25/09/2025
Sartre define al ser siempre en positivo ya que el ser aún en falta o sintiéndose ausente "sigue siendo" mientras que la nada simplemente “no es”. En el Ser y la nada se nombra “nihilización” al proceso mediante el cual el ser humano introduce la nada en el mundo: el ser humano al ser consciente tiene la capacidad de introducir la negatividad en el mundo como recurso creativo; al ser capaces de negar, cuestionar o superar las cosas tal y como son, estamos creando un espacio de libertad.
Esa "nada" es lo que nos permite ir más allá de lo que ya existe. Entonces, para Sartre, la nihilización no es algo negativo en el sentido común, sino una capacidad creativa del ser humano para definirse a sí mismo y enfrentar la falta no como una carencia meramente negativa, sino como un espacio en el que puede definirse y proyectarse: “trascenderse" en términos Sartreanos.
Del mismo modo, Lacan nos sugiere que el psicoanálisis es "un sesgo práctico para sentirse mejor” y articula una vía para trabajar con la falta vía el barramiento del Otro— Esa utilización de la negatividad como motor dinámico, (la nihilización Sartreana), hace de la destitución subjetiva un uso de la falta del lado del haber en vez que la del deber.
La particularidad lacaniana es que se concreta esta dinámica en la lógica significante, definiendo al significante justamente como algo que “no signfica nada” y que opera como capacidad de sustracción a cualquier discurso, algo que no es poca cosa ya que los discursos son para Lacan los componentes de la “realidad”.
En ambos casos hay una posición clara: la amistad con el vacío.
Roberto Reyes