10/09/2025
Treinta años de la Mesa Conchera de la Virgen de los Remedios en la sagrada Cholollan 🐉
El pasado fin de semana, la milenaria, sagrada y cosmopolita Cholollan de Quetzalcóatl (Cholula, Puebla) fue nuevamente testigo de un hecho trascendental: el cumplimiento de 30 años de la instauración de la Mesa Conchera de la Virgen de los Remedios, resguardo vivo del sincretismo entre el culto ancestral a Mayahuel y a Chiconahui Quiahuitl —la Señora de las Nueve Lluvias—, fuerza que nutre la vida, la fertilidad y la memoria de nuestro pueblo.
Durante tres décadas, este oratorio ha abierto sus puertas y su corazón para recibir a cientos de danzantes, no solo de diversas regiones de México, sino también de otros países, en un encuentro que trasciende fronteras y lenguas para converger en un mismo canto, un mismo rezo y una misma intención: mantener vivas nuestras raíces y verlas florecer.
Detrás de este gran camino ceremonial se encuentran la familia Noriega Papaqui y el abuelo Tlatoa, quien ya trascendió al mundo de los ancestros, dejando la herencia de una tradición que se ha sostenido con humildad, entrega y amor. Ellos, con el corazón en las manos, han custodiado esta celebración considerada una de las más importantes dentro de la danza conchera o danza azteca.
Este espacio sagrado ha sido testigo del andar de generaciones de danzantes, del sonar de caracoles y de cantos que unen a tradiciones diversas en un mismo círculo, en una misma danza.
Desde el Centro Ceremonial de Tradición Mexihka Tzompantli Atlixco y la Omeyotl Mekayotl Tlamaxtilia, enviamos nuestro más profundo agradecimiento y bendiciones a quienes han hecho de esta mesa un bastión de resistencia, un resguardo de belleza espiritual y un acto vivo de mexicanidad.
Nuestro reconocimiento especial a todos los que, siguiendo los pasos de padres y abuelos, mantienen viva la llama de la Mexicayotl y la Cholultecayotl, abriendo siempre su corazón, ofreciendo un taquito y un jarrito de agüita al caminante, honrando así la hospitalidad y la generosidad de nuestro pueblo.
Hoy, los proyectos siguen caminando también a través del Calmecac Mexihca donde florece el aprendizaje de nuestra lengua madre, el náhuatl, la Cuenta del Tiempo, la medicina tradicional y los saberes que sostienen nuestra identidad.
Muchas bendiciones y muchos soles más a la familia Noriega Papaqui.
Su labor no es solo historia, es presente y es semilla que germina en el porvenir de nuestro pueblo.
Que siga creciendo y floreciendo la Confederación Mexihca de los Volcanes y el Altepetl Mexihca.
— Kalpulli Tzompantli