14/04/2023
“TU LO ELEGISTE”. “ELIGES REPETIR PATRONES”. “ELIGES A UNA PERSONA ABUSADORA PORQUE BUSCAS LO QUE VIVISTE EN TU INFANCIA”.
Son las frases que incesantemente se les repiten a las víctimas de abuso. Además de que están cargadas de re victimización, y de que ponen la responsabilidad del abuso en la víctima, y no en el agresor, en el caso de psicópatas integrados, son frases carentes de verdad, y que denotan absoluto desconocimiento de cómo operan estas mentes perversas.
Cuando se trata de un psicópata integrado, no hay tal “elección”, por parte de la víctima. El psicópata es un depredador y caza a sus víctimas. Las observa y estudia, para luego ponerlas en su mira y lanzarles su dardo envenenado. No hay una elección ni consciente ni inconsciente de parte de la víctima, porque el psicópata no se presenta con su verdadero rostro. Se trata de una auténtica emboscada.
Cuando la víctima conoce al psicópata integrado, claramente sin saber que lo es, no se trata de un encuentro casual o circunstancial, sino de algo planeado por el agresor. Ya llevaba tiempo estudiándola, obteniendo información de ella, incluso investigando con sus conocidos, o llevaba tiempo siguiéndola en sus redes sociales. Así que el encuentro no es fortuito.
Después, cuando haya establecido el contacto, el psicópata desplegará todos sus encantos, mostrando una fachada de persona decente, atenta, educada, llena de detalles, y de actos de servicio. La víctima se enamorará de esta versión. Obviamente el psicópata no le advertirá de sus verdaderas intenciones ni mostrará su auténtica naturaleza. De esta manera, lo que la víctima elige, o más bien acepta en su vida, es una persona completamente distinta a la que es en realidad.
Sólo una persona verdaderamente trastornada querría en su vida a un psicópata, un maltratador, una persona violentadora. Nadie en su sano juicio elegiría a un agresor. Las víctimas no se despiertan pensando con encontrarse a un abusador. Y cuando claramente advierten la presencia de uno, huyen. No lo romantizan ni sueñan con conquistarlo. No es como que un hombre llegue y te grite, y te enamores de él. Eso no existe.
¿Pero qué sucede entonces cuando pasa el tiempo y la víctima ya advierte el maltrato, porque el psicópata ya se quitó la máscara? ¿Por qué no huye? Porque para ese momento ya hay un vínculo traumático, que es una adicción a nivel de química cerebral, hay aislamiento de la víctima, disonancia cognitiva, indefensión aprendida, y muchos otros mecanismos, que literalmente la mantienen atrapada.
Entonces, el acompañamiento de la víctima de abuso psicopático no puede tratarse de trabajar con sus heridas de la infancia, o en sus supuestos patrones en la elección de parejas, sino primero, en darle las herramientas para romper el vínculo traumático y mantener el contacto cero, y de la mano de esto, ayudarla a entender la naturaleza del abuso que sufrió, y de todos los mecanismos de manipulación y de psicología obscura que fueron desplegados en su contra. En algunos casos, se requerirá incluso de la intervención de un especialista en trauma complejo relacional.
Lo que más necesitará la víctima en este proceso, es que le crean, que le ayuden a ver que cayó en una emboscada y que fue estafada emocionalmente, y no que la juzguen, la regañen, ni la revictimicen, diciéndole que no tiene dignidad ni autoestima, o que está “dañada de origen”, porque CUALQUIERA, independientemente de su infancia, de su inteligencia o de su amor propio, puede ser víctima de un psicópata integrado.
©️ Natalia González
** Asesoría y orientación integral y a víctimas de abuso psicopático y narcisista, relaciones tóxicas, todo tipo de acoso y violencia.
** Conferencias y talleres a escuelas y organizaciones públicas y privadas sobre acoso escolar, acoso laboral, límites sanos, abuso emocional, autoestima, responsabilidad afectiva, resiliencia y empatía.