Fundación el Sur También Existe

Fundación el Sur También Existe Fundación el Sur También Existe UNA FUNDACION, ¿PARA QUIÉN? Algunos aislados completamente durante varios días.

- Más de 12 mil personas damnificadas.

En los pueblos del Sur la gente sigue contando el paso del tiempo por la memoria de sucesos que marcan sus vidas con el recuerdo de desastres cíclicos: el año de la sequía, el terremoto, el año de la inundación… en octubre del 2005 un huracán bautizado con el nombre de Stan arrasó las zonas de la costa y sierra de Chiapas, dejando un rastro de destrucción que aún hoy, mediados del 2008, perdura no

sólo en el recuerdo de quienes sufrieron sus efectos, sino en las familias que actualmente siguen emigrando, continúan sin vivienda ni escuela para los hijos o padecen las secuelas del saldo que el huracán dejó en las tierras productivas o en el campo de la salud. Una breve fotografía de datos nos enmarca la magnitud del desastre:



- 40,000 viviendas afectadas

- 600 carreteras destrozadas

- 41 municipios afectados. La producción pesquera y cafetalera quedó seriamente afectada, quedando principalmente el sector campesino en un estado de indefensión y vulnerabilidad del que todavía no se recupera. Hay otros desastres que padecen las poblaciones del sur de México, principalmente destacan los estados de Guerrero, Oaxaca y Chiapas. Se trata de emergencias permanentes puesto que se componen de pueblos en su mayoría indígenas donde el Estado aplica una política de marginación y asistencialismo que convierte en casos endémicos enfermedades curables como:



El tracoma: infección ocular que se transmite de persona a persona en lugares donde el agua es de mala calidad y hay condiciones de hacinamiento y desnutrición de la población. En Chiapas es una enfermedad endémica en cinco municipios, con más de dos mil personas afectadas por ceguera permanente. La tuberculosis: 20.000 casos reportados cada año en México con resultado de 6.000 fallecimientos en zonas con desnutrición endémica y carencia de vacunas, así como de nulo seguimiento médico del tratamiento iniciado. Trabajo infantil: 3.3 millones de menores de edad trabajando principalmente en el sector agrícola y usados en el comercio sexual, así como en diversas actividades de la economía subterránea. Más de 3 millones con el futuro hipotecado por carecer de una base educativa sólida y de un horizonte laboral que les permita romper el círculo pobreza-marginación. La Fundación el Sur también existe enfocará su trabajo, dedicación y recursos hacia las comunidades en condiciones de marginalidad económica que sufren desastres temporales y otros de carácter permanente como los aquí señalados y que, aunque en muchos casos, están en posesión legal del territorio, carecen de la infraestructura y los recursos para el desarrollo de sus potencialidades, tanto en lo individual como en el aspecto comunitario, no pudiendo aplicar ningún valor agregado a sus productos y actividades, por lo que se limitan a una agricultura de subsistencia y, a veces, optan por la ganadería, que finalmente repercute en la destrucción del entorno, sin solventar las carencias sanitarias ni educativas de estas poblaciones excluidas del progreso social, donde los servicios de salud no llegan y la educación es un pupitre asentado en piso de tierra y un libro compartido entre varios niños.

Don Felipe Matías Velasco (1939-2012)Poeta-j’men zapoteco, San Juan Bautista Tuxtepec & Juchitán, Oaxaca De la décima al...
13/07/2025

Don Felipe Matías Velasco (1939-2012)

Poeta-j’men zapoteco, San Juan Bautista Tuxtepec & Juchitán, Oaxaca



De la décima al rezo.

Cronista costumbrista y “Poeta del Papaloapan”, Felipe Matías aprendió el arte de la palabra en fandangos jarochos y velas istmeñas. Su maestra fue la curandera Jacinta Velasco, quien le enseñó limpias con albahaca y el uso de yaga-gui’ (hierba sagrada) contra el mal aire.



Rituales comunitarios.

Como j’men oficiaba peticiones de lluvia ante el cerro Iguu Niza, confesiones colectivas (“lavar la boca”) y limpias a embarazadas con humo de copal. Defendía que “la poesía sana”: combinaba décimas zapotecas con bendiciones trinitarias, de modo que la curación física incluía restablecer la belleza y el equilibrio del habla. Fundó círculos de lengua zapoteca en escuelas de Juchitán, donde enseñaba a jóvenes a “cantar la hierba” antes de aplicarla.



Activismo y memoria.

Impulsó la creación del Instituto Cultural del Sotavento (INCISO) y grabó discos de medicina oral—Minucias y Hasta el dolor me duele. Antes de morir, declamó “Flor de Piña” en la Guelaguetza, acto que cerró su ciclo como curandero-artista. Sus discípulos continúan usando su cuaderno de plantas y rezos bilingües.



