
27/06/2025
No se arriesguen a ir a estos lugares...
Acudan con los profesionales ☝🏻
😢 Entró caminando al quiropráctico. Hoy solo puede parpadear: el estremecedor caso de Jonathan Buckelew
En 2015, Jonathan, un hombre atlético de 32 años, acudió al quiropráctico por un dolor de cuello. Un simple ajuste derivó en convulsiones y su traslado urgente al hospital. Lo que parecía ser una emergencia tratable se convirtió en una pesadilla: durante 24 horas los médicos no detectaron que estaba sufriendo un derrame cerebral.
El resultado: Síndrome de enclaustramiento. Toda su vida cambió en un instante. Imagina estar completamente consciente, sabiendo quién eres, pero sin poder hablar, ni moverte, y solo comunicarte con el parpadeo de tus ojos o un teclado con la nariz.
Hoy se comunica solo parpadeando, con un teclado especial. Sus padres lo cuidan día y noche. Convirtieron su casa en una especie de hospital. Lo bañan. Lo alimentan. Le limpian las lágrimas cuando pide que lo desconecten.
💔 "Nos parte el alma", dice su padre. "Él quiere salir, vivir. Pero no puede".
En marzo de este año, tras una larga batalla legal, un jurado le otorgó una indemnización de 75 millones de dólares: 29 millones para sus cuidados médicos de por vida y 46 millones por el dolor y el sufrimiento. La justicia reconoció que hubo negligencia médica. Pero no hay cifra que compense lo que perdió: su cuerpo, su voz, su independencia, su vida como la conocía.
Lo que le pasó a Jonathan no fue mala suerte. Fue negligencia. Y fue evitable. Su historia no debería repetirse.