Gloria al señor

Gloria al señor Un lugar donde estaremos más cerca de ti , con Dios , Jesus y María

LITURGIA 08 de Octubre del 2025Ciclo C- Año par - Color Verde27ª Semana del Tiempo OrdinarioLectura del Santo Evangelio ...
07/10/2025

LITURGIA 08 de Octubre del 2025
Ciclo C- Año par - Color Verde
27ª Semana del Tiempo Ordinario

Lectura del Santo Evangelio según Lucas 11,1-4.
Un día, Jesús estaba orando en cierto lugar, y cuando terminó, uno de sus discípulos le dijo: "Señor, enséñanos a orar, así como Juan enseñó a sus discípulos".
El les dijo entonces: "Cuando oren, digan: Padre, santificado sea tu Nombre, que venga tu Reino; danos cada día nuestro pan cotidiano; perdona nuestros pecados, porque también nosotros perdonamos a aquellos que nos ofenden; y no nos dejes caer en la tentación".
Palabra del Señor.

Reflexión

Queridos hermanos y hermanas, buenos días y bienvenidos!

¿Invocamos con frecuencia el nombre de Dios? Por ejemplo, cuando alguien de nuestra familia está enfermo, ¿oramos sinceramente por él invocando el poderoso nombre de Jesús? El nombre de Dios no es solo una palabra; conlleva poder divino. Puede sanar nuestras enfermedades y fortalecer nuestros espíritus cansados ​​si lo invocamos con fe inquebrantable.

Cuando uno de los discípulos de Jesús le preguntó cómo orar, Jesús le reveló que el nombre de Dios es santo. Al ser santo, es sagrado y poderoso; algo a lo que siempre podemos invocar en nuestros momentos de necesidad, tristeza o incluso alegría.

Pero ¿cómo podemos ser dignos de invocar siempre a nuestro Santo y Poderoso Dios? Primero debemos esforzarnos por vivir vidas santas y crecer en nuestro conocimiento y amor por Él. Cuando buscamos sinceramente la santidad y profundizamos nuestra relación con Jesús, comenzamos a experimentar la fuerza de su presencia en nosotros. Entonces, podemos invocar su poderoso nombre con confianza y fidelidad en cualquier momento.

Por lo tanto, debemos confrontar y alejarnos inmediatamente de cualquier cosa que nos lleve al pecado, pues aquí es donde comienza la verdadera santidad. También podemos acercarnos a Dios leyendo la Biblia con regularidad y participando fielmente en la Santa Misa, donde encontramos su Palabra y recibimos su gracia.

Si comenzamos a vivir de esta manera, pronto nos resultará más fácil invocar el nombre de Dios, no solo en momentos de angustia, sino en toda circunstancia de nuestra vida. Su nombre se convertirá en nuestro consuelo, nuestro refugio y nuestra fuente de paz.

Así que, preguntémonos: ¿Aún recordamos invocar el poderoso nombre del Señor, no solo cuando estamos necesitados, sino también cuando nuestros corazones rebosan de gratitud y alegría?

LITURGIA 07 de Octubre del 2025Ciclo C- Año par - Color Verde27ª Semana del Tiempo OrdinarioLectura del Santo Evangelio ...
06/10/2025

LITURGIA 07 de Octubre del 2025
Ciclo C- Año par - Color Verde
27ª Semana del Tiempo Ordinario

Lectura del Santo Evangelio según Lucas 10,38-42.
Jesús entró en un pueblo, y una mujer que se llamaba Marta lo recibió en su casa.
Tenía una hermana llamada María, que sentada a los pies del Señor, escuchaba su Palabra.
Marta, que estaba muy ocupada con los quehaceres de la casa, dijo a Jesús: "Señor, ¿no te importa que mi hermana me deje sola con todo el trabajo? Dile que me ayude".
Pero el Señor le respondió: "Marta, Marta, te inquietas y te agitas por muchas cosas, y sin embargo, pocas cosas, o más bien, una sola es necesaria. María eligió la mejor parte, que no le será quitada".
Palabra del Señor.

Reflexión

Queridos hermanos y hermanas, buenos días y bienvenidos!

¿Qué nos causa ansiedad e influye en nuestras preocupaciones? Es nuestro desapego de Jesús. Cuando dejamos de estar en sintonía con su voz, nos abrumamos fácilmente la ansiedad, el miedo y la inquietud.

Esto no significa que si pasamos tiempo escuchando a Jesús con regularidad, ya seamos inmunes a las preocupaciones de la vida. Seguiremos enfrentando nuestras propias dificultades porque son parte de nuestra experiencia humana. Sin embargo, cuando nos conectamos con Jesús, encontramos fuerza y ​​calma en medio de las tormentas de la vida. Él nos ayuda a manejar las presiones diarias con paz en el corazón.