(Fuente: azteca21.com)



1. María Sabina Magdalena García (1894-1985)Curandera mazateca, Huautla de Jiménez, Oaxaca Raíces y formación.Nacida en ...
06/07/2025

1. María Sabina Magdalena García (1894-1985)

Curandera mazateca, Huautla de Jiménez, Oaxaca



Raíces y formación.

Nacida en la pobreza, María Sabina comenzó a “escuchar” a los niños santos (hongos psilocibes) a los cinco años, cuando, pastoreando cabras, realizó su primera ingesta ritual. Su linaje provenía de hombres sabios mazatecos; la abuela María Concepción, también curandera, le transmitió rezos y cantos en lengua mazateca. Durante su adolescencia empezó a oficiar veladas para curar dolores y “pérdidas del espíritu” de los campesinos.



Práctica chamánica.

Las veladas ocurrían de noche, con tres velas orientadas a los cerros tutelares y un altar de copal, aguardiente y tabaco. Mientras los asistentes ingerían hongos, Sabina entonaba “lengua florida”: versos improvisados que llamaban a santos católicos y deidades mazatecas para “iluminar el cuerpo adentro”. El diagnóstico se establecía a partir de visiones: ella “leía” la enfermedad como un texto viviente e indicaba plantas o abstinencias posteriores.



Fama, controversia y legado.

En 1955 el etnomicólogo R. Gordon Wasson asistió a una velada, publicó el reportaje en Life (1957) y convirtió a Sabina en celebridad mundial. Miles de forasteros invadieron Huautla buscando “trips”, ocasionando hostigamiento policial y el repudio de algunos vecinos que la culparon por la intrusión. Sabina murió pobre, pero hoy su casa-museo, su poesía extática y la reivindicación terapéutica de la psilocibina la colocan como figura puente entre medicina indígena y ciencia psicodélica contemporánea.



(Fuente: biodiversidad.gob.mx)



🤝 Los Acuerdos de San Andrés: el reclamo indígena que sacudió al México moderno En los altos de Chiapas, en el pequeño m...
29/06/2025

🤝 Los Acuerdos de San Andrés: el reclamo indígena que sacudió al México moderno

En los altos de Chiapas, en el pequeño municipio de San Andrés Larráinzar, se escribió en 1996 uno de los capítulos más significativos de la lucha indígena contemporánea en México. Tras el levantamiento del Ejército Zapatista de Liberación Nacional (EZLN) en 1994, el gobierno federal y representantes de los pueblos originarios iniciaron una larga serie de negociaciones que culminaron con la firma de los Acuerdos de San Andrés. Estos acuerdos no solo expresaron el hartazgo de los pueblos indígenas ante siglos de exclusión, sino que también ofrecieron un proyecto de país más plural, incluyente y justo. Aunque no fueron cumplidos cabalmente, su importancia histórica y simbólica es innegable.

El contexto: un grito desde el sur
El 1 de enero de 1994, el mismo día que entró en vigor el Tratado de Libre Comercio con América del Norte (TLCAN), miles de indígenas armados tomaron varias cabeceras municipales de Chiapas. Eran miembros del EZLN, una organización guerrillera conformada en su mayoría por indígenas mayas tzotziles, tzeltales y tojolabales. Su irrupción pública puso en evidencia la extrema pobreza, marginación y racismo que habían padecido durante siglos los pueblos originarios del sur del país.
Lejos de actuar como un movimiento violento sin rumbo, los zapatistas contaban con una propuesta política clara: autonomía indígena, respeto a los derechos colectivos, y una transformación profunda del Estado mexicano. El gobierno federal, encabezado entonces por Ernesto Zedillo, se vio obligado a entablar un diálogo con el EZLN. Fue así como surgieron las mesas de negociación, siendo la primera y más importante la de los derechos y cultura indígena.

¿Qué son los Acuerdos de San Andrés?
Firmados el 16 de febrero de 1996 en San Andrés Larráinzar, los acuerdos fueron el resultado de varios meses de trabajo entre representantes del EZLN, el gobierno federal y la Comisión de Concordia y Pacificación (COCOPA), integrada por legisladores.

Los acuerdos reconocían que los pueblos indígenas tenían derecho a:
* La autonomía y libre determinación dentro del marco constitucional.
* Conservar y desarrollar sus propias lenguas, sistemas normativos, tradiciones y territorios.
* Tener representación política real en los municipios y estados.
* Participar plenamente en la vida económica, social y cultural del país.

El documento proponía reformas constitucionales para garantizar estos derechos, así como el establecimiento de mecanismos de consulta, respeto intercultural y acceso equitativo a los recursos naturales.

Más que un simple pacto de paz, los Acuerdos de San Andrés fueron una redefinición del pacto social mexicano, reconociendo que la nación no es una, sino muchas: indígenas, mestizos, afromexicanos y más.

