Sesiones de REIKI

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Terapeuta en Reiki (Terapia de sanación Energética, Se Canaliza la Energía Universal para Equilibrar y Armonizar del Cuerpo del Paciente y Brindar Bienestar Físico, mental y emocional)
Master en Reiki
Diplomado en Curso de Milagros
Biodescodificación (Encontrar el origen emocional o conflictos de las enfermedades)
Metabolismo Sano (Permite que tu cuerpo funcione adecuadamente y Mantener la salud)

03/08/2025

LECCIÓN 160

Yo estoy en mi hogar. El miedo es el que es un extraño aquí.

1. El miedo es un extraño en los caminos del amor. Identifícate con el miedo y te vuelves un extraño ante tus propios ojos. Y de este modo, no te conocerás a ti mismo. Lo que tu Ser es sigue siendo algo ajeno para la parte de ti que se cree real, aunque diferente de ti. En tales circunstancias, ¿quién podría estar en su sano juicio? ¿Quién sino un loco podría creer que él es lo que no es y juzgar en contra de sí mismo?
2. Hay un extraño entre nosotros que procede de una idea tan ajena a la verdad que habla un idioma distinto, percibe un mundo que la verdad desconoce y entiende aquello que la verdad considera como carente de sentido. Pero aún más extraño es el hecho de que no reconoce a aquel a quien visita y, sin embargo, sostiene que el hogar de éste es suyo, mientras que el que está en su hogar es el que es el extraño. No obstante, qué fácil sería decir: “Éste es mi hogar. Es donde me corresponde estar y no me iré porque un loco me diga que tengo que hacerlo”.
3. ¿Qué razón hay para no decir esto? ¿Cuál podría ser la razón sino que, al haber invitado a ese extraño a ocupar tu lugar, has permitido convertirte en un extraño ante tus propios ojos? Nadie se dejaría desahuciar tan innecesariamente a no ser que pensase que hay otro hogar más acorde con sus gustos.
4. ¿Quién es el extraño? ¿A quién no le corresponde estar en el hogar que Dios proveyó para Su Hijo, a ti o al miedo? ¿Es acaso el miedo obra Suya, creado a Su Semejanza? ¿Es acaso el miedo lo que el amor completa y mediante lo cual se completa a sí mismo? No hay hogar que pueda darle cobijo al amor y al miedo a la vez, pues no pueden coexistir. Si tú eres real, el miedo tiene que ser una ilusión. Mas si el miedo es real, entonces eres tú el que no existe en absoluto.
5. ¡Cuán fácilmente se puede resolver este dilema! Todo aquel que tiene miedo se ha negado a sí mismo y declarado: “Yo soy el extraño aquí. De modo que le cedo mi hogar a uno que es más como yo que yo mismo y le doy todo cuanto pensé que era mío”. Ahora se encuentra forzosamente exilado, sin saber quién es, inseguro de todo menos de esto: que él no es él mismo y que se le ha negado su hogar.
6. ¿En pos de qué va a ir ahora? ¿Qué podría encontrar? Alguien que se ha vuelto un extraño para sí mismo no puede encontrar un hogar no importa dónde lo busque, pues él mismo ha imposibilitado su regreso. Está perdido a menos que un milagro venga y le muestre que ya no es un extraño. El milagro vendrá. Pues su Ser sigue morando en su hogar. Y su Ser no ha invitado a ningún extraño ni se ha confundido a Sí Mismo con ningún pensamiento ajeno a Él. E invocará a los Suyos a que vengan a Él en reconocimiento de lo que es Suyo.
7. ¿Quién es el extraño? ¿No es acaso aquel a quien tu Ser no invoca? Ahora eres incapaz de reconocer a ese extraño que merodea entre vosotros, al haberle cedido tu legítimo lugar. No obstante, tu Ser está tan seguro de lo que es Suyo como Dios lo está de Su Hijo. Dios no está confundido con respecto a Su Creación. Está seguro de lo que es Suyo. Ningún extraño se puede interponer entre Su Conocimiento y la realidad de Su Hijo. Él no sabe de extraños. Él está seguro de Quién es Su Hijo.
8. La certeza de Dios es suficiente. A aquel a quien Él reconoce como Su Hijo le corresponde estar allí donde Él ubicó a Su Hijo para siempre. Él ha contestado tu pregunta: “¿Quién es el extraño?” Oye Su Voz asegurarte, con serenidad y certeza, que no eres un extraño para tu Padre, ni tu Creador se ha vuelto un extraño para ti. Aquel a quien Dios se ha unido es eternamente uno, pues en Él está en su hogar y no es un extraño para sí mismo.
9. Hoy damos gracias de que Cristo haya venido a buscar en el mundo lo que es Suyo. Su visión no ve extraños, sino que contempla a los Suyos y se une a ellos jubilosamente. Ellos Lo ven como un extraño, pues no se reconocen a sí mismos. No obstante, a medida que Le den la bienvenida, se acordarán. Y Él los conducirá dulcemente de regreso a su hogar, donde les corresponde estar.
10. Cristo no se olvida de nadie. No deja de darte ni uno solo de tus hermanos para que los recuerdes a todos, de manera que tu hogar pueda ser pleno y perfecto, tal como fue establecido. Él no se ha olvidado de ti. Mas tú no Lo podrás recordar hasta que contemples todo tal como Él lo hace. El que niega a su hermano lo está negando a Él, por lo tanto, se está negando a aceptar el don de la visión mediante el cual puede reconocer a su Ser claramente, recordar su hogar y alcanzar la salvación.

