16/10/2025
☝️ 🤓 Sabías que...
La estructura ósea del pie 🦶 te proporciona equilibrio y movimiento en armonía
El pie humano está formado por 26 huesos 🦴 distribuidos en tres zonas principales: tarso, metatarso y falanges. Su diseño anatómico permite sostener el peso corporal, absorber el impacto al caminar y generar impulso durante cada paso 👣.
En la parte posterior se ubica el calcáneo, el hueso más grande del pie, que sirve como base de apoyo y punto de anclaje del tendón de Aquiles. Justo encima se encuentra el tálus, que se articula con la tibia y la fíbula, formando la unión del tobillo, fundamental para los movimientos de flexión y extensión del pie.
El mediopié está compuesto por el navicular, los tres cuneiformes y el cuboide. Estas piezas óseas conforman los arcos plantares medial y lateral, proporcionando elasticidad, resistencia y una distribución uniforme del peso corporal.
Los metatarsos, cinco huesos largos ubicados en la parte media del pie, funcionan como palancas que transmiten la fuerza desde el tarso hacia los dedos. Finalmente, las falanges en número variable según el dedo completan la estructura y posibilitan el despegue del pie en cada paso, además de la adaptación a distintas superficies.
Cada uno de estos huesos trabaja en conjunto con ligamentos, músculos y tendones, creando un sistema que combina fuerza, flexibilidad y estabilidad. Los arcos del pie longitudinal medial, longitudinal lateral y transverso actúan como amortiguadores naturales que reducen el impacto del cuerpo contra el suelo.
Cuando esta coordinación se ve alterada por sobrecarga o lesiones, pueden aparecer afecciones como la fascitis plantar, el dolor metatarsal o deformaciones digitales. Conocer la disposición de los huesos como el calcáneo, tálus, navicular, cuneiformes, cuboide, metatarsos y falanges resulta esencial para entender la biomecánica del pie y su papel fundamental en el movimiento humano.