Incumplimiento y consecuencias
A pesar de que el gobierno federal firmó los acuerdos, poco después se negó a implementarlos plenamente. Las propuestas de reforma constitucional que elaboró el Congreso fueron rechazadas por el EZLN y muchas organizaciones indígenas, pues consideraron que desvirtuaban el espíritu original de los acuerdos.
Esto provocó que las negociaciones se suspendieran indefinidamente. El EZLN, aunque no volvió a la vía armada, rompió todo contacto formal con el Estado y optó por fortalecer su autonomía en los hechos. En Chiapas, numerosas comunidades indígenas establecieron gobiernos autónomos, sistemas de justicia propios y procesos educativos alternativos, sin reconocimiento oficial, pero con fuerte arraigo popular.
El incumplimiento de los acuerdos también provocó una crisis de confianza entre los pueblos indígenas y el Estado mexicano, misma que persiste hasta hoy.

El legado de los Acuerdos de San Andrés
A pesar de no haberse convertido en ley, los Acuerdos de San Andrés marcaron un punto de inflexión en la lucha indígena. Su lenguaje, sus conceptos y su visión siguen vivos en las demandas de decenas de pueblos originarios de todo el país.
También influyeron en la posterior reforma constitucional de 2001 en materia indígena, aunque esta fue considerada insuficiente. Además, sirvieron de base para discusiones en foros internacionales sobre los derechos colectivos, el pluralismo jurídico y la autodeterminación de los pueblos.
San Andrés Larráinzar —hoy rebautizado por los zapatistas como San Andrés Sakamch’en de los Pobres— se ha convertido en un símbolo de la resistencia pacífica, del diálogo traicionado y de la dignidad indígena.

Chiapas como epicentro de la resistencia
Este episodio demuestra, una vez más, que el sur también existe como fuerza política, cultural y moral. Desde las montañas de Chiapas surgió una voz que todavía hoy interpela al México moderno: ¿puede una nación ser realmente democrática si niega los derechos de sus pueblos originarios?

Los Acuerdos de San Andrés nos recuerdan que la verdadera justicia no se firma: se construye y se respeta.

Fuente bibliográfica:
Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH).
🔗[https://www.cidh.oas.org/Indigenas/acuerdos-san-andres.htm](https://www.cidh.oas.org/Indigenas/acuerdos-san-andres.htm)

📜 El Plan de Ayutla: el grito liberal que cambió el rumbo de México En el corazón de la región montañosa de Guerrero, el...
22/06/2025

📜 El Plan de Ayutla: el grito liberal que cambió el rumbo de México

En el corazón de la región montañosa de Guerrero, el pueblo de Ayutla fue testigo de un hecho que marcaría un antes y un después en la historia política de México. El Plan de Ayutla, proclamado el 1 de marzo de 1854, se convirtió en el punto de partida de un movimiento liberal que buscó transformar profundamente al país. Encabezado por Juan Álvarez, líder militar y figura política del sur, este documento no solo exigía la renuncia de Antonio López de Santa Anna, sino que también proponía un nuevo proyecto de nación basado en ideales republicanos, democráticos y federales.

Contexto histórico
En la década de 1850, México se encontraba sumido en el caos. Tras múltiples guerras civiles, intervenciones extranjeras y una economía en crisis, el país era gobernado por Santa Anna, quien se había proclamado dictador vitalicio. Durante su último mandato (1853-1855), reprimió con dureza a sus opositores, vendió el territorio de La Mesilla a Estados Unidos, y reinstauró políticas autoritarias que generaron gran descontento en diversas regiones del país, especialmente en el sur, donde los movimientos populares habían resistido tanto al centralismo como a los abusos del poder federal.
En este clima de inconformidad surgió una alianza entre líderes liberales del sur, intelectuales y militares descontentos con el régimen. Fue Juan Álvarez, caudillo de la región de la Costa Chica de Guerrero, quien tomó la iniciativa y convocó a la elaboración de un plan que ofreciera una alternativa al gobierno de Santa Anna.

Redacción y contenido del Plan
El Plan de Ayutla fue redactado principalmente por Ignacio Comonfort y proclamado por Juan Álvarez en la ciudad de Ayutla. Contenía 10 artículos, y su objetivo inmediato era la destitución de Santa Anna. Pero más allá de eso, el plan abría la puerta a un proceso de reorganización nacional mediante la convocatoria a un Congreso Constituyente, el cual debería fundar una nueva república basada en los principios del liberalismo.

Algunos de los puntos principales del Plan incluían:
* El desconocimiento del gobierno de Santa Anna.
* La formación de un gobierno provisional encabezado por Juan Álvarez.
* La promesa de elecciones libres para formar un Congreso que redactara una nueva constitución.
* La garantía de respeto a la libertad de expresión, de reunión y a la propiedad.