Jesús claramente favoreció el acto de María de sentarse a sus pies y escucharlo. ¿Por qué? Porque es más importante escuchar a Jesús primero que dejarse consumir por otras tareas. De la misma manera, nuestra relación con Él se profundiza cuando pasamos más tiempo en oración y reflexión. A través de esto, recibimos no solo su sabiduría, sino también sus bendiciones, iluminación y paz interior.

Cuando nos acostumbramos a escuchar y orar a Jesús, nos mantenemos conectados a la fuente de poder eterno. Nos volvemos más fructíferos y útiles en su servicio porque su gracia fluye a través de nosotros. Dentro de nosotros reside la fuente misma de vida y fortaleza: Jesús mismo.

Imagina una bombilla desconectada de la corriente. Nunca brillará, por mucho que tenga potencia. De la misma manera, nuestro camino en este mundo se vuelve oscuro y sin sentido si nos desconectamos de Jesús.

Por lo tanto, permanezcamos conectados a la verdadera fuente de luz y fortaleza. Dediquemos tiempo cada día a escuchar, orar y morar en su presencia. Porque cuando permanecemos conectados con Jesús, nunca andaremos en tinieblas; brillaremos con su luz.

¿Seguimos conectados a Jesús o hemos permitido que el ruido y las preocupaciones de la vida nos alejen de Él, nuestra verdadera fuente de paz y poder?

LITURGIA 06 de Octubre del 2025Ciclo C- Año par - Color Verde27ª Semana del Tiempo OrdinarioLectura del Santo Evangelio ...
05/10/2025

LITURGIA 06 de Octubre del 2025
Ciclo C- Año par - Color Verde
27ª Semana del Tiempo Ordinario

Lectura del Santo Evangelio según Lucas 10,25-37.
Un doctor de la Ley se levantó y le preguntó para ponerlo a prueba: "Maestro, ¿qué tengo que hacer para heredar la Vida eterna?".
Jesús le preguntó a su vez: "¿Qué está escrito en la Ley? ¿Qué lees en ella?".
El le respondió: "Amarás al Señor, tu Dios, con todo tu corazón, con toda tu alma, con todas tus fuerzas y con todo tu espíritu, y a tu prójimo como a ti mismo".
"Has respondido exactamente, le dijo Jesús; obra así y alcanzarás la vida".
Pero el doctor de la Ley, para justificar su intervención, le hizo esta pregunta: "¿Y quién es mi prójimo?".
Jesús volvió a tomar la palabra y le respondió: "Un hombre bajaba de Jerusalén a Jericó y cayó en manos de unos ladrones, que lo despojaron de todo, lo hirieron y se fueron, dejándolo medio mu**to.
Casualmente bajaba por el mismo camino un sacerdote: lo vio y siguió de largo.
También pasó por allí un levita: lo vio y siguió su camino.
Pero un samaritano que viajaba por allí, al pasar junto a él, lo vio y se conmovió.
Entonces se acercó y vendó sus heridas, cubriéndolas con aceite y vino; después lo puso sobre su propia montura, lo condujo a un albergue y se encargó de cuidarlo.
Al día siguiente, sacó dos denarios y se los dio al dueño del albergue, diciéndole: 'Cuídalo, y lo que gastes de más, te lo pagaré al volver'.
¿Cuál de los tres te parece que se portó como prójimo del hombre asaltado por los ladrones?".
"El que tuvo compasión de él", le respondió el doctor. Y Jesús le dijo: "Ve, y procede tú de la misma manera".
Palabra del Señor.

Reflexión

Queridos hermanos y hermanas, buenos días y bienvenidos!

¿Cómo expresamos nuestro amor a Dios y al prójimo?

Expresamos nuestro amor a Dios y al prójimo cuidando de quienes lo necesitan, sin importar quiénes sean. Mientras alguien esté en necesidad, estamos llamados a ayudar. Sin embargo, hay personas a quienes, incluso en sus dificultades, les cuesta pedir ayuda. Algunos son demasiado tímidos o tienen baja autoestima; otros sufren en silencio, esperando que alguien los note y les ayude.

¿Qué debemos hacer? Debemos ser sensibles a su dolor no expresado. No debemos tener corazones de piedra, indiferentes a las necesidades de los demás. El amor nos llama a actuar, a ayudar incluso antes de que nos lo pidan.

