Las ITS- Como evitarlas

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¡¡Reflexionemos!!La discriminación afecta a los derechos de las personas con VIH y de su entorno social más cercano. Si ...
27/05/2024

¡¡Reflexionemos!!

La discriminación afecta a los derechos de las personas con VIH y de su entorno social más cercano. Si complicado es, que una persona que vive con VIH visibilice su situación, igual de difícil es encontrar comprensión por parte de familiares, amigos, pareja, etc. También resulta fatigoso, ver como a un miembro de tu familia; a tu pareja, a tu hijo, a tu hermana se la discrimina por el VIH. En muchos casos la soledad y la incomprensión, es quizás, de las cuestiones más dolorosas con las que las personas afectadas tiene que enfrentarse.
Todavía hoy en mi trabajo en ACCAS, me encuentro con casos en las que muchas personas sienten la discriminación en su entorno social, familiar, laboral e incluso en el ámbito sanitario.

Hay que contextualizar lo que ha sucedido desde los inicios de la epidemia en el año 1981 y analizar la información que desde entonces hemos recibido en los medios de comunicación, para entender muchas de las actitudes arraigadas en nuestra sociedad. Esto quizás, nos ayude a hacer una reflexión de nuestra información sobre el VIH y el sida y lo que es más importante, nuestras propias actitudes hacia las personas que viven con VIH.

A pesar de que las leyes protegen a las personas con VIH, siguen siendo frecuentes situaciones como:

•Rechazo por parte de compañeros/as

•Despidos injustificados

•Cambios injustificados de funciones

•Trato diferenciado en promociones laborales

•Falta de confidencialidad médica

•Exigencia de la realización de la prueba sin el correspondiente consentimiento informado.

27/05/2024

"El VIH marco mi vida"

doy mi nombre, prefiero darme a conocerme como Anónimo, tengo 32 años, vivo con el VIH
hace 11 años. Cuando recibí mi diagnostico entré en un estado de shock, estaba perdido en una
nebulosa total, no estaba informado, me sentí triste y confundido, pero luego asumí mi
realidad, que llevaba una vida promiscua y aun así no me sentía culpable, capaz sea porque lo
veía venir, pensaba en muchas, muchas cosas y sentía que mi vida se limitaba por completo.
Le comente a mi hermana el resultado, ella para mi es como mi mama, me contuvo y con ella
me siento protegido en todo momento, hasta hoy cuento con su apoyo y somos fortaleza el
uno como para el otro.
Con el pasar del trajín de este tiempo, el VIH marco mi vida, la forma de cuidarme en todo
momento y replantearme muchas cosas teniendo en cuenta los proyectos que tenia antes, me
volvi mas responsable.
Lo más difícil que me toca en este momento es la parte psicológica, a veces al querer
enamorarme, ahí siento los obstáculos que me impide ser feliz a lado de alguien más todavía
con la duda si me aceptará o no con mi estado, me limito en muchas cosas a buscar lo que
quiero, sobre todo en la parte sentimental. No puedo decir que en nada me afecta, pero me
sorprendió bastante el tipo de gente con el cual me toco lidiar día a día, habiendo tanta
información disponible y métodos para prevención aun haya gente que se sigue descuidando y la ignorancia de confundir VIH con SIDA.

Mi doctor que confío mucho,me sacó de la cabeza que el VIH limita, y que si puedo hacer
lo que me gusta, siempre en base a las condiciones de cuidado personal. A este paso aprendí a
ser una persona un poco más egoista, egoista bien, porque me puse a mí en primer lugar,
aprendí a cuidarme más y estar más tranquilo conmigo mismo.
Siento el miedo de que cada vez que hago mis consultas o retiro mis medicamentos no es
confidencial, el hecho de ir a retirar mis medicamentos y esté a la vista de otros pacientes
siento ese miedo, de la información que maneja todo el personal de salud del servicio de
atención integral, y más todavía me asusta la preparación que tengan para dar una buena
atención en el hospital, respetando la confidencialidad, que es un derecho.
Mi vida no es un ejemplo de vida para los demás, pero si comparto mi experiencia y les
aconsejo que vivan su vida al máximo y se cuiden en todo momento. A la persona que hoy en
dia reciba su diagnostico, le diria que se tranquilice, que hay tratamiento y que esto es una
enfermedad crónica y que sí se puede lograr una mejor calidad de vida, pero ante todo no
dejarse llevar por la desinformación.

