
10/05/2025
Desde la mirada psicoanalítica, la madre no es sólo quien da la vida, ni una figura, sino quien inaugura el mundo. Es el primer “otro”, la primera voz, el primer espejo.
La madre es figura fundacional del psiquismo. Su mirada puede ser continente de angustias o el primer escenario de nuestros conflictos internos.
La madre —real, simbólica o ausente— deja marcas en el alma. Es el primer vínculo, la escena inaugural del amor, el desamparo y la búsqueda.
“No hay sujeto sin madre. Incluso cuando falta, ella se inscribe.”
En vez de encasillarla como “buena” o “mala”, Winnicott nos invita a pensarla como suficientemente buena, lo que ya es muchísimo.
Hoy, más que decir “feliz día”, digamos:
Gracias por tu deseo, tu falta, tu presencia, tus enredos y tu amor. A ti, madre suficientemente buena, gracias por ser el continente donde empezó el viaje.
Felicidades a todas las madres por su inalcanzable dedicación y amor, son un gran ejemplo. 🙌🏼💜