18/11/2025
“YO SOLO QUERIA CURARME LA RESACA Y ME QUEDE SIN HIGADO”
Era un hombre de 32 años, estudiante de posgrado, que llegó a urgencias con dolor abdominal intenso y ojos amarillentos.
El fin de semana había salido a celebrar. Bebió mucho, demasiado.
Al día siguiente despertó con la típica resaca: dolor de cabeza, cansancio, náusea.
Fue a la farmacia, compró paracetamol, y lo tomó cada pocas horas “para sentirse mejor”.
No parecía un exceso: 500 mg aquí, 1 gramo allá.
Pero lo que no sabía… es que su hígado ya estaba peleando contra el alcohol. Y lo que para otros sería seguro, en él se convirtió en veneno.
Al llegar al hospital, las pruebas eran claras: **fallo hepático agudo por combinación de alcohol y paracetamol**.
El medicamento que creyó inocente, tomado en el peor momento, había desencadenado un daño irreversible en su hígado.
Ese día aprendió, de la forma más dura, que no todos los analgésicos son iguales.
📌 Aprende de esta historia:
• Después de beber, **evita paracetamol**: el riesgo de hepatotoxicidad aumenta mucho.
• Si necesitas algo para el dolor, **ibuprofeno** puede ser más seguro, pero siempre acompañado de comida y nunca en exceso.
• Ningún fármaco “cura” la resaca: hidratarse, dormir y dejar que el cuerpo se recupere es lo más efectivo.
Porque a veces lo que parece inofensivo puede ser lo más peligroso.
Y la salud del hígado no se negocia con una pastilla mal elegida.
Recordatorio médico: Esta historia está basada en un caso real y tiene fines educativos. Nunca tomes medicamentos sin supervisión, y menos aún después de consumir alcohol.