"El VIH me enseñó a ser más humano"Soy Greg, tengo 32 años, vivo con el VIH hace 4 años y dos mesesAl conocer mi estado ...
25/05/2024

"El VIH me enseñó a ser más humano"

Soy Greg, tengo 32 años, vivo con el VIH hace 4 años y dos meses
Al conocer mi estado serológico, me quedé sin aire, agarré una toalla y empecé a llorar
despacio para que no me escuche nadie. Cuando me repitieron el examen, asumí que fue
porque salió mal basándome en la experiencia de un amigo que también lo llamaron para
repetir, y asi tué, pero en mi caso no.
La desesperación me invadió por completo, pero en ese tiempo estaba en una relación y mi
pareja fue quien me contuvo, los sentimientos de culpa me invadieron y la fatalidad se hizo
presente en mí. Sin embargo, al llegar a mi casa tuve que estar como si nada hubiera pasado,
esa tarde fui a la casa de una compañera a hacer un trabajo practico tratando de borrar lo que
pasó de mi mente.
Cuando me enteré recién, sólo a dos personas de mi entorno me animé a contarles: a mi mejor
amigo y una compañera de facultad, con el tiempo, le conté a otros dos amigos y conocí el
grupo de autoayuda de la Fundación Vencer, donde participo.
Fui bastante prejuicioso conmigo mismo. Sin embargo, me sorprendió mi capacidad de
abertura mental, antes no me imaginaba tener algún contacto con gente transexual, pero me
di cuenta que muchas de ellas son personas maravillosas, muy simpáticas y definitivamente
conocer personas es enriquecedor. El VIH me enseñó a ser más humano y menos prejuicioso,
pero también generó miedo en mí: el desconocimiento de mi familia acerca de mi enfermedad
o que me pase algo grave y me vea obligado a contarles o que otras personas se enteren, cómo el entorno laboral o antiguos amigos.

Vivir con el VIH no significa estar enfermo y no limita los sueños, a pesar de beber alcohol los
fines de semana y fumar en ocasiones, me siento sano, como bien, hago ejercicios, trabajo
normalmente. El estado serológico no debe afectar tanto la vida de uno a excepción de hacerse
los controles, recibir el tratamiento si es necesario y vivir más cuidadosamente.
Pensamos que es mas placentero tener s**o sin pr********vo, quien diga que no, capaz
mienta, pero a razón que existe esta enfermedad lo más sabio es usar pr********vo, yo nunca
recibí educación sexual en mi casa: nunca me hablaron de pr********vo, nunca me incentivaron
a tener pareja estable, mi orientación sexual siempre se omitió.
Sería bueno que los padres hablen de manera más abierta con sus hijos, respetándolos y
aceptando su orientación sexual, ellos son responsables por enseñarles a quererse y a cuidarse
a su hijos, yo no los tuve, y el Estado cavernario tampoco ayuda asi que, te tienes a ti mismo,
cuídate y si estás recibiendo tu diagnóstico positivo te digo: llora todo lo que debas y cuando
te calmes, levántate, sigue adelante porque se puede vivir perfectamente con VIH.