La pregunta del maestro de la ley es quizás también la nuestra ante Jesús: "¿Cómo heredamos la vida eterna?". Y Jesús nos lleva a la respuesta ya escrita en la ley: amar a Dios y amar al prójimo. Estos dos son inseparables; son la clave de la vida eterna.

Jesús ilustró esta verdad con la historia del hombre atacado por ladrones. Mientras yacía herido, un sacerdote y un levita —ambos figuras respetadas— lo vieron, pero decidieron pasar de largo. Entonces llegó un samaritano, considerado un forastero, que se compadeció. Curó las heridas del hombre, lo llevó a una posada y se aseguró de que recibiera atención.

No nos basta con decir simplemente: «Amamos a Dios y a nuestro prójimo». Estas palabras son vacías si no se viven en actos concretos de misericordia. Damos vida a estos mandamientos cuando nosotros también nos convertimos en el samaritano compasivo: dispuestos a ver, sentir y responder a los necesitados.

Cada acto de bondad que hacemos por los demás se convierte en nuestra expresión de amor a Dios. Cuando nos acercamos a los heridos, los solitarios, los olvidados, los enfermos, nos convertimos en reflejos vivos del amor de Cristo en el mundo.

¿Estamos dispuestos a ser ese samaritano compasivo hoy, a ir más allá de las palabras y dejar que nuestro amor a Dios brille a través de nuestras obras de misericordia? Cuando nos encontramos con alguien en necesidad, ¿pasaremos de largo o nos detendremos y le extenderemos nuestra mano con amor?

LITURGIA 05 de Octubre del 2025Ciclo C- Año par - Color Verde27º Domingo del Tiempo OrdinarioLectura del Santo Evangelio...
04/10/2025

LITURGIA 05 de Octubre del 2025
Ciclo C- Año par - Color Verde
27º Domingo del Tiempo Ordinario

Lectura del Santo Evangelio según Lucas 17,3b-10.
Por lo tanto, ¡tengan cuidado! Si tu hermano peca, repréndelo, y si se arrepiente, perdónalo.
Y si peca siete veces al día contra ti, y otras tantas vuelve a ti, diciendo: 'Me arrepiento', perdónalo".
Los Apóstoles dijeron al Señor: "Auméntanos la fe".
El respondió: "Si ustedes tuvieran fe del tamaño de un grano de mostaza, y dijeran a esa morera que está ahí: 'Arráncate de raíz y plántate en el mar', ella les obedecería."
Supongamos que uno de ustedes tiene un servidor para arar o cuidar el ganado. Cuando este regresa del campo, ¿acaso le dirá: 'Ven pronto y siéntate a la mesa'?
¿No le dirá más bien: 'Prepárame la cena y recógete la túnica para servirme hasta que yo haya comido y bebido, y tú comerás y beberás después'?
¿Deberá mostrarse agradecido con el servidor porque hizo lo que se le mandó?
Así también ustedes, cuando hayan hecho todo lo que se les mande, digan: 'Somos simples servidores, no hemos hecho más que cumplir con nuestro deber'.»
Palabra del Señor.

Reflexión

Queridos hermanos y hermanas, buenos días y bienvenidos!

¿Acaso los apóstoles carecían de fe y por eso le pidieron a Jesús que les aumentara la suya? Sí, les faltaba fe; de ​​lo contrario, no se lo habrían pedido. Y al igual que ellos, ¿nos sentimos a veces tentados a pedirle al Señor que nos aumente la fe?

La disminución de la fe es un peligro constante en nuestra relación con Jesús, especialmente hoy, cuando nuestra fe en Dios se ve severamente puesta a prueba por las enormes pruebas que enfrentamos. ¿Sigue siendo importante la fe en Dios hoy, en una época en la que los teléfonos inteligentes, la inteligencia artificial y las redes sociales dominan nuestras vidas? ¡Por supuesto! A pesar de la modernidad de nuestros tiempos, nuestra fe en Jesús importa ahora más que nunca.

Nuestra vida actual está llena de desafíos y problemas. Siempre existe el peligro de que estos nos abrumen y, a veces, incluso podemos sentirnos tentados a dudar de la presencia de Dios. Pero la verdad es innegable: hay un Dios, y creemos en Él, que nunca nos abandona.

La respuesta de Jesús al deseo de sus apóstoles de aumentar su fe es profunda y profunda. Él dijo: «Si tuvieran fe del tamaño de un grano de mostaza, le dirían a este morera: “Arráncate y plántate en el mar”, y les obedecería».

