
12/08/2024
Al ser seres con vida, es una certeza que, así como un día fuimos engendrados y recibimos la vida, un día la perderemos.
Cada uno tenemos una cantidad de vida o de tiempo y cada uno haremos una cantidad diferente de cosas por nosotros y por los demás.
Hay personas sanas que no aportan y hay personas enfermas que hacen mucho por ellos mismos y por los demás.
No necesariamente el hacer es dinero, casas, muebles, negocios o herencias, el bien se hace a diario, a cada momento, son las muestras de afecto, es el buen trato, es el amor en actitudes lo que se queda cuando uno ya no está.
La vida se vive tan de prisa, tan ocupados, tan llenos de afanes por cosas vanas, que se olvida el hecho de que lo más importante para los que se quedan, son los recuerdos de los momentos felices.
El que enferma, el que envejece, tiene la oportunidad de hacer conciente una realidad general que no se toma en cuenta, es el hecho de dejar buenos recuerdos que ayuden a quien uno quiere, cuando uno ya no esté.
No te preocupes de dejar herencia, preocúpate de dejar ejemplo de principios y valores, de compasión y empatía, para que la mucha o poca herencia, no sea botin de guerra, motivo de enfrentamiento o bienes materiales que encienden y enfrentan a quienes debieran de ayudarse y proteger.
No es más feliz el que más tiene, es más feliz el que valora y disfruta lo mucho o poco que logro, o le tocó.
Flor.