Hola,mi nombre es lo de menos, no así lo que quiero compartir.Soy una mujer joven y madre. Siempre me realicé los anális...
24/05/2024

Hola,mi nombre es lo de menos, no así lo que quiero compartir.
Soy una mujer joven y madre. Siempre me realicé los análisis de rutina y los resultados eran
negativos. Pero un día eso cambió y me enfrente a una nueva realidad en mi vida, ya que en esa
oportunidad, el VIH fue Reactivo.
Me sentí abatida y mi mundo se vino abajo, eso fue más que nada por la poca información que
tuve de cómo se enfrenta ésto. Un día, acudi a un grupo de apoyo, escuché y conocí a personas
que llevan más de 10 años con el tratamiento y con muy buen estado de salud. Uno siempre
asocia al VIH/SIDA a una muerte prematura y dolorosa. Sin embargo, con un tratamiento
adecuado, uno goza de una excelente calidad de vida.
Destaco que en los grupos de apoyo conocí personas maravillosas que me tendieron la mano
cuando todo lo veía negro en mi vida, ya que no siempre nuestros amigos de toda la vida están
ahí al saber nuestra nueva "situación serológica". Hay veces que hasta la familia se aleja, más
que nada, por la ignorancia.
Sueño con que no exista discriminación hacia la gente que vive con VIH y más allá de la
orientación sexual que tengamos, somos iguales.
Mi reclamo a las autoridades es la falta de educación a la ciudadanía, con la que ayudaría a
detener la propagación de esta epidemia y también, que se garanticen nuestros derechos
humanos, ya que ser Personas Viviendo con VIH no nos convierte en personas de segunda clase.

¡¡Historia de vida!!"Senti morir de un momento a otro"La realidad de uno tras recibir un papel el cual se tiene un resul...
20/05/2024

¡¡Historia de vida!!

"Senti morir de un momento a otro"

La realidad de uno tras recibir un papel el cual se tiene un resultado positivo es indescriptible. Recuerdo que decidi hacerme un chequeo para poder usar mi seguro médico.Tras acceder a una cita con un medico clinico,le solicite una receta para poder realizarme chequeos de rutina,aún suena en mi cabeza cuando el mismo iba marcando cada casilla con lo que sería parte del chequeo de rutina,hasta que llego a VIH/SIDA. Me miri y tras darme una leve sonrisa, pregunto si me deseaba realizar tambien, a lo que conteste afirmetivamente,mientras recordaba la última vez en la cual había leído el diagnóstico de negativo.

A la semana siguiente fui a retirar mis estudios.Al entrar al consultorio del clínico simplemente abrio ante mí la hoja que contenía mis análisis y fue leyendo hasta llegar a VIH/SIDA. Sus palabras fueron directas como quien da un golpe,un NDERAKORE CHAMIGO.Me pasó la hoja para que vea que decía en la misma POSITIVO al Test de Elisa.No hubo palabras de consejería ni consuelo, en su rostro se podía ver que simplemente,queria deshacerse de este incómodo diagnóstico.Al salir del consultario,me dijo que debía ir al Instituto de Medicina Tropical para poder asegurar con un segundo estudio.

Me parecía estar caminando por un sendero sin fin a mis 20 años,me estaba enterando de un diagnóstico que por la poca informacion que tenía,era letal y acabaría conmigo de manera rápida,con suerte o en una agonía,atado a una cama de hospital viendo a mis seres queridos tratando de darme animos y llorando en los rincones tratando de ocultar sus pesares.Sentí morir de momento a otro,lo que seguía era peor,ir a confirmar mi diagnóstico.Tras realizarme los estudios y esperar a una semana y con consejeria por medio,volvi a recibir el mismo diagnóstico, entrnder que mi mundo no acaba colaboraba al entender recién sobre trataba convivir con el VIH.