A diferencia de otros pronunciamientos militares, el Plan de Ayutla no buscaba simplemente un cambio de caudillo, sino una renovación institucional profunda. Por ello, fue respaldado por sectores cada vez más amplios de la sociedad, incluyendo intelectuales liberales, comerciantes, estudiantes y campesinos.

Desarrollo y consecuencias
Tras la proclamación del plan, se inició una guerra civil entre las fuerzas santanistas y los liberales ayutecos. El movimiento se extendió por el sur y centro del país. En menos de un año, el régimen de Santa Anna colapsó: abdicó el 9 de agosto de 1855 y se exilió. Juan Álvarez asumió la presidencia provisional, y poco después convocó al Congreso que dio lugar a la Constitución de 1857, una de las más avanzadas de su época.

Entre las reformas que nacieron como fruto del movimiento iniciado en Ayutla se encuentran:

-La Ley Juárez (1855), que limitaba los privilegios del clero y el ejército.
-La Ley Lerdo (1856), que desamortizaba los bienes de la Iglesia.
-La redacción de una constitución liberal y federal que sentó las bases del Estado laico en México.

Estos cambios, sin embargo, también dieron lugar a una fuerte reacción conservadora que desencadenó la Guerra de Reforma (1858-1861) y, posteriormente, la intervención francesa. Pero el legado del Plan de Ayutla fue firme: había puesto en marcha una transformación política desde las regiones del sur que reverberó en todo el país.

El sur como motor de cambio
El hecho de que este cambio naciera en Ayutla de los Libres, Guerrero, no es una casualidad. El sur de México, históricamente marginado por el poder central, ha sido muchas veces semillero de luchas sociales, de liderazgos regionales con fuerte raíz popular, y de propuestas radicales que han buscado reequilibrar las relaciones entre el centro y la periferia del país. El Plan de Ayutla es uno de los mejores ejemplos de cómo el sur también existe... y transforma.

Fuente bibliográfica:
Instituto Nacional de Estudios Históricos de las Revoluciones de México (INEHRM).
🔗 [https://inehrm.gob.mx/es/inehrm/Plan_de_Ayutla](https://inehrm.gob.mx/es/inehrm/Plan_de_Ayutla)


📣 La proclama de Vicente Guerrero desde Tixtla (1829): el llamado a resistir por la República En el año de 1829, México ...
15/06/2025

📣 La proclama de Vicente Guerrero desde Tixtla (1829): el llamado a resistir por la República

En el año de 1829, México atravesaba una de sus primeras crisis existenciales como nación independiente. Mientras el país intentaba organizarse política y territorialmente, surgieron amenazas externas e internas. En ese mismo año, el general español Isidro Barradas intentó reconquistar México con una expedición enviada desde Cuba, lo que puso en alerta al gobierno. Desde el sur, Vicente Guerrero, uno de los héroes más firmes de la independencia, reaccionó con una proclama enérgica y patriótica desde Tixtla, Guerrero, su tierra natal. Este documento no solo fue un llamado a la defensa nacional, sino también una declaración del compromiso republicano frente a las amenazas del centralismo y del colonialismo.

Vicente Guerrero y el sur insurgente
Vicente Guerrero nació en Tixtla, en lo que hoy es el estado de Guerrero, en 1782. Fue uno de los comandantes más destacados de la fase armada de la guerra de independencia, sobre todo en el sur del país, donde la lucha continuó incluso cuando en el centro y norte ya se había sofocado.
Su liderazgo se consolidó como símbolo de la resistencia popular, indígena y mestiza. De origen humilde, Guerrero defendía ideas progresistas para su tiempo: igualdad racial, justicia agraria y soberanía del pueblo. En 1829 fue elegido presidente de la República, pero el país seguía en pugna entre los federalistas y los centralistas. Además, ese año se produjo una invasión española que revivió los temores de recolonización.

La proclama desde Tixtla
El 20 de julio de 1829, en medio de la tensión nacional, Guerrero publicó una proclama desde su ciudad natal. Aunque breve, el texto tiene un enorme peso político e histórico. En él, Guerrero:

* Llama a todos los ciudadanos a defender la independencia frente a la amenaza española.
* Invoca el deber de luchar por la libertad y la república, frente a los intereses de la monarquía y del despotismo.
* Subraya que la defensa del país no es solo tarea del ejército, sino del pueblo entero, especialmente de los pueblos del sur.
* Declara que "la patria está en peligro", una frase que desde entonces ha resonado como símbolo del deber cívico ante situaciones de emergencia.

La proclama también alude al orgullo regional: Guerrero destaca que el sur ha sido bastión de la resistencia desde los primeros días de la insurgencia, y que no puede ni debe rendirse ahora.

