24/08/2024
¡Cuidado porque la vida se nos va mientras vemos a otros disfrutarla!
En medio de la constante evolución de la sociedad humana, hoy en día es más sencillo observar cómo disfruta su vida alguien que se encuentra del otro lado del planeta, que disfrutar nuestra propia vida. Hemos ido dejando de "hacer" para cada día observar más a otros. Percibimos al "hacer" como algo incómodo y, por el contrario, al hecho de observar a los demás lo percibimos como algo muy cómodo. DEFINITIVAMENTE SIEMPRE SERÁ MÁS GRATIFICANTE SER PROTAGONISTA QUE ESPECTADOR. En ocasiones evitamos a toda costa exponernos ante los demás, o peor aún, ante nosotros mismos. Somos incapaces de intentar muchas cosas por temor a fallar o por temor a nuestras propias críticas. Nos da terror la idea de descubrir que no somos buenos en algo. Muchos no solo ven las vidas de otros, sino que también juzgan y señalan de manera ofensiva a los pocos que sí lo intentan, a los que sí lo hacen, a los que viven su propia vida. Los señalan desde un aparato en la comodidad de lo digital, se atrincheran detrás de la colectividad buscando su respaldo, listos para lanzar piedras sin aceptar responsabilidades.
Una persona que solo ve la vida de otros se encuentra perdida y privada de la gran oportunidad a la que ha sido acreedora al nacer: “La oportunidad de vivir y disfrutar su propia vida”.
¿Pero cómo saber si vemos más la vida de otros de lo que vivimos la propia?
Cuando me gusta la cocina, pero paso más tiempo viendo programas de cocina o recetas en lugar de crear mis propios platillos, cuando me gusta el futbol, pero en lugar de jugarlo solo lo veo en la televisión, cuando me intereso por los animales, pero solo sigo en redes a personas que los rescatan y cuidan, cuando a la naturaleza solo la conozco en las pantallas de alta definición gracias a alguien más que estuvo ahí y lo grabó, etc.
No me malinterpretes, la tecnología siempre nos ha ayudado a vivir mejor. También es bueno admirar los talentos de otros y enterarnos de las buenas cosas que hay en lugares lejanos a los que no hemos podido llegar, pero siempre y cuando no dejemos de hacer lo nuestro. Que observarlos no solo sirva de distracción, sino de inspiración y nos motive a actuar. En general creo que deberíamos “hacer” más y distraernos menos.
Cuando dejamos de “hacer” para solo observar a otros, estamos dejando de "Ser", nos estamos perdiendo. Nuestra verdadera situación no es la que suponemos mientras observamos a los demás a través de una pantalla. NO PORQUE NOS GUSTE LO BUENO Y DE CALIDAD SIGNIFICA QUE SOMOS BUENOS Y DE CALIDAD. Nuestra verdadera situación es la que refleja el espejo, tanto en el sentido literal como en el figurado. Deja de ver a los demás, obsérvate antes que a los demás, critícate antes que a los demás, ayúdate antes que a los demás, dedícate tiempo antes que a los demás.
Ignorar nuestra situación solo la empeora. Bueno sería que al ignorarla no pasara nada, pero por el contrario, empeora. En su lugar debemos observarnos aunque nos sea incómodo, para después, aceptarnos aunque nos sea vergonzoso. Una vez que conocemos y aceptamos nuestra verdadera situación podemos mejorarla. ¿Pero cómo mejorarla? Cocinando más de lo que vemos a los demás cocinar, jugando más al futbol de lo que lo vemos en la televisión, etc. En otras palabras, dedicando más tiempo a “hacer” que a ser espectadores de lo que otros hacen.
A veces pareciera que nuestras vidas trataran solo de nuestros gustos y preferencias, de tener una lista mental de lo que nos gusta y asumir que somos y representamos esa lista. ¿Pero cuánto de esa lista realmente somos?
La vida por sí misma es un gran regalo, tú tienes el poder de disfrutarla o simplemente dejarla pasar.
¡Observemos y vivamos nuestra propia vida, no la de otros!