La doctora que se me asignó fue más que una doctora. A las primeras citas me acompañó mi
madre, a quién conté la situación.
Luego de 10 años de estar con un diagnóstico positivo, puedo decir que muchos de mis
temores, nunca llegaron a fructificar. Comprendo que con una vida sana se puede vivir tal cual,
entre charlas y bromas siempre vemos que estoy igual y mejor que en consultas anteriores. El
diagnóstico que recibí me dio otro panorama, aquel que llega con la madurez, vivir de tal
modo a cuidarme y cuidar a quien esté a mi lado. Los amigos se los puede tener con mayor
confianza pues quedan los que realmente deben estar. Las salidas son tal cual las de antes, me
coloco restricciones no referentes a mi estado de salud, sino más bien por mi profesión o
costumbres ya enraizadas a la fecha con 3l años y con una carrera concluida busco alcanzar
metas nuevas.
A ti, vive la vida al punto de realizar tus metas y anhelos, independientemente de tu estado
serológico. Vívela, no te quedes con las ganas, pero siempre hazlo cuidándote y cuidando a los
demás, teniendo en cuenta que solo cuentas con una vida, la cual es un don.

Hoy les doy a conocer otra historia de vida..Boniface (nombre ficticio), padre de seis hijos y auxiliar de enfermería en...
17/05/2024

Hoy les doy a conocer otra historia de vida..

Boniface (nombre ficticio), padre de seis hijos y auxiliar de enfermería en el hospital Saint Jean de Dieu de Tanguiéta, en el noroeste de Benin, a unos 600 km de Cotonú, tuvo una dolorosa experiencia con la hepatitis viral, una inflamación del hígado causada por un virus, que puede ser mortal.
Durante una donación de sangre rutinaria, se le diagnosticó el virus de la hepatitis C. No tenía síntomas, de ahí su sorpresa al conocer su estado serológico. "Me sentí angustiado, asustado y sorprendido cuando supe el resultado. Me quedé callado. Tenía miedo", recuerda.

Es una enfermedad muy grave. He visto morir a personas que la padecían. Personalmente, no sé cómo contraje el virus", aún se pregunta Boniface a día de hoy.

Al igual que Boniface, muchas personas desconocen los comportamientos y situaciones que conducen a la transmisión de la hepatitis vírica. Según datos de la Agencia Nacional de Transfusión de Sangre de Benin, 1,4 millones de benineses tienen hepatitis A, B o C, lo que significa que uno de cada siete ciudadanos vive con la enfermedad sin saberlo.
Aparte de la hepatitis B, que el público en general sabe que puede transmitirse a través de relaciones sexuales sin protección, los modos de transmisión de los otros tipos son relativamente desconocidos.
"Los modos de transmisión difieren según el tipo de virus".

¡Reflexionemos!Regresar a Diferencia entre VIH y SIDAEnterarte de que tienes VIH es duro, pero con tratamiento y apoyo, ...
13/05/2024

¡Reflexionemos!
Regresar a Diferencia entre VIH y SIDA

Enterarte de que tienes VIH es duro, pero con tratamiento y apoyo, las personas con VIH pueden tener vidas saludables, plenas y largas.

Millones de personas tienen VIH, por lo que definitivamente no estás solx. Además, la mayoría de personas se contagian de al menos una infección de transmisión sexual -ITS- (que antes se conocían como enfermedades venéreas) durante su vida. Tener VIH u otra ITS no es algo por lo que debas sentir vergüenza. No significa que eres una persona “sucia” o mala.
Es normal sentir muchas emociones difíciles después de enterarte de que tienes VIH. Puede que sientas enojo, vergüenza, pena, rabia o que te alteres. Sin embargo, posiblemente te sentirás mejor a medida que pase el tiempo. Tener una buena red de apoyo y asesoramiento realmente ayuda. También hay medicamentos que puedes tomar que ayudan a mantenerte saludable y muchas maneras de evitar transmitir el VIH a tus parejas sexuales. En realidad las personas que tienen VIH pueden tener relaciones, s**o y llevar vidas normales si toman algunas precauciones.
Aunque el VIH no tiene cura, hay medicamentos para ayudar a las personas con VIH a llevar vidas más largas y sanas. El tratamiento para el VIH llamado antirretroviral (TAR), baja la cantidad de VIH que tienes en tu cuerpo (que se conoce como la carga viral). Esto hace dos cosas:

•Reduce (baja) los efectos del VIH en tu cuerpo, lo cual te mantiene saludable

•Baja e inclusive hace que no exista riesgo transmitir el virus a tus parejas sexuales.

