20/05/2025
Ser psicólogo va mucho más allá de aplicar técnicas o intervenir en crisis. Es asumir, con humildad y firmeza, la responsabilidad de entrar en el mundo del otro con respeto, ética y humanidad. Nuestra labor exige sensibilidad, pero también un profundo compromiso con el bienestar, la dignidad y los derechos de las personas que confían en nosotros.
En este Día del Psicólogo, más que celebrar, es necesario reflexionar:
¿Estamos siendo coherentes con los principios éticos que guían nuestra profesión?
¿Estamos ejerciendo desde la responsabilidad social, evitando prácticas que patologizan o etiquetan sin sentido?
¿Estamos cuidando también de nuestra propia salud mental para acompañar con integridad?
La psicología no es neutral. Tiene el poder de transformar vidas, pero también el riesgo de causar daño si se ejerce sin conciencia. Por eso, hoy más que nunca, debemos apostar por una psicología crítica, ética, comprometida y profundamente humana.
Porque ser psicólogo no es solo una profesión: es una forma de estar en el mundo.