10/07/2025
Cuando la medicina se arrodilla… y la fe se levanta.
No está operando.
No está dictando una receta.
No está explicando un diagnóstico complicado.
Este médico está de rodillas.
Con su bata blanca, su estetoscopio al cuello… y una Biblia entre las manos.
En pleno hospital, antes de comenzar su jornada, ora.
No por él.
Sino por cada vida que pasará por sus manos.
Habla con voz serena, firme, esperanzadora.
No ofrece garantías, ni promesas vacías.
Pero sí algo que en medicina a veces se olvida: consuelo.
Mientras otros dicen “no hay nada más que hacer”,
él recuerda que la última palabra no siempre la tiene la ciencia.
Porque aunque la medicina salva vidas, también tiene límites.
Y en esos límites… empieza la fe.
🩺 Es un especialista con años de experiencia.
👨⚕️ Ha visto lo que los libros no enseñan:
Casos imposibles que se revirtieron.
Pacientes desahuciados que regresaron a casa.
Lágrimas que se convirtieron en sonrisas.
Y por eso lo dice con certeza:
Dios es quien sana.
Dios es quien decide.
Dios es quien sostiene.
—
Si estás pasando por un momento difícil,
si te dieron un diagnóstico duro,
si sientes que ya no hay salida…
No dejes de creer.
La medicina hace mucho,
pero hay batallas que se ganan con fe.
Con esperanza.
Con rodillas en el suelo…
y el corazón en alto.
Porque incluso en medio del dolor,
hay milagros que aún no han terminado de escribirse.