Un grano de mostaza puede ser pequeño, pero al cuidarlo, crece hasta convertirse en algo fuerte y vivificante. De la misma manera, el Señor nos llama a cuidar la fe que ya está presente en nuestros corazones. Lo importante no es cuán pequeña parezca nuestra fe, sino cómo la dejamos crecer a través de la oración, la perseverancia y la confianza en Dios.

Entonces, ¿cómo cuidamos esta pequeña fe? La cuidamos asistiendo a la Santa Misa. La cuidamos viviendo fielmente las enseñanzas de Jesús. Y la cuidamos a través de nuestros actos diarios de fe, por pequeños que parezcan.

Nuestra fe, aunque puesta a prueba, puede fortalecerse si seguimos acudiendo a Jesús con confianza y entrega. Solo Él tiene el poder de transformar nuestras dudas en esperanza y nuestra debilidad en fortaleza.

¿Cómo cuidamos nuestra fe hoy? ¿Permitiremos que los desafíos de la vida nos debiliten, o nos levantaremos con confianza, creyendo que incluso la más pequeña semilla de fe puede mover montañas?

LITURGIA 04 de Octubre del 2025Ciclo C- Año par - Color Blanco26ª Semana del Tiempo OrdinarioLectura del Santo Evangelio...
03/10/2025

LITURGIA 04 de Octubre del 2025
Ciclo C- Año par - Color Blanco
26ª Semana del Tiempo Ordinario

Lectura del Santo Evangelio según Lucas 10,17-24.
En aquel tiempo, los setenta y dos volvieron llenos de gozo y dijeron a Jesús: "Señor, hasta los demonios se nos someten en tu Nombre".
El les dijo: "Yo veía a Satanás caer del cielo como un rayo.
Les he dado poder para caminar sobre serpientes y escorpiones y para vencer todas las fuerzas del enemigo; y nada podrá dañarlos.
No se alegren, sin embargo, de que los espíritus se les sometan; alégrense más bien de que sus nombres estén escritos en el cielo".
En aquel momento Jesús se estremeció de gozo, movido por el Espíritu Santo, y dijo: "Te alabo, Padre, Señor del cielo y de la tierra, por haber ocultado estas cosas a los sabios y a los prudentes y haberlas revelado a los pequeños. Sí, Padre, porque así lo has querido.
Todo me ha sido dado por mi Padre, y nadie sabe quién es el Hijo, sino el Padre, como nadie sabe quién es el Padre, sino el Hijo y aquel a quien el Hijo se lo quiera revelar".
Después, volviéndose hacia sus discípulos, Jesús les dijo a ellos solos: "¡Felices los ojos que ven lo que ustedes ven!
¡Les aseguro que muchos profetas y reyes quisieron ver lo que ustedes ven y no lo vieron, oír lo que ustedes oyen y no lo oyeron!".
Palabra del Señor.

Reflexión

Queridos hermanos y hermanas, buenos días y bienvenidos!

Hace mucho tiempo, existía una religión con tendencia a exhibir su influencia con arrogancia. Se jactaban de ser la religión verdadera y de que solo sus miembros irían al cielo. En lugar de atraer a otros, eran rechazados por quienes creían que podrían ser sus futuros miembros. Con el tiempo, esta religión dejó de crecer hasta su muerte natural.

¿Qué podría atraer realmente a la gente a abrazar una religión? Ciertamente no es la arrogancia, sino la humildad infantil. La arrogancia repele y endurece los corazones, mientras que la humildad los ablanda y abre puertas. La humildad es como un imán que atrae a las personas, ganándose su simpatía y confianza.

Preguntémonos: ¿preferiríamos pertenecer a una religión que exhibe su influencia con arrogancia? ¡Claro que no! ¿Preferiríamos estar cerca de una persona arrogante o de una humilde? Naturalmente, nos atraen los humildes.

De la misma manera, podemos atraer a más personas a nuestra fe y convertirnos en verdaderos pescadores de hombres si vivimos con humildad y nos convertimos en ejemplos palpables de la humildad de Jesús. Cuando caminamos en Su humildad, nuestras vidas predican en silencio con más fuerza que cualquier palabra que podamos decir.

El Señor no necesita nuestro orgullo para atraer a otros; necesita nuestra humildad. ¿Nos permitiremos ser testigos vivos del amor humilde de Cristo para que otros puedan encontrarlo a través de nosotros?