Contexto nacional e internacional
La expedición de Barradas representaba el último intento serio de reconquista por parte de España. Aunque fracasó militarmente gracias a la movilización del gobierno federal y a la participación de las milicias locales (incluidas las de Guerrero), puso en evidencia lo frágil que aún era la soberanía mexicana.
En este contexto, la proclama de Guerrero fue más que un llamado bélico: fue una reafirmación del proyecto republicano frente a las tendencias monárquicas que todavía tenían fuerza en ciertos sectores conservadores.
Además, su publicación desde Tixtla tiene una carga simbólica: desde uno de los pueblos más humildes y marginales del sur, se alzó una voz que defendía el destino nacional con energía y dignidad.

El legado de la proclama
A los pocos meses de emitir esta proclama, Vicente Guerrero fue derrocado por un golpe de Estado promovido por sus adversarios políticos, y ejecutado en 1831 tras una traición. Sin embargo, su figura se convirtió en un símbolo de la lealtad a la república, especialmente para las regiones del sur.
La proclama de 1829 ha sido citada desde entonces en diversos contextos históricos: en las guerras de reforma, durante la Revolución Mexicana y en luchas sociales más recientes. En particular, para los habitantes del actual estado de Guerrero, es un documento fundacional, una expresión de orgullo y compromiso regional con la libertad.

El sur como conciencia política
La proclama desde Tixtla demuestra que el sur no ha sido un espectador de la historia nacional, sino uno de sus protagonistas más consistentes. Cuando la independencia peligró, cuando la república fue amenazada o cuando el pueblo necesitó dirección moral, voces como la de Vicente Guerrero se alzaron desde lo profundo del sur para recordarle a México el camino de la justicia y la soberanía.

Fuente bibliográfica:
Biblioteca Digital del Bicentenario.
🔗 [http://bicentenario.gob.mx/index.php?option=com_content&view=article&id=460:proclama-de-vicente-guerrero-tixtla-1829&catid=97:documentos-historicos&Itemid=152](http://bicentenario.gob.mx/index.php?option=com_content&view=article&id=460:proclama-de-vicente-guerrero-tixtla-1829&catid=97:documentos-historicos&Itemid=152)

📜 La Constitución de Yucatán de 1841: el sueño federalista de un estado libre y soberanoLa historia de Yucatán en el sig...
08/06/2025

📜 La Constitución de Yucatán de 1841: el sueño federalista de un estado libre y soberano

La historia de Yucatán en el siglo XIX es una de autonomía, resistencia y construcción política desde las regiones. En 1841, en un contexto de tensión con el gobierno centralista de México, el estado proclamó su separación temporal de la República y promulgó una constitución propia. La Constitución de Yucatán de 1841 no solo fue una declaración de independencia administrativa, sino también una propuesta de organización moderna, republicana y federalista. Este documento, redactado y aprobado en Mérida, reflejaba las aspiraciones de una élite ilustrada y de una sociedad que valoraba su identidad particular dentro del marco nacional.

Contexto histórico
Tras la independencia de México en 1821, Yucatán se incorporó a la nación como un estado federado en 1824. Sin embargo, desde el inicio mostró un fuerte apego a la autonomía. El aislamiento geográfico, el dinamismo económico vinculado al comercio con Europa y Estados Unidos, así como las profundas diferencias culturales y sociales con el centro del país, generaron una identidad regional muy marcada.
Durante la década de 1830, el gobierno de Antonio López de Santa Anna impuso un sistema centralista, eliminando las facultades de los estados. Esto provocó fuertes reacciones en diversas regiones, pero en Yucatán la inconformidad alcanzó un punto culminante. La tensión escaló hasta que, en octubre de 1841, el Congreso yucateco declaró que el estado dejaba de formar parte de la República Central y asumiría su soberanía plena, aunque con disposición a reintegrarse si se restauraba el federalismo.

Redacción y contenido de la Constitución de 1841
Promulgada el 31 de octubre de 1841, la Constitución de Yucatán fue una obra avanzada para su tiempo. Estaba inspirada en los principios liberales del siglo XIX, en particular los de las constituciones estadounidense y gaditana, así como en la propia experiencia federal mexicana de 1824.

Entre los aspectos más destacados del documento se encuentran:
* Declaración de independencia y soberanía del Estado de Yucatán.
* Establecimiento de un gobierno republicano, representativo y federal, con división de poderes.
* Reconocimiento amplio de libertades civiles, como la libertad de imprenta, religión (aunque con el catolicismo como oficial), y propiedad privada.
* Elección popular de autoridades estatales y municipales.
* Promoción de la educación pública y de reformas administrativas para mejorar la recaudación, la justicia y el orden.

La constitución creaba un Congreso local fuerte, un Poder Ejecutivo encabezado por un gobernador elegido, y un Poder Judicial independiente. Este diseño institucional colocaba a Yucatán como uno de los estados más progresistas del país en ese momento.

