
27/01/2024
Sentirse como unidad, que no se nos olvide!
{La hora sagrada}
Esa primera hora de vida, de existencia. Esos primeros minutos que marcarán nuestra bienvenida y nuestro cerebro. Esos primeros instantes en que el mundo se para para ambos. Y solo existimos tu y yo. Nadie más. Tiempo para mirarte, olerte, reconocerte, besarte. Tiempo para tocarnos. Para crear nuestra primera impronta, para iniciar el vínculo. Tiempo clave para establecer nuestra lactancia sin prisas, sin interferencias, sin manos ajenas. Simplemente dejándote oler y buscar, como buen mamífero que eres. Tiempo sagrado que no debería ser jamás perturbado, estorbado. Porque una pequeña separación interfiere en la gran cascada hormonal que estamos viviendo. La oxitocina corre por nuestras venas, para enamorarnos. Para reducir el riesgo de hemorragia. Para que la lactancia se inicie de forma exitosa. La oxitocina es la culpable de todo este extasis que estamos sintiendo, este amor incondicional, este instinto animal y salvaje que ya siento para protegerte de cualquier peligro, cualquier extraño. Esta hora sagrada es nuestra. Todo lo demás puede y debe esperar. Que el mundo se pare un momento, porque este instante no se repite.
Fotografía de