LITURGIA 03 de Octubre del 2025Ciclo C- Año par - Color Verde 26ª Semana del Tiempo OrdinarioLectura del Santo Evangelio...
02/10/2025

LITURGIA 03 de Octubre del 2025
Ciclo C- Año par - Color Verde
26ª Semana del Tiempo Ordinario

Lectura del Santo Evangelio según Lucas 10,13-16.
¡Ay de ti, Corozaín! ¡Ay de ti, Betsaida! Porque si en Tiro y en Sidón se hubieran hecho los milagros realizados entre ustedes, hace tiempo que se habrían convertido, poniéndose cilicio y sentándose sobre ceniza.
Por eso Tiro y Sidón, en el día del Juicio, serán tratadas menos rigurosamente que ustedes.
Y tú, Cafarnaún, ¿acaso crees que serás elevada hasta el cielo? No, serás precipitada hasta el in****no.
El que los escucha a ustedes, me escucha a mí; el que los rechaza a ustedes, me rechaza a mí; y el que me rechaza, rechaza a aquel que me envió".
Palabra del Señor.

Reflexión

Queridos hermanos y hermanas, buenos días y bienvenidos!

¿Por qué está Jesús enojado con la gente de Corazín y Betsaida? Porque no atendieron su llamado al arrepentimiento; rechazaron su oferta de amor y renovación para ellos.

A veces es desconcertante por qué nos negamos a atender este llamado de Jesús cuando no tenemos nada que perder, pero sí todo por ganar. Por ejemplo, si vivimos en pecado ahora mismo y decidimos responder al llamado de Jesús a la renovación, un gran peso se nos quitaría de encima de inmediato. Sin embargo, muchos de nosotros todavía nos negamos a alejarnos del pecado. ¿Por qué?

¿Qué nos ofrece el pecado que no podemos abandonar? ¿Nos ofrece el cielo? ¿Nos ofrece una vida tranquila y satisfecha? ¿Por qué nos aferramos al pecado como si nuestras vidas dependieran de él, cuando en realidad no nos ofrece nada bueno? ¿Deberíamos esperar a que ocurra algo desafortunado para finalmente escuchar?

Abracemos todos un nuevo comienzo en nuestras vidas negándonos a cometer cualquier tipo de pecado, aunque sea por unas pocas semanas o un mes. Comparemos entonces nuestra vida anterior en pecado con una vida libre de pecado y guiada por la luz de Jesús. Sin duda, amaríamos esta nueva vida con Jesús mucho más que la antigua vida agobiada por el pecado.

El Señor nos invita hoy: ¿Seguiremos aferrándonos a las promesas vacías del pecado, o finalmente entregaremos nuestro corazón y caminaremos con Jesús hacia la plenitud de vida que Él anhela darnos?

LITURGIA 02 de Octubre del 2025Ciclo C- Año par - Color Verde 26ª Semana del Tiempo OrdinarioLectura del Santo Evangelio...
01/10/2025

LITURGIA 02 de Octubre del 2025
Ciclo C- Año par - Color Verde
26ª Semana del Tiempo Ordinario

Lectura del Santo Evangelio según Mateo 18,1-5.10.
En aquel momento los discípulos se acercaron a Jesús para preguntarle: "¿Quién es el más grande en el Reino de los Cielos?".
Jesús llamó a un niño, lo puso en medio de ellos
y dijo: "Les aseguro que si ustedes no cambian o no se hacen como niños, no entrarán en el Reino de los Cielos.
Por lo tanto, el que se haga pequeño como este niño, será el más grande en el Reino de los Cielos.
El que recibe a uno de estos pequeños en mi Nombre, me recibe a mí mismo.
Cuídense de despreciar a cualquiera de estos pequeños, porque les aseguro que sus ángeles en el cielo están constantemente en presencia de mi Padre celestial."
Palabra del Señor.

Reflexión

Queridos hermanos y hermanas, buenos días y bienvenidos!

¿Esperaban los discípulos que Jesús les dijera que eran los mayores en el reino de los cielos porque lo seguían? Todo parecía indicar que esta pregunta —«¿Quién es el mayor en el reino de los cielos?»— se hizo para satisfacer sus deseos egoístas. Sin embargo, Jesús sabía lo que albergaban en sus corazones.

Por lo tanto, para aclarar las cosas y enseñarles a los discípulos que las personas egoístas no serían las mayores en el reino de los cielos, Jesús les dijo: «En verdad les digo que si no se vuelven como niños, no entrarán en el reino de los cielos. El que se humille como este niño, ése es el mayor en el reino de los cielos» (Mateo 18:3-4).

El reino de los cielos está reservado solo para los humildes. No podemos alcanzar el cielo por nuestro propio esfuerzo, ni podemos entrar sin la misericordia de Dios. Los niños nos recuerdan esta verdad: son modelos perfectos de humildad y ejemplos perfectos de dependencia. ¿Podrían los niños sobrevivir solos? No, no pueden. Necesitan la presencia, la guía y el cuidado de sus padres.