Estaba nerviosa. Me encontraba sentada con mi hija en las rodillas frente al profesional sanitario que pronunciaría las ...
12/05/2024

Estaba nerviosa. Me encontraba sentada con mi hija en las rodillas frente al profesional sanitario que pronunciaría las palabras que cambiarían mi vida para siempre: "Su prueba de VIH ha resultado positiva".

Cómo? Sentí frío por el shock. Mi cuerpo se entumeció completamente, mientras las lágrimas comenzaron a recorrer mis mejillas.

Un millón de preguntas asaltaron mi cabeza. En aquel entonces tenía casi treinta años y me preguntaba si llegaría a vivir más allá de los cuarenta. ¿Sería capaz de tener más hijos? ¿Volvería a tener una relación alguna vez? Pero todo lo que pude decir fue una frase: "No, eso no es posible".

Y empecé a recordar cómo había llegado a esa situación.

S**o sin protección
Después de separarme del padre de mi hija, con quien tuve una relación de diez años, me inicié en las citas por internet. Fue ahí donde conocí al hombre que acabó pasándome el virus.

Me volvió loca desde el primer momento. Y fue tan solo poco después de iniciar mi relación con él que contraje el VIH. Él portaba el virus en el momento en que lo conocí, pero no lo sabía en ese entonces. Fue algo que descubrimos juntos.

La primera vez que tuvimos relaciones sexuales usamos protección. Y la siguiente, pero un día nos quedamos sin pr********vos y lo hicimos igual, nos dejamos llevar por el momento. Después, la situación volvió a repetirse una y otra vez.

Creo que cuando empezamos le había preguntado si se había hecho las pruebas, pero estaba tan emocionada de que hubiese alguien nuevo en mi vida que el tema de la salud no me importó en un momento en el que yo tenía la autoestima bastante baja. Quizás hubiese hecho las cosas de otra manera en otras circunstancias.

Decidí hacerme las pruebas porque llevaba un tiempo sintiéndome muy cansada. Había leído que la fatiga es uno de los síntomas del VIH, pero nunca pensé que esa podía ser una posibilidad real.

Los dos nos hicimos la prueba al mismo tiempo, pero mis resultados llegaron antes. Mi pareja vino conmigo a la clínica así que yo misma se lo dije. Empezó a llorar y a pedir disculpas.

Compartir una experiencia tan traumática nos unió más, nos aferramos el uno al otro en busca de apoyo. No estaba enojada en ese momento. Él no sabía que tenía el virus, entonces, ¿cómo podría estar enojada? Y es verdad, él no usó condón, pero tampoco le pedí que lo hiciera.

Vivir con VIH

En sus etapas iniciales, el virus tuvo un fuerte impacto en mi cuerpo. Mi intestino se deterioró gravemente y perdí algo más de 40 kilos en apenas cuatro meses. Me volví frágil y débil.

Me recetaron medicamentos tan pronto como me diagnosticaron, y pronto mi carga viral se volvió indetectable, lo que significa que mi tratamiento redujo la presencia del virus en mi cuerpo a niveles extremadamente bajos.

No es una cura definitiva en absoluto y si dejo de tomar mi medicación, la carga viral aumentará nuevamente.

Pero si alguien ha estado tomando medicamentos eficaces contra el VIH y su carga viral es indetectable durante al menos seis meses, no puede transmitir el virus a través del s**o.

Sigo necesitando condón para protegerme de otras enfermedades de transmisión sexual y me hago exámenes regulares de salud sexual para asegurarme de que estoy bien.