03/08/2025

DIRECTO A NUESTRA ALMA .
"Cuánto más te ames, menos amor necesitarás.
Por lo tanto, al no necesitarlo, no construirás ni sostendrás relaciones conflictivas.
Sólo vendrán a tu vida personas de luz y sabiduría, y si no fuera así, se marcharán rápidamente.
Al no necesitar amor te expresaras siempre como deseas y seguirás a tu corazón todo el tiempo, ya que no tendrás miedo al rechazo, ni al juicio, ni a la soledad, ni a la carencia o al abandono.
Como tu corazón estará lleno de ti, sentirás que el mundo entero es más pequeño.
Sentirás que el mundo está dentro de ti y no tú dentro de él. Todo lo disfrutarás en su justa medida.
Saldrás al cine, a cenar, harás deporte y otras actividades, pero nada, absolutamente nada, te dará un placer mayor que cuando cierras los ojos y sientes ese amor en tu corazón; ese amor que te ganaste tras años de sanar y aceptar tus heridas; tras años de permanecer en silencio; tras años de hacer lo que viniste a hacer a este mundo sin distraerte: evolucionar.
De eso se trata el camino espiritual: de no distraerte.
Si te distraes, procura siempre que sea a plena conciencia.
Elige la distracción pero nunca permitas distraerte inconscientemente y engañarte con que la felicidad está afuera. Usa al mundo pero no permitas que te use a ti.
Disfruta de todo pero no necesites nada.
Tienes que lograr vivir de tal manera que puedas prescindir de las personas y de los objetos.
Esa será la prueba de que has recuperado el contacto con tu alma".

01/08/2025

LECCIÓN 159

Doy los milagros que he recibido.

1. Nadie puede dar lo que no ha recibido. Para dar algo es preciso poseerlo antes. En este punto las leyes del Cielo y las del mundo coinciden. Pero en este punto difieren también. El mundo cree que para poseer una cosa tiene que conservarla. La salvación enseña lo contrario. Dando es como reconoces que has recibido. Es la prueba de que lo que tienes es tuyo.

2. Comprendes que estás sano cuando ofreces curación. Aceptas que el perdón se ha consumado en ti cuando perdonas. En tu hermano te reconoces a ti mismo, y así te das cuenta de que eres pleno. No hay milagro que no puedas dar, pues todos te han sido dados. Recíbelos ahora abriendo el almacén de tu mente donde se encuentran y dándoselos al mundo.

3. La visión de Cristo es un milagro. Viene de mucho más allá de sí misma, pues refleja el Amor Eterno y el renacimiento de un amor que, aunque nunca muere, se ha mantenido velado. La visión de Cristo representa el Cielo, pues lo que ve es un mundo tan semejante al Cielo que lo que Dios creó perfecto puede verse reflejado en él. En el espejo tenebroso que el mundo presenta sólo se pueden ver imágenes distorsionadas y fragmentadas. El mundo real simboliza la pureza del Cielo.

