo abuelo era un refugiado italiano masón del siglo XIX). El embajador de Italia en Venezuela en 2010 estimaba que un 5% a 6% de la población venezolana actual tiene un origen italiano, es decir un poco más de 2 millones de habitantes, aunque algunos estudiosos calculan que se alcanza el 10% si se incluyen todos los descendientes de italianos desde los tiempos de Cristóbal Colón (cuando varios italianos —para evitar la prohibición española de no autorizar la llegada al Nuevo Mundo a los no nacidos en la península ibérica— llegaron ilegalmente cambiándose el apellido en forma hispanizada y omitiendo el lugar de nacimiento).