De la misma manera, no podemos depender de nosotros mismos. Debemos confiar en Dios, así como los hijos confían en sus padres. Esta fue quizás una de las lecciones más importantes que Jesús quiso impartir cuando llamó a un niño a su hogar (Mateo 18:2).

Esta verdad también nos habla hoy. No podemos confiar en nuestras riquezas, si las tenemos, por abundantes que parezcan. Tampoco podemos depender de nuestro poder, por muy poderosos que nos creamos. Porque la riqueza y el poder son creaciones fugaces de este mundo; pueden desvanecerse de nuestras manos en cualquier momento.

Entonces, ¿a quién debemos confiar nuestras vidas? Debemos confiar solo en Dios. Porque en Él encontramos la fuerza para perseverar, la misericordia para ser perdonados y el amor que nos lleva a su reino.

¿Vivimos cada día con la humildad de un niño, dependiendo de Dios para todo? ¿O seguimos aferrados a las falsas seguridades de la riqueza, el poder y la autosuficiencia?

LITURGIA 01 de Octubre del 2025Ciclo C- Año par - Color Verde 26º Domingo del Tiempo OrdinarioLectura del Santo Evangeli...
30/09/2025

LITURGIA 01 de Octubre del 2025
Ciclo C- Año par - Color Verde
26º Domingo del Tiempo Ordinario

Lectura del Santo Evangelio según Lucas 9,57-62.
Mientras Jesús y sus discípulos iban caminando, alguien le dijo a Jesús: "¡Te seguiré adonde vayas!".
Jesús le respondió: "Los zorros tienen sus cuevas y las aves del cielo sus nidos, pero el Hijo del hombre no tiene dónde reclinar la cabeza".
Y dijo a otro: "Sígueme". El respondió: "Permíteme que vaya primero a enterrar a mi padre".
Pero Jesús le respondió: "Deja que los mu**tos entierren a sus mu**tos; tú ve a anunciar el Reino de Dios".
Otro le dijo: "Te seguiré, Señor, pero permíteme antes despedirme de los míos".
Jesús le respondió: "El que ha puesto la mano en el arado y mira hacia atrás, no sirve para el Reino de Dios".
Palabra del Señor.

Reflexión

Queridos hermanos y hermanas, buenos días y bienvenidos!

¿Cómo seguimos al Señor en el Sacramento del Matrimonio?

Seguimos al Señor siendo fieles a nuestros votos matrimoniales. Sabemos con certeza que el sacerdote que une a esposos lo hace en la persona de Jesucristo. Por lo tanto, los dos se convierten en uno a través del Sacramento del Matrimonio por la gracia de Jesús.

Sin embargo, ningún matrimonio es verdaderamente "hecho en el cielo"; todo matrimonio pasa por el fuego de las pruebas y las tribulaciones. Sin embargo, si realmente queremos seguir al Señor a través de nuestros votos sagrados, siempre debemos encontrar en nuestro corazón la disposición de perdonar cualquier ofensa que se nos cometa.

Esto significa que siempre debe haber un espacio sagrado para el perdón en lo más profundo del corazón de las parejas casadas. Ningún matrimonio es perfecto, pues todos somos individuos con defectos. Pero por la gracia de Jesús, estamos unidos en el Sacramento del Matrimonio, y es en Él que nuestras debilidades se fortalecen.

Por lo tanto, el perdón debe ser uno de los requisitos esenciales para nosotros como esposos si realmente deseamos seguir al Señor. Si el Señor está presente en nuestro matrimonio y somos sinceros en nuestro deseo de caminar con Él, entonces el amor, el perdón y la humildad florecerán en nuestros corazones hasta el último suspiro.

En nuestro matrimonio, ¿estamos dispuestos a hacer del perdón, el amor y la humildad la expresión diaria de nuestra fe, para que Cristo siempre viva en nuestros hogares?

LITURGIA 30 de Setiembre del 2025Ciclo C- Año par - Color Blanco 26º Domingo del Tiempo OrdinarioLectura del Santo Evang...
29/09/2025

LITURGIA 30 de Setiembre del 2025
Ciclo C- Año par - Color Blanco
26º Domingo del Tiempo Ordinario

Lectura del Santo Evangelio según San Lucas 9,51-56.
Cuando estaba por cumplirse el tiempo de su elevación al cielo, Jesús se encaminó decididamente hacia Jerusalén y envió mensajeros delante de él. Ellos partieron y entraron en un pueblo de Samaría para prepararle alojamiento.
Pero no lo recibieron porque se dirigía a Jerusalén.
Cuando sus discípulos Santiago y Juan vieron esto, le dijeron: "Señor, ¿quieres que mandemos caer fuego del cielo para consumirlos?".
Pero él se dio vuelta y los reprendió. Y se fueron a otro pueblo.
Palabra del Señor.