4. La visión de Cristo es el milagro del que emanan todos los demás milagros. Es su fuente, y aunque permanece con cada milagro que das, sigue siendo tuya. Es el vínculo mediante el cual el que da y el que recibe se unen en el proceso de extensión aquí en la tierra, tal como son uno en el Cielo. Cristo no ve pecados en nadie. Y ante Su vista, los que están libres de pecado son todos uno. Su santidad les fue otorgada por Su Padre y por Él Mismo.

5. La visión de Cristo es el puente entre los dos mundos. Y puedes tener absoluta confianza en que Su poder te sacará de este mundo y te llevará a otro que ha sido santificado por el perdón. Las cosas que aquí parecen completamente sólidas, allí son meras sombras, transparentes, apenas visibles, a veces relegadas al olvido e incapaces de poder opacar la luz que brilla más allá de ellas. A la visión se le ha restituido la santidad y ahora los ciegos pueden ver.

6. Éste es el único regalo del Espíritu Santo, el tesoro al que puedes recurrir con absoluta certeza para obtener todas las cosas que puedan contribuir a tu felicidad. Todas ellas se encuentran ya aquí, y se te dan sólo con que las pidas. Aquí las puertas no se cierran nunca, y a nadie se le niega la más mínima petición ni su necesidad más apremiante. No hay enfermedad que no esté ya curada, carencia que no se haya suplido, ni necesidad que no haya sido satisfecha en éste, el áureo tesoro de Cristo.

7. Aquí es donde el mundo recuerda lo que perdió cuando fue construido. Pues aquí se le repara y se le renueva, pero bajo una nueva luz. Lo que estaba destinado a ser la morada del pecado se convierte ahora en el centro de la redención y en el hogar de la misericordia, donde todos los que sufren son curados y se les da la bienvenida. A nadie se le niega la entrada a este nuevo hogar donde su salvación le aguarda. Nadie es un extraño aquí. Nadie le pide nada salvo el regalo de aceptar la bienvenida que se le ofrece.

8. La visión de Cristo es la tierra santa donde las azucenas del perdón echan raíces. Ése es su hogar. Desde ahí se pueden llevar de vuelta al mundo, pero nunca podrán crecer en sus tierras estériles y superficiales. Tienen necesidad de la luz y del calor, así como del amoroso cuidado que la caridad de Cristo les provee. Necesitan el amor con el que Él las contempla. Y se convierten en Sus emisarias, que dan tal como recibieron.

9. Toma lo que quieras de Su depósito para que sus tesoros puedan multiplicarse. Las azucenas no abandonan su hogar cuando se traen al mundo. Sus raíces aún siguen allá. No abandonan su fuente, sino que llevan su beneficencia consigo y convierten al mundo en un jardín como aquel del que vinieron y al que retornarán con una fragancia todavía mayor. Ahora son doblemente benditas. Han transmitido los mensajes de Cristo que traían y éstos les han sido devueltos. Y ellas se los llevan gustosamente de vuelta a Él.

10. Contempla el caudal de milagros desplegados ante ti para que los des. ¿No eres acaso merecedor de esos mismos regalos cuando Dios Mismo dispuso que se te dieran? No juzgues al Hijo de Dios, sino sigue el camino que Dios ha señalado. Cristo ha soñado el sueño de un mundo perdonado. Ése es Su regalo, por medio del cual puede tener lugar una dulce transición de la muerte a la vida; de la desesperación a la esperanza. Permitámonos por un instante soñar con Él. Su sueño nos despierta a la verdad. Su visión nos proporciona los medios para regresar a nuestra eterna santidad en Dios, la cual nunca perdimos.