La guerra con el centro y las consecuencias
La proclamación de la Constitución de 1841 fue vista por el gobierno central como un acto de rebeldía. Santa Anna envió tropas a la península, y comenzaron los enfrentamientos militares. La guerra entre Yucatán y el centro duró intermitentemente varios años, con periodos de negociación y ruptura.
Yucatán exigía condiciones claras para regresar al seno nacional: el respeto a su constitución, el regreso al federalismo, y autonomía en la gestión de sus recursos. Aunque hubo acuerdos momentáneos, no fue sino hasta 1848, y bajo la presión de la Guerra de Castas —una rebelión indígena masiva que puso en jaque a las élites criollas—, que Yucatán buscó ayuda militar del gobierno mexicano y reintegró formalmente su soberanía a la República.
A pesar de ello, la Constitución de 1841 dejó un legado duradero: fue uno de los primeros ensayos de autonomía política regional y de construcción institucional sólida desde el sur.

Un modelo desde la periferia
La experiencia constitucional de Yucatán demuestra que la historia nacional no se ha construido únicamente desde el centro del país. En el sur, también se han desarrollado modelos alternativos de organización política, impulsados por intelectuales, líderes y comunidades con una visión propia del federalismo y la democracia.
La Constitución de 1841 fue, en su momento, una propuesta audaz, escrita con claridad y profundidad. Representaba una forma distinta de ser mexicano: desde la península, desde la autonomía y desde la dignidad regional.

Fuente bibliográfica:
Biblioteca Digital Mexicana (BIDIM).
🔗[https://www.bibliotecadigital.bellasartes.gob.mx/const_yuc_1841.html]

📜 El Acta de Independencia de Chiapas: cuando un pueblo decidió su destinoA diferencia de la mayoría de los estados mexi...
08/06/2025

📜 El Acta de Independencia de Chiapas: cuando un pueblo decidió su destino

A diferencia de la mayoría de los estados mexicanos que formaron parte del virreinato de la Nueva España y se integraron a la nación tras la independencia de 1821, Chiapas vivió una historia distinta. Su pertenencia a México no fue inmediata ni automática. Tras la caída del Imperio de Iturbide, este territorio se debatió entre unirse a la República Mexicana o formar parte de Guatemala. La decisión se formalizó con la Acta de Independencia de Chiapas del 14 de septiembre de 1824, un documento clave que reflejó la voluntad popular y selló el vínculo de este territorio con la federación mexicana.

Antecedentes históricos
Durante la época colonial, Chiapas fue parte de la Capitanía General de Guatemala, administrada por la Audiencia de Guatemala. Aunque geográficamente estaba más cerca de México, política y económicamente se mantenía más vinculada con el sur del continente. Al consumarse la independencia de la Nueva España en 1821 y crearse el Primer Imperio Mexicano, Chiapas se anexó provisionalmente a México bajo el liderazgo del general Manuel José de Rojas, pero este hecho no fue definitivo.
Cuando cayó el Imperio de Agustín de Iturbide en 1823, Chiapas volvió a quedar en una situación ambigua. La región estaba dividida: el Partido de Los Altos (hoy San Cristóbal de las Casas) prefería la unión con Guatemala por su pasado colonial compartido, mientras que el Partido de Tuxtla impulsaba la integración a México, al igual que los pueblos costeños.
El debate creció, y las tensiones entre ambos bandos se agravaron. Fue entonces cuando se decidió consultar al pueblo chiapaneco mediante un plebiscito, una medida inusual y profundamente democrática para su tiempo.

El plebiscito chiapaneco
Entre el 2 y el 12 de septiembre de 1824, se llevó a cabo una consulta pública en todo el territorio de Chiapas. Participaron tanto pueblos indígenas como mestizos y criollos, y el resultado fue claro: la mayoría de la población votó por unirse a México.

El 14 de septiembre de 1824, reunidos en la antigua ciudad de Ciudad Real (hoy San Cristóbal de las Casas), los representantes del pueblo firmaron el Acta de Independencia del Estado Libre de Chiapas, donde se declaraba oficialmente su adhesión a la naciente República Mexicana y su separación de Centroamérica. El documento fue enviado al Congreso Nacional, que lo aceptó poco después.

Este acto no solo cerró un capítulo de incertidumbre territorial, sino que también demostró que Chiapas eligió libremente su destino nacional, a través de un ejercicio de consulta sin precedentes en el México del siglo XIX.

---

Contenido del acta
El texto del acta es breve pero contundente. En él, los firmantes declaran:

* Que el pueblo de Chiapas, en uso de su soberanía, ha decidido unirse a México.
* Que esta decisión es tomada sin coacción externa.
* Que se respetarán las libertades y costumbres locales dentro del marco federal.
* Que se renuncia formalmente a toda relación política con Centroamérica.

El acta consagra la idea de que la soberanía reside en el pueblo, y que este tiene el derecho de decidir con quién formar parte, un principio que se adelanta a muchas doctrinas del derecho internacional moderno.

