
19/07/2023
Tres cosas exige Dios de ti, lo correcto, la compasión y la humildad. Cuando Jesús llegó a nuestra vida nos dio la capacidad de vivir en fidelidad y dominio propio, eso es parte del fruto del Espíritu Santo, así mismo nos capacita para vivir con bondad, en compasión, y en humildad. Oh hombre, él te ha declarado lo que es bueno, y qué pide Jehová de ti: solamente hacer justicia y amar misericordia, y humillarte ante tu Dios. Miqueas 6:8 La Biblia es clara, hay cosas correctas e incorrectas, vivir correctamente queda claro, vivir con compasión es un poco mas complejo, porque no solo se trata de ver necesidades sino de suplirlas, cuando tu das un abrazo estas siendo compasivo, cuando donas comida o recursos estas siendo compasivo, incluso si perdonas a quien te hizo daños estas dando compasión. Este tema es mas complejo que lo bueno y lo malo, Dios espera que seas compasivo con los que te rodean, que los ames y muestres gracia. Pero el tema mas difícil de comprender es la humildad, porque la humildad es lo contrario al orgullo, y a nadie le gusta dejar a un lado nuestro orgullo, la humildad es mas amplio que vivir correctamente, o ser compasivo, pues implica tener un concepto real de quien somos, no es dejar que nos pisoteen, pero también significa pisotear a los demás, no es sentirte lo peor, pero reconoces que no eres el mejor y aún estamos muy lejos de serlo. Es considerar el valor de los demás, estar dispuesto a aprender de todos y ponerte a su servicio, la humildad es valorar lo que tenemos y contentarnos con ello, no sintiéndonos menos ni más. Cuando eres humilde es mas fácil relacionarte con las personas, eres agradable, porque te dejas enseñar, aprendes, pero comprendes las diferencias, muchas personas son agorrantes porque no aceptan un error, una falla, no tener humildad te vuelve religioso, te incapacita para las relaciones. Cuando eres humilde reconoces a Dios como la fuente de tu vida, cuando reconoces que tienes un trabajo gracias a Dios, eres humilde, que, aunque tienes un salario es Dios quien te da el trabajo, la salud, fuerza y bienestar, estás siendo humilde, porque reconoces que sin Él nada podrías hacer lograr o tener. Es ese el sentido verdadero de la vida, vivir correctamente, ser compasivo y humilde, eso te enriquece y te llena en verdad.