30/07/2025

LECCIÓN 158
Hoy aprendo a dar tal como recibo.
1. ¿Qué se te ha dado? Se te ha dado el conocimiento de que eres una mente, de que te encuentras en una Mente y de que no eres sino mente, por siempre libre de pecado y totalmente exento de miedo al haber sido creado del Amor. No has abandonado tu Fuente, por lo tanto, sigues siendo tal como fuiste creado. Esto se te dio en forma de un conocimiento que no puedes perder. Ese conocimiento se le dio asimismo a todos los seres vivos, pues sólo mediante él viven.
2. Has recibido todo esto. No hay nadie en este mundo que no lo haya recibido. No es éste el conocimiento que tú transmites, pues es el conocimiento que la Creación otorgó. No es algo que se pueda aprender. ¿Qué es, entonces, lo que vas a aprender a dar hoy? Nuestra lección de ayer evocó un tema que se expone al principio del texto. La experiencia, a diferencia de la visión, no puede compartirse de manera directa. La revelación de que el Padre y el Hijo son uno alboreará en toda mente a su debido tiempo. Sin embargo, ese momento lo determina la mente misma, pues es algo que no se puede enseñar.
3. Ese momento ya ha sido fijado. Esto parece ser bastante arbitrario. No obstante, no hay nadie que dé ni un solo paso al azar a lo largo del camino. Ya lo dio, aunque todavía no haya emprendido la jornada. Pues el tiempo tan sólo da la impresión de que se mueve en una sola dirección. No hacemos sino emprender una jornada que ya terminó. No obstante, parece como si tuviera un futuro que todavía nos es desconocido.
4. El tiempo es un truco, un juego de manos, una gigantesca ilusión en la que las figuras parecen ir y venir como por arte de magia. No obstante, tras las apariencias hay un plan que no cambia. El guion ya está escrito. El momento en el que ha de llegar la experiencia que pone fin a todas tus dudas ya se ha fijado. Pues la jornada sólo se puede ver desde el punto donde terminó, desde donde podemos mirar hacia atrás e imaginarnos que la emprendemos otra vez y repasar mentalmente lo que sucedió.
5. Un maestro no puede dar su experiencia, pues no es algo que haya aprendido. Ésta se reveló a sí misma a él en el momento señalado. La visión, no obstante, es su regalo. Esto él lo puede dar directamente, pues el conocimiento de Cristo no se ha perdido, toda vez que Él tiene una visión que puede otorgar a cualquiera que la pida. La Voluntad del Padre y la Suya están unidas en el Conocimiento. No obstante, hay una visión que el Espíritu Santo ve porque la Mente de Cristo la contempla también.
6. Ahí el mundo de las dudas y de las sombras se une a lo intangible. He aquí un lugar tranquilo en el mundo que ha sido santificado por el perdón y el amor. Ahí se reconcilian todas las contradicciones, pues ahí termina la jornada. La experiencia—que no se puede aprender, enseñar o ver—simplemente se encuentra ahí. Esto es algo que está más allá de nuestro objetivo, pues trasciende lo que es necesario lograr. Lo que nos interesa es la visión de Cristo. Y esto lo podemos alcanzar.
7. La visión de Cristo está regida por una sola ley. No ve el cuerpo ni lo confunde con el Hijo que Dios creó. Contempla una luz que se encuentra más allá del cuerpo; una idea que yace más allá de lo que se puede palpar; una pureza que no se ve menoscabada por errores, por lamentables equivocaciones o por aterradores pensamientos de culpabilidad nacidos de los sueños de pecado. No ve separación alguna. Y contempla a todo el mundo, en toda circunstancia, evento o suceso, sin que la luz que ve se atenúe en lo más mínimo.
8. Esto se puede enseñar; y todo aquel que quiera alcanzarlo debe enseñarlo. Lo único que es necesario es el reconocimiento de que el mundo no puede dar nada cuyo valor pueda ni remotamente compararse con esto, ni fijar un objetivo que sencillamente no desaparezca una vez que esto se haya percibido. Y esto es lo que vas a dar hoy: no ver a nadie como un cuerpo y saludar a todo el mundo como el Hijo de Dios que es, reconociendo que es uno contigo en santidad.
9. Así es como sus pecados le son perdonados, pues la visión de Cristo tiene el poder de pasarlos a todos por alto. En Su perdón se desvanecen. Al ser imperceptibles para el Uno, simplemente desaparecen, pues la visión de la santidad que se halla más allá de ellos viene a ocupar su lugar. No importa la forma en que se manifestaban, ni lo enormes que parecían ser ni quién pareció sufrir sus consecuencias. Ya no están ahí. Y todos los efectos que parecían tener desaparecieron junto con ellos, al haber sido erradicados para ya nunca más volver.
10. Así es como aprendes a dar tal como recibes. Y así es como la visión de Cristo te contempla a ti también. Esta lección no es difícil de aprender si recuerdas que en tu hermano te ves a ti mismo. Si él se encuentra inmerso en el pecado, tú también lo estás; si ves luz en él, es que te has perdonado a ti mismo tus pecados. Cada hermano con quien hoy te encuentres te brinda una nueva oportunidad para dejar que la visión de Cristo brille sobre ti y te ofrezca la Paz de Dios.
11. Es irrelevante cuándo ha de llegar esta revelación, pues no tiene nada que ver con el tiempo. No obstante, el tiempo aún nos tiene reservado un regalo, en el que el verdadero conocimiento se refleja de manera tan precisa que su imagen comparte su invisible santidad y su semejanza resplandece con su amor inmortal. Nuestra práctica de hoy consiste en ver todo con los ojos de Cristo. Y mediante los santos regalos que damos, la visión de Cristo nos contempla a nosotros también.