Reflexión

Queridos hermanos y hermanas, buenos días y bienvenidos!

¿Cuál es tu actitud cuando alguien te rechaza? ¿Te sientes mal y ofendido, o simplemente lo ignoras, sigues adelante y tomas el rechazo como algo normal?

A Jesús le negaron la entrada a la aldea samaritana, pero en lugar de enfurruñarse o guardar resentimiento hacia los samaritanos, simplemente se marchó sin guardarles rencor.

Quizás Jesús estaba diciendo en silencio: «Me negaron la entrada a su aldea, así que me iré sin resentimientos hacia ustedes, habitantes de Samaria». Ante esa recepción negativa, Jesús tuvo una reacción positiva: «Sigamos adelante y sigamos adelante con nuestra misión».

De vez en cuando, también habrá personas que intenten ofendernos o incitarnos a caer en su arrogancia. Entonces, ¿qué vamos a hacer? No debemos caer en la trampa. En cambio, debemos mantener la calma y no permitir que nos ofendan.

Simplemente tenemos que tomar el camino más recto y extraer cualquier lección positiva que podamos sacar de una situación negativa. Debemos recordar que nadie, excepto nosotros, tiene control sobre cómo reaccionamos ante cualquier situación.

Por lo tanto, nunca olvidemos buscar lo positivo en cada circunstancia negativa que se nos presente. Cuando permitimos que el Espíritu Santo guíe nuestro corazón, incluso el rechazo puede convertirse en un momento de redirección hacia el plan mayor de Dios.

¿Cómo respondes cuando otros te rechazan u ofenden? ¿Dejas que la ira te domine o, como Jesús, eliges alejarte con paz en tu corazón?

LITURGIA 29 de Setiembre del 2025Ciclo C- Año par - Color Blanco 26º Domingo del Tiempo OrdinarioSantos Arcángeles Migue...
28/09/2025

LITURGIA 29 de Setiembre del 2025
Ciclo C- Año par - Color Blanco
26º Domingo del Tiempo Ordinario
Santos Arcángeles Miguel, Gabriel y Rafael

Lectura del Santo Evangelio según San Juan 1,47-51.

Al ver llegar a Natanael, Jesús dijo: "Este es un verdadero israelita, un hombre sin doblez".
"¿De dónde me conoces?", le preguntó Natanael. Jesús le respondió: "Yo te vi antes que Felipe te llamara, cuando estabas debajo de la higuera".
Natanael le respondió: "Maestro, tú eres el Hijo de Dios, tú eres el Rey de Israel".
Jesús continuó: "Porque te dije: 'Te vi debajo de la higuera', crees . Verás cosas más grandes todavía".
Y agregó: "Les aseguro que verán el cielo abierto, y a los ángeles de Dios subir y bajar sobre el Hijo del hombre."
Palabra del Señor.

Reflexión

Queridos hermanos y hermanas, buenos días y bienvenidos!

Piensas en Dios cuando estás solo? Muchos nos vemos obligados a pensar en Él cuando enfrentamos dificultades en la vida. Pero, ¿dedicamos tiempo a contemplar verdaderamente a Dios cuando no nos afligen los problemas? Quizás solo unos pocos lo hacen.

Qué hacía Natanael bajo la higuera? Estaba contemplando a Dios? Estaba orando y pidiendo su guía? Natanael reflexionaba sobre Dios sentado bajo la higuera; en silencio le pedía al Señor que se revelara. Poco después, recibió el llamado de Jesús.

Cuando pensamos en Dios con frecuencia, nuestros corazones y mentes, poco a poco, comienzan a formarse una imagen más clara de quién es Él. Empezamos a comprender su identidad y el papel que desempeña en nuestras vidas. Para muchos, Dios puede parecer distante. Pero ¿es realmente Dios quien está lejos, o somos nosotros quienes nos distanciamos de Él?

La verdad es que Jesús nunca está lejos de nosotros; siempre está presente, siempre esperando, siempre amando. Somos nosotros quienes a menudo no le dedicamos nuestro tiempo, nuestra atención y nuestro corazón, excepto cuando estamos en gran necesidad.

¿Qué tal si hoy decides buscar a Dios no solo en momentos de dificultad, sino también en momentos de paz? ¿Harás espacio en tu vida diaria para contemplar su presencia y permitir que se te revele más profundamente?