Consecuencias y legado
La anexión de Chiapas a México no fue pacífica en todos los sentidos. El Partido de Los Altos se resistió a la unión y, años más tarde, incluso intentó separarse nuevamente. Estas tensiones internas perduraron durante décadas y reflejaron las divisiones sociales, étnicas y geográficas dentro del estado.
No obstante, la firma del acta marcó el comienzo de un proceso de integración que, con sus altibajos, consolidó a Chiapas como una parte esencial de la nación mexicana. Fue también un acto de soberanía regional, y un símbolo de cómo el sur de México ha sabido ejercer su voz y voluntad política a lo largo de la historia.

Chiapas en la historia nacional
La historia del acta de 1824 nos recuerda que el sur también ha sido protagonista en la construcción del país, no solo por sus aportes culturales o su diversidad étnica, sino por decisiones políticas que han definido el mapa nacional. A diferencia de los decretos impuestos desde el centro, la unión de Chiapas fue un acto elegido y defendido por su propio pueblo.
Así, el 14 de septiembre es hoy celebrado como el “Día de la Federación de Chiapas a México”, una fecha poco conocida a nivel nacional, pero que representa uno de los episodios más democráticos y soberanos del México independiente.

Fuente bibliográfica:
Instituto Nacional para el Federalismo y el Desarrollo Municipal (INAFED).
🔗 [http://www.inafed.gob.mx/work/enciclopedia/EMM07chiapas/historia.html]

5 DOCUMENTOS HISTÓRICOS IMPORTANTES ESCRITOS EN EL SUR DE MÉXICO (01 de 05) 📜 El Plan de Ayutla: el grito liberal que ca...
01/06/2025

5 DOCUMENTOS HISTÓRICOS IMPORTANTES ESCRITOS EN EL SUR DE MÉXICO (01 de 05)

📜 El Plan de Ayutla: el grito liberal que cambió el rumbo de México

En el corazón de la región montañosa de Guerrero, el pueblo de Ayutla fue testigo de un hecho que marcaría un antes y un después en la historia política de México. El Plan de Ayutla, proclamado el 1 de marzo de 1854, se convirtió en el punto de partida de un movimiento liberal que buscó transformar profundamente al país. Encabezado por Juan Álvarez, líder militar y figura política del sur, este documento no solo exigía la renuncia de Antonio López de Santa Anna, sino que también proponía un nuevo proyecto de nación basado en ideales republicanos, democráticos y federales.

Contexto histórico
En la década de 1850, México se encontraba sumido en el caos. Tras múltiples guerras civiles, intervenciones extranjeras y una economía en crisis, el país era gobernado por Santa Anna, quien se había proclamado dictador vitalicio. Durante su último mandato (1853-1855), reprimió con dureza a sus opositores, vendió el territorio de La Mesilla a Estados Unidos, y reinstauró políticas autoritarias que generaron gran descontento en diversas regiones del país, especialmente en el sur, donde los movimientos populares habían resistido tanto al centralismo como a los abusos del poder federal.
En este clima de inconformidad surgió una alianza entre líderes liberales del sur, intelectuales y militares descontentos con el régimen. Fue Juan Álvarez, caudillo de la región de la Costa Chica de Guerrero, quien tomó la iniciativa y convocó a la elaboración de un plan que ofreciera una alternativa al gobierno de Santa Anna.

Redacción y contenido del Plan
El Plan de Ayutla fue redactado principalmente por Ignacio Comonfort y proclamado por Juan Álvarez en la ciudad de Ayutla. Contenía 10 artículos, y su objetivo inmediato era la destitución de Santa Anna. Pero más allá de eso, el plan abría la puerta a un proceso de reorganización nacional mediante la convocatoria a un Congreso Constituyente, el cual debería fundar una nueva república basada en los principios del liberalismo.

Algunos de los puntos principales del Plan incluían:
* El desconocimiento del gobierno de Santa Anna.
* La formación de un gobierno provisional encabezado por Juan Álvarez.
* La promesa de elecciones libres para formar un Congreso que redactara una nueva constitución.
* La garantía de respeto a la libertad de expresión, de reunión y a la propiedad.

A diferencia de otros pronunciamientos militares, el Plan de Ayutla no buscaba simplemente un cambio de caudillo, sino una renovación institucional profunda. Por ello, fue respaldado por sectores cada vez más amplios de la sociedad, incluyendo intelectuales liberales, comerciantes, estudiantes y campesinos.

Desarrollo y consecuencias
Tras la proclamación del plan, se inició una guerra civil entre las fuerzas santanistas y los liberales ayutecos. El movimiento se extendió por el sur y centro del país. En menos de un año, el régimen de Santa Anna colapsó: abdicó el 9 de agosto de 1855 y se exilió. Juan Álvarez asumió la presidencia provisional, y poco después convocó al Congreso que dio lugar a la Constitución de 1857, una de las más avanzadas de su época.