30/07/2025

LECCIÓN 157

En Su Presencia he de estar ahora.

1. Éste es un día de silencio y confianza. Es un periodo especial y prometedor en el calendario de tus días. Es un periodo que el Cielo ha reservado para brillar y verter sobre él una luz perenne en la que se oyen ecos de la eternidad. Este día es santo, pues marca el comienzo de una nueva experiencia; una manera de sentir y concienciar distinta. Han sido muchos los días y las noches que has pasado celebrando la muerte. Hoy vas a aprender a sentir el júbilo de la vida.
2. Éste es otro punto crucial en el programa de estudios. Añadimos ahora una nueva dimensión: una nueva experiencia que arroja luz sobre todo lo que ya hemos aprendido y nos prepara para lo que todavía nos queda por aprender. Nos lleva a las puertas donde finaliza el aprendizaje y donde captamos un atisbo de lo que se encuentra mucho más allá de lo que el aprendizaje puede lograr. Nos deja aquí por un momento y nosotros seguimos adelante, seguros de nuestro rumbo y de nuestro único objetivo.
3. Hoy se te concederá tener un atisbo del Cielo, aunque regresarás nuevamente a las sendas del aprendizaje. No obstante, has llegado lo suficientemente lejos en tu camino para poder alterar el tiempo, superar sus leyes y adentrarte en la eternidad por un rato. Aprenderás a hacer esto cada vez más, a medida que cada lección, fielmente practicada, te lleve con mayor rapidez a ese santo lugar y te deje, por un momento, con tu Ser.
4. Él dirigirá tu práctica hoy, pues lo que estás pidiendo ahora es lo que Su Voluntad dispone. Y al haber unido tu voluntad a la Suya en este día, es imposible que no se te conceda lo que estás pidiendo. No necesitas más que la idea de hoy para iluminar tu mente y dejar que descanse en tranquila expectación y en sereno gozo, desde los que dejas atrás rápidamente al mundo.
5. A partir de hoy, tu ministerio adquirirá un genuino fervor y una luminosidad que se transmitirá desde las yemas de tus dedos hasta aquellos a quienes toques, y que bendecirá a todos los que contemples. Una visión llegará a todos aquellos con quienes te encuentres, a todos aquellos en quienes pienses y a todos aquellos que piensen en ti. Pues la experiencia que has de tener hoy transformará tu mente de tal manera que se convertirá en la piedra de toque de los santos Pensamientos de Dios.
6. Hoy tu cuerpo será santificado, al ser su único propósito ahora iluminar el mundo con la visión de lo que has de experimentar en este día. Una experiencia como ésta no se puede transmitir directamente. No obstante, deja en nuestros ojos una visión que podemos ofrecerles a todos para que puedan tener lo antes posible la misma experiencia en la que el mundo se olvida calladamente y el Cielo se recuerda por un tiempo.
7. A medida que esta experiencia se intensifica y todos tus objetivos excepto éste dejan de ser importantes, el mundo al que retornas se acerca un poco más al final del tiempo, se asemeja algo más al Cielo en todo y su liberación estará cada vez más cerca. Y tú que le brindas luz llegarás a verla con más certeza; la visión con mayor nitidez. Mas llegará un momento en que no retornarás con la misma forma en la que ahora apareces, pues ya no la necesitarás. Pero por ahora tiene un propósito y lo cumplirá adecuadamente.
8. Hoy nos embarcamos en un viaje con el que jamás has soñado. Pero el Santísimo, el Dador de los sueños felices de vida, el Traductor de la percepción a la verdad, el santo Guía al Cielo que se te ha dado, ha soñado por ti esta jornada que emprendes y das comienzo hoy, con la experiencia que este día te ofrece para que sea tuya.
9. En la Presencia de Cristo hemos de estar ahora, serenamente inconscientes de todo excepto de Su radiante faz y de Su Amor perfecto. La visión de Su faz permanecerá contigo, pero llegará un instante que transcenderá toda visión, incluida ésta, la más sagrada. Esto es algo que jamás podrás enseñar porque no lo adquiriste mediante el aprendizaje. No obstante, la visión habla del recuerdo de lo que supiste en ese instante y de lo que, sin duda, habrás de saber de nuevo.