¡Hola amigos! Acontinuación les traigo una historia de vida,con el fin de hacer reflexionar..Con apenas 16 años de edad ...
07/05/2024

¡Hola amigos!
Acontinuación les traigo una historia de vida,con el fin de hacer reflexionar..

Con apenas 16 años de edad decidi tener mi primer encuentro sexual con mi pareja,un hombre de 28 años.

Despues de estó todo marchaba igual,era muy atento conmigo,detallista y aunque parecia que me amaba y prometio siempre estar conmigo,todo cambio despues de que le confezara que me habia contagiado de una ITS,me llamo loca,mentirosa,me insulto de todas las maneras posibles..
Ahí comprendí que no le interesaba en lo más minimo y que mucho menos tendria su apoyo.

Decidi alejarme de él,para poder seguir mi vida,empeze a tomar tratamiento,realmente no a sido facil y espero seguir recuperandome con el pasó del tiempo.

Nunca se entregen a alguien por "Amor" o por sentirse precionadas,sin antes saber el pasado de esa persona o como está de salud.
Pedir exámenes no es tener desconfianza a la persona,aveses es necesario pedirlos para evitar todo tipo de enfermedades e infecciones.

15/04/2024

Hola!
Les doy a conocer algunos puntos importantes y fundamentales del tema..

¡Reflexionar tambien es parte del la salud!Pedir exámenes de control recientes a las parejas sexuales antes de tener un ...
01/04/2024

¡Reflexionar tambien es parte del la salud!

Pedir exámenes de control recientes a las parejas sexuales antes de tener un encuentro sexual no es un acto de “desconfianza”. Se trata más bien de un acto de responsabilidad y de cuidado (propio y del otro). Tener s**o con protección no es “menos rico” o “mojigatería”, es una condición básica para que el s**o sea seguro.

El autocuidado debe ser lo primero y, unido a esto, el cuidado de las personas con quienes decidimos mantener un encuentro sexual. El s**o debe ser ante todo una práctica de cuidado y de responsabilidades compartidas. A las ITS hay que llamarlas por su nombre y hablar de ellas con total libertad para prevenir su transmisión y superar la estigmatización de quienes las viven.

La sífilis o cualquier otra ITS no es una “como una amigdalitis”. Una ITS debe ser abordada como tal, con claridad y sin eufemismos. Hacerse cargo de la propia historia sexual es un acto de sensatez. Ninguna persona es inmune a pasar por una de estas experiencias y es tarea de cada quien contribuir a disminuir la cadena de infección.

A quienes están pasando por algo similar o a quienes ya han pasado y que se siguen recuperando de las grietas que esta experiencia deja, les digo que no estan exagerando, que no estan llevando las cosas “al extremo” y que no tienen por qué ocultar su dolor ni mucho menos permitir que otros los hagan pensar que su bienestar es secundario. Nuestra vida, nuestra salud y nuestro cuidado son prioridad. Y tenemos derecho a vivir una sexualidad plena, segura y placentera.

Hola!Me es un placer saluderles,acontinuación les compartiré una historia de vida,esperando sean respetuosos!Inicié mi v...
25/03/2024

Hola!
Me es un placer saluderles,acontinuación les compartiré una historia de vida,esperando sean respetuosos!

Inicié mi vida sexual con mi primera relación estable con otro hombre. Aunque me cuidé, me contagié de sífilis mientras él me decía “no es tan grave”. Fue una experiencia que me dejó efectos físicos y psicológicos.

Escribir siempre me ha ayudado a sanar y espero que estas palabras también les ayuden a ustedes a tomar conciencia, a cuidarse y a cuidar a otros. La historia que les voy a contar solamente he podido compartirla con personas muy cercanas a mí, a quienes agradezco su apoyo incondicional en este camino que he recorrido.

