07/12/2023
El implante de placenta: ¿células madre o factores de crecimiento?
El implante liofilizado de placenta apoya a la homeostasis del organismo, es decir, a mantener el equilibrio natural del cuerpo. Como resultado, el proceso de envejecimiento se hace más lento y se mejora la producción de colágeno y elastina.
A su vez, apoya a generar una sensación mayor energía en el paciente, mejorando signos y síntomas de las enfermedades crónico degenerativas. Las células de la placenta dilatan los vasos sanguíneos, producen una mejor irrigación a todo el organismo y facilitando así el trabajo tanto físico como intelectual.
Normalmente, se aplica de manera subdérmica cerca del ombligo, donde poco a poco comienza a liberar los activos que producen los efectos anteriormente mencionados. Este proceso de liberación continua tiene una duración de alrededor de 3 meses, durante los cuales el paciente implantado sentirá los beneficios del mismo.
Para comprender un poco más cómo funciona el implante liofilizado de placenta, es importante comprender de dónde proviene, qué es el proceso de liofilización y qué moléculas producen los beneficios terapeúticos.
El implante liofilizado de placenta se obtiene de una placenta donada, después del parto. Primero, se procede a hacer pruebas serológicas, para asegurar que la placenta se encuentre en condiciones para preparar el liofilizado y libre de virus y bacterias que pudieran transmitirse al paciente final. A continuación se procede a liofilizarla.
La liofilización, también llamada deshidrocongelación o criodesecación, es un proceso de deshidratación usado generalmente para conservar un producto. La liofilización funciona congelando el material reduciendo la presión con vacío para permitir que el agua congelada en el material se sublime, es decir, que pase de sólido a gas, sin pasar por el estado líquido.
Esto, como consecuencia, logra eliminar prácticamente la totalidad del agua libre contenida en el producto original, preservando la estructura molecular de la sustancia liofilizada. El producto final