29/07/2025

LECCIÓN 156

Camino con Dios en perfecta santidad.

1. La idea de hoy no hace sino expresar la simple verdad que hace que el pensamiento de pecado sea imposible. Esta idea nos asegura que la culpabilidad no tiene causa, y que, por lo tanto, no existe. Es la consecuencia lógica de la idea fundamental que tan a menudo se menciona en el texto, la cual reza así: las ideas no abandonan su fuente. Si esto es verdad, ¿cómo ibas a poder estar separado de Dios? ¿Cómo ibas a poder caminar por el mundo solo y separado de tu Fuente?

2. No somos inconsistentes con los pensamientos que presentamos en nuestro programa de estudios. La verdad tiene que ser verdad de principio a fin, si es que es la verdad. No puede contradecirse a sí misma, ni ser dudosa en algunas partes y segura en otras. No puedes caminar por el mundo separado de Dios porque no podrías existir sin Él. Él es lo que tu vida es. Donde tú estás, Él está. Hay una sola vida. Ésa es la vida que compartes con Él. Nada puede estar separado de Él y vivir.

3. Y ahí donde Él está tiene que haber santidad así como vida. Él no posee ningún atributo que no comparta con todas las cosas vivientes. Todo lo que vive es tan santo como Él, pues lo que comparte Su vida es parte de la Santidad y no puede ser pecaminoso, de la misma manera en que el sol no puede elegir ser de hielo, el mar estar separado del agua o la hierba crecer con las raíces suspendidas en el aire.

4. Hay una luz en ti que jamás puede extinguirse y cuya presencia es tan santa que el mundo se santifica gracias a ti. Todo lo que vive no hace sino ofrecerte regalos y depositarlos con gratitud y alegría ante tus pies. El aroma de las flores es su regalo para ti. Las olas se inclinan ante ti, los árboles extienden sus brazos para protegerte del calor y sus hojas tapizan el suelo para que camines sobre algo mullido, mientras que el sonido del viento amaina hasta convertirse en un susurro en torno a tu santa cabeza.

5. La luz que refulge en ti es lo que el universo ansía contemplar. Todas las cosas vivientes se detienen en silencio ante ti, pues reconocen a Aquel que camina a tu lado. La luz que llevas contigo es la suya propia. Y así, ven en ti su propia santidad, y te saludan como salvador y como Dios. Acepta su reverencia, pues le corresponde a la Santidad Misma, que camina a tu lado, transformando con Su dulce Luz todas las cosas en Su semejanza y en Su pureza.