Hoy decido hacerla pública porque me parece importante reflexionar sobre una vivencia que estoy seguro, lamentablemente, no ha sido solo mía. Sé que ver, escuchar y leer historias de otras personas que han pasado por la misma situación, nos da fuerza para seguir adelante.

Hace algo más de dos años yo, un joven de 22 años, mantuve una relación con un hombre mayor que yo. En ese momento yo no había tenido experiencias sexuales con otro hombre. De hecho, solo había tenido un noviazgo muy breve, mientras que él ya había pasado por varias relaciones, unas más largas que otras y por encuentros sexuales con otros hombres.

En esta relación yo decidí tener mis primeras experiencias sexuales, con protección. Sin embargo, con el paso de los meses, empecé a sentir síntomas extraños en mi cuerpo. No sé muy bien por qué pero desde entonces supe que se trataba de una infección de transmisión sexual (ITS).

Cuando quise comunicar mis sospechas a quien era mi pareja, recibí respuestas que me hacían sentir como si yo estuviera exagerando e incluso percibí cierta molestia por desconfiar de él. En todo caso, me hice unos exámenes que salieron negativos, lo que hizo que él siguiera en su postura.

Pero yo seguía sintiéndome mal y con síntomas cada vez más raros. Mi cuerpo me seguía pidiendo ayuda y por fortuna nunca dejé de escucharlo, aunque mi pareja quisiera hacerme creer que estaba llevando la situación a “extremos”. En efecto, los segundos exámenes confirmaron lo que desde el comienzo intuí: sífilis.

Al menos supe qué pasaba. Empecé el tratamiento y, de manera paralela, comenzaron los seis meses más tortuosos de mi vida, pues tenía miedo de que también pudiera ser VIH positivo. Seguí haciéndome los exámenes de manera periódica y afortunadamente el resultado fue siempre negativo.

En ese entonces, la respuesta de “eres un exagerado” se transformó en “es solo sífilis, de eso se sale” o “eso es como una amigdalitis, tiene el mismo tratamiento”. Era evidente que este sujeto quería restarle valor a lo que yo estaba viviendo. Era mejor hacerme creer eso porque seguramente temía que su círculo social y profesional se enterara.

Desde que todo esto comenzó, yo sabía que lo que menos quería era seguir con alguien a quien mi bienestar le importaba un carajo, pero continué la relación otros meses más porque pensaba que él tenía la responsabilidad de acompañarme a salir de la situación en la que me encontraba.

Luego entendí que el tema era solamente mío o ¿cómo le iba a pedir a alguien que ni siquiera era capaz de asumir la situación a que me acompañara a salir de una experiencia que para mí estaba siendo traumática?

“Para mí ha sido un trabajo arduo transformar la idea que me quedó de que el s**o es una práctica peligrosa y dañina”.
La ITS que sufrí se dio en una relación de pareja como parte de encuentros sexuales consensuados. Sin embargo, hay algo que he pensado a lo largo de este tiempo y es que, en muchos casos, estos contagios son una forma de violencia sexual porque atentan contra nuestro cuerpo, nuestra salud y bienestar y afectan una vivencia plena y tranquila de la sexualidad.

Y se vuelve una experiencia aún más violenta cuando la persona que uno espera que lo acompañe a salir de ese mierdero, nos quiere hacer creer que estamos “locos”, “exagerando” o que “es como una amigdalitis”, intentando ocultar una situación que, al menos en mi caso, me trajo unos profundos efectos físicos y psicológicos.

Soy consciente de que muchas personas ignoran que tienen una ITS, pero cada quien tiene la responsabilidad de hacerse cargo de su vida sexual y, antes de tener encuentros sexuales con otras personas, conocer con claridad cómo está su cuerpo al respecto. También es clave no olvidar que tener s**o sin protección siempre será una práctica riesgosa.

Dirección

Ignacio Manuel Altamirano
Atoyac De Alvarez

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