LITURGIA 28 de Setiembre del 2025Ciclo C- Año par - Color Verde26º Domingo del Tiempo OrdinarioLectura del Santo Evangel...
27/09/2025

LITURGIA 28 de Setiembre del 2025
Ciclo C- Año par - Color Verde
26º Domingo del Tiempo Ordinario

Lectura del Santo Evangelio según San Lucas 16,19-31.
Jesús dijo a los fariseos: "Había un hombre rico que se vestía de púrpura y lino finísimo y cada día hacía espléndidos banquetes.
A su puerta, cubierto de llagas, yacía un pobre llamado Lázaro, que ansiaba saciarse con lo que caía de la mesa del rico; y hasta los perros iban a lamer sus llagas.
El pobre murió y fue llevado por los ángeles al seno de Abraham. El rico también murió y fue sepultado.
En la morada de los mu**tos, en medio de los tormentos, levantó los ojos y vio de lejos a Abraham, y a Lázaro junto a él.
Entonces exclamó: 'Padre Abraham, ten piedad de mí y envía a Lázaro para que moje la punta de su dedo en el agua y refresque mi lengua, porque estas llamas me atormentan'.
'Hijo mío, respondió Abraham, recuerda que has recibido tus bienes en vida y Lázaro, en cambio, recibió males; ahora él encuentra aquí su consuelo, y tú, el tormento.
Además, entre ustedes y nosotros se abre un gran abismo. De manera que los que quieren pasar de aquí hasta allí no pueden hacerlo, y tampoco se puede pasar de allí hasta aquí'.
El rico contestó: 'Te ruego entonces, padre, que envíes a Lázaro a la casa de mi padre, porque tengo cinco hermanos: que él los prevenga, no sea que ellos también caigan en este lugar de tormento'.
Abraham respondió: 'Tienen a Moisés y a los Profetas; que los escuchen'.
'No, padre Abraham, insistió el rico. Pero si alguno de los mu**tos va a verlos, se arrepentirán'.
Pero Abraham respondió: 'Si no escuchan a Moisés y a los Profetas, aunque resucite alguno de entre los mu**tos, tampoco se convencerán'".
Palabra del Señor.

Reflexión

Queridos hermanos y hermanas, buenos días y bienvenidos!

Se cuenta la historia de un hombre que no creía en Dios ni en el más allá. Desperdiciaba sus días entregándose a placeres pecaminosos. Su vida estaba llena de satisfacciones inmorales: dr**as, s**o y otras actividades mundanas. En otras palabras, no tenía tiempo para Dios. Esto se convirtió en su estilo de vida porque no creía en la existencia del más allá, y mucho menos en Dios.

Pero ¿existe realmente el más allá, una vida que comienza inmediatamente después de que termina nuestra vida en este mundo? ¡La respuesta es un sí rotundo! El Evangelio nos recuerda que sí existe, una vida muy diferente a la que tenemos hoy. En el más allá, existen dos reinos: el reino de Dios y el reino de Satanás, donde este habita.

En el Evangelio, encontramos a dos hombres: un hombre rico e indiferente, cuyo nombre no se menciona, y un hombre pobre llamado Lázaro. El hombre rico quizás no creía en el más allá o desconocía su realidad. Por eso no le importó Lázaro, quien necesitaba urgentemente su ayuda. Simplemente lo ignoró como si no existiera.

Cuando ambos murieron, se produjo un cambio de roles. El pobre Lázaro, quien sufrió en vida, fue llevado al reino de Dios. Mientras tanto, el rico, que había disfrutado de los placeres terrenales, se encontró en el oscuro reino de Satanás.

¿Por qué se produjo este cambio? Porque el rico fue indiferente al clamor desesperado de Lázaro. ¡Si tan solo hubiera sabido que Lázaro estaba cerca de Dios! ¡Si tan solo se hubiera dado cuenta de que Lázaro podría haber sido Dios disfrazado!

El mensaje para nosotros es muy claro: nunca debemos ignorar el clamor de los pobres, porque en su quebranto vemos el rostro de Dios. Los pobres no son una carga, sino un recordatorio vivo de la presencia de Dios en medio de nosotros.

¿Cuántas veces pasamos de largo junto al "Lázaro" en nuestras vidas —el mendigo en la calle, el familiar necesitado, el vecino que pide ayuda en silencio— sin siquiera darnos cuenta? ¿Optaremos por abrirles nuestro corazón como si sirviéramos a Dios mismo, o nos arriesgaremos a ser ciegos como el rico?

住所

Ashikaga-shi Tomoe-cho 2121
Tochigi-shi, Tochigi
326-0805

電話番号

0284-21-5355

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