6. Así es como opera la salvación. Al tú hacerte a un lado, la luz que refulge en ti da un paso adelante y envuelve al mundo. No proclama que el castigo y la muerte vayan a ser el final del pecado. Éste desaparecerá entre jolgorios y risas, pues se recono­cerá su extraña absurdidad. Es un pensamiento descabellado, un sueño tonto, ridículo quizá, pero no temible. Mas ¿quién pospondría un solo instante su acercamiento a Dios a cambio de un capricho tan absurdo?

7. No obstante, tú has desperdiciado muchos, pero que muchos años precisamente en este pensamiento descabellado. El pasado ha desaparecido junto con todas sus fantasías. Éstas ya han dejado de hacer presa en ti. El acercamiento a Dios se avecina. Y en el pequeño espacio de duda que todavía queda, es posible que pierdas de vista a tu Compañero y que lo confundas con el sueño ancestral e insensato que ya pasó.

8. “¿Quién camina a mi lado?” Debes hacerte esta pregunta mil veces al día hasta que la certeza haya aplacado toda duda y establecido la paz. Deja que hoy cesen las dudas. Dios habla por ti al contestar tu pregunta con estas palabras:

Camino con Dios en perfecta santidad. Ilumino el mundo, ilumino mi mente, así como todas las mentes que Dios creó una conmigo.

26/07/2025

LECCIÓN 155

Me haré a un lado y dejaré que Él me muestre el camino.