Entre las reformas que nacieron como fruto del movimiento iniciado en Ayutla se encuentran:

-La Ley Juárez (1855), que limitaba los privilegios del clero y el ejército.
-La Ley Lerdo (1856), que desamortizaba los bienes de la Iglesia.
-La redacción de una constitución liberal y federal que sentó las bases del Estado laico en México.

Estos cambios, sin embargo, también dieron lugar a una fuerte reacción conservadora que desencadenó la Guerra de Reforma (1858-1861) y, posteriormente, la intervención francesa. Pero el legado del Plan de Ayutla fue firme: había puesto en marcha una transformación política desde las regiones del sur que reverberó en todo el país.

El sur como motor de cambio
El hecho de que este cambio naciera en Ayutla de los Libres, Guerrero, no es una casualidad. El sur de México, históricamente marginado por el poder central, ha sido muchas veces semillero de luchas sociales, de liderazgos regionales con fuerte raíz popular, y de propuestas radicales que han buscado reequilibrar las relaciones entre el centro y la periferia del país. El Plan de Ayutla es uno de los mejores ejemplos de cómo el sur también existe... y transforma.

Fuente bibliográfica:
Instituto Nacional de Estudios Históricos de las Revoluciones de México (INEHRM).
🔗 [https://inehrm.gob.mx/es/inehrm/Plan_de_Ayutla](https://inehrm.gob.mx/es/inehrm/Plan_de_Ayutla)

Dirección

Aculco De Espinoza

Notificaciones

Sé el primero en enterarse y déjanos enviarle un correo electrónico cuando Fundación el Sur También Existe publique noticias y promociones. Su dirección de correo electrónico no se utilizará para ningún otro fin, y puede darse de baja en cualquier momento.

Compartir

EL SUR TAMBIÉN EXISTE

UNA FUNDACION, ¿PARA QUIÉN? En los pueblos del Sur la gente sigue contando el paso del tiempo por la memoria de sucesos que marcan sus vidas con el recuerdo de desastres cíclicos: el año de la sequía, el terremoto, el año de la inundación… en octubre del 2005 un huracán bautizado con el nombre de Stan arrasó las zonas de la costa y sierra de Chiapas, dejando un rastro de destrucción que aún hoy, mediados del 2008, perdura no sólo en el recuerdo de quienes sufrieron sus efectos, sino en las familias que actualmente siguen emigrando, continúan sin vivienda ni escuela para los hijos o padecen las secuelas del saldo que el huracán dejó en las tierras productivas o en el campo de la salud. Una breve fotografía de datos nos enmarca la magnitud del desastre: - 40,000 viviendas afectadas - 600 carreteras destrozadas - 41 municipios afectados. Algunos aislados completamente durante varios días. - Más de 12 mil personas damnificadas. La producción pesquera y cafetalera quedó seriamente afectada, quedando principalmente el sector campesino en un estado de indefensión y vulnerabilidad del que todavía no se recupera. Hay otros desastres que padecen las poblaciones del sur de México, principalmente destacan los estados de Guerrero, Oaxaca y Chiapas. Se trata de emergencias permanentes puesto que se componen de pueblos en su mayoría indígenas donde el Estado aplica una política de marginación y asistencialismo que convierte en casos endémicos enfermedades curables como: El tracoma: infección ocular que se transmite de persona a persona en lugares donde el agua es de mala calidad y hay condiciones de hacinamiento y desnutrición de la población. En Chiapas es una enfermedad endémica en cinco municipios, con más de dos mil personas afectadas por ceguera permanente.

La tuberculosis: 20.000 casos reportados cada año en México con resultado de 6.000 fallecimientos en zonas con desnutrición endémica y carencia de vacunas, así como de nulo seguimiento médico del tratamiento iniciado. Trabajo infantil: 3.3 millones de menores de edad trabajando principalmente en el sector agrícola y usados en el comercio sexual, así como en diversas actividades de la economía subterránea. Más de 3 millones con el futuro hipotecado por carecer de una base educativa sólida y de un horizonte laboral que les permita romper el círculo pobreza-marginación. La Fundación el Sur también existe enfocará su trabajo, dedicación y recursos hacia las comunidades en condiciones de marginalidad económica que sufren desastres temporales y otros de carácter permanente como los aquí señalados y que, aunque en muchos casos, están en posesión legal del territorio, carecen de la infraestructura y los recursos para el desarrollo de sus potencialidades, tanto en lo individual como en el aspecto comunitario, no pudiendo aplicar ningún valor agregado a sus productos y actividades, por lo que se limitan a una agricultura de subsistencia y, a veces, optan por la ganadería, que finalmente repercute en la destrucción del entorno, sin solventar las carencias sanitarias ni educativas de estas poblaciones excluidas del progreso social, donde los servicios de salud no llegan y la educación es un pupitre asentado en piso de tierra y un libro compartido entre varios niños.