1. Hay una manera de vivir en el mundo que no es del mundo, aunque parezca serlo. No cambias de apariencia, aunque sí sonríes mucho más a menudo. Tu frente se mantiene serena; tus ojos están tranquilos. Y aquellos que caminan por el mundo como tú lo haces reconocen en ti a uno de los suyos. No obstante, los que aún no han percibido el camino también te reconocerán y creerán que eres como ellos, tal como una vez lo fuiste.
2. El mundo es una ilusión. Los que eligen venir a él andan buscando un lugar donde poder ser ilusiones y eludir su propia realidad. Mas cuando se dan cuenta de que su realidad se encuentra incluso aquí, entonces se hacen a un lado y dejan que ésta les muestre el camino. ¿Qué otra alternativa tienen realmente? Dejar que las ilusiones vayan delante de la verdad es una locura. Mas dejar que las ilusiones se rezaguen detrás de la verdad y que ésta se alce como lo que es, es simplemente muestra de cordura.
3. Ésta es la sencilla decisión que vamos a tomar hoy. La demente ilusión seguirá siendo evidente por un tiempo para ser contemplada por aquellos que decidieron venir y que aún no han experimentado el regocijo de descubrir que se equivocaron al tomar esa decisión. No pueden aprender directamente de la verdad, puesto que niegan haberse equivocado. Y así, tienen necesidad de un Maestro que pueda percibir su demencia, pero que pueda ver también más allá de la ilusión la simple verdad que mora en ellos.
4. Si la verdad exigiese que renunciasen al mundo, les parecería como si se les estuviera pidiendo que sacrificasen algo que es real. Muchos han elegido renunciar al mundo cuando todavía creían que era real. Y como resultado, se han visto abatidos por una sensación de pérdida y, por consiguiente, no se han liberado. Otros no han elegido otra cosa que el mundo, y su sensación de pérdida ha sido aún mayor, lo cual no han sido capaces de entender.
5. Entre estas dos sendas hay un camino que conduce más allá de cualquier clase de pérdida, pues tanto el sacrificio como la privación se abandonan de inmediato. Éste es el camino que se te pide recorrer ahora. Caminarás por esta senda como otros lo hacen, y aunque no parezcas ser distinto de ellos, ciertamente lo serás. Por lo tanto, podrás ayudarlos al mismo tiempo que te ayudas a ti mismo, y encauzar sus pasos por el camino que Dios ha despejado para ti y para ellos por mediación tuya.
6. La ilusión aún parece estar ceñida a ti, a fin de que puedas relacionarte con ellos. Sin embargo, ha retrocedido. Y no es de ilusiones de lo que te oyen hablar ni son ilusiones lo que les presentas para que sus ojos lo puedan ver y sus mentes entender. La verdad, que va delante de ti, tampoco puede hablarles a través de ilusiones, pues este camino conduce ahora más allá de la ilusión, y mientras sigues adelante los llamas para que te sigan.
7. Todos los caminos conducen finalmente a éste. Pues el sacrificio y la privación son sendas que no llevan a ninguna parte, decisiones que conducen al fracaso, así como metas que jamás se podrán alcanzar. Todo esto retrocede a medida que la verdad se alza en ti para que conduzcas a tus hermanos lejos de los caminos de la muerte y los encamines por la senda de la felicidad. Su sufrimiento es pura ilusión. Sin embargo, necesitan un guía que los ayude a escapar de él, pues confunden las ilusiones con la verdad.
8. Tal es la llamada de la salvación. Te pide que aceptes la verdad y permitas que vaya delante de ti alumbrando la senda que te rescata de la ilusión. No se trata de un rescate que tenga un precio, pues no cuesta nada y sólo te aporta ganancias. Las ilusiones tan sólo dan la impresión de mantener al santo Hijo de Dios encadenado. Es únicamente de las ilusiones de lo que se le salva. A medida que éstas retroceden, vuelve a encontrarse a sí mismo.
9. Camina seguro ahora, pero con cautela, ya que esta senda es nueva para ti. Puede que descubras que aún te sientes tentado de ir delante de la verdad y de dejar que las ilusiones sean tu guía. Tus santos hermanos te fueron dados para que siguieran tus pasos conforme tú caminas seguro de tu propósito hacia la verdad. Ésta va ahora delante de ti para que ellos puedan ver algo con lo que poder identificarse, algo que entiendan que les señale el camino.
10. Al final de la jornada, no obstante, no habrá brecha ni distancia alguna entre la verdad y tú. E igualmente, todas las ilusiones que marchaban por el mismo camino que tú recorres se habrán alejado de ti y no quedará nada que mantenga a la verdad separada de la Compleción de Dios, la cual es tan santa como Él Mismo. Hazte a un lado con fe y deja que la verdad te muestre el camino. No sabes adónde vas. Pero Uno que sabe te acompaña. Deja que Él te guíe junto con los demás.
11. Cuando los sueños se hayan acabado, cuando el tiempo haya cerrado sus puertas a todo lo pasajero y los milagros ya no tengan objeto, el Hijo de Dios no emprenderá más jornadas. Ya no tendrá ningún deseo de ser una ilusión en vez de la verdad. Hacia esto es hacia donde nos encaminamos, a medida que seguimos adelante por el camino que la verdad nos señala. Ésta es nuestra jornada final, la cual llevamos a cabo por todos. No perdamos el rumbo. Pues así como la verdad va delante de nosotros, también va delante de los hermanos que nos seguirán.
12. Nos encaminamos hacia Dios. Haz una pausa y reflexiona sobre esto: ¿Qué camino podría ser más santo, más merecedor de tus esfuerzos, de tu amor y de tu absoluta dedicación? ¿Qué camino podría darte más de lo que es todo u ofrecerte menos y aun así satisfacer al santo Hijo de Dios? Nos encaminamos hacia Dios. La verdad que ahora va delante de nosotros es una con Él y nos conduce allí donde Él siempre ha estado. ¿Qué otro camino sino éste podría ser una senda que preferirías elegir?
13. Tus pies ya están firmemente asentados en el camino que conduce al mundo hacia Dios. No busques otros caminos que puedan llevarte a otro lugar. Los sueños no son guías dignos de ti que eres el Hijo de Dios. No olvides que Él te ha tomado de la mano y te ha dado tus hermanos con la certeza de que eres merecedor de la confianza que Él ha depositado en ti. Él no puede ser engañado. Su Confianza ha hecho que tu trayectoria sea certera y tu meta segura. No les fallarás a tus hermanos ni a tu Ser.
14. Y ahora sólo te pide que pienses en Él por un rato cada día para que pueda dialogar contigo y hablarte de Su Amor, recordándote cuán grande es Su Confianza, cuán infinito Su Amor. En tu Nombre y en el Suyo, que son el mismo, gustosamente practicamos con este pensamiento:
Me haré a un lado y dejaré que Él me muestre el camino, pues deseo recorrer la senda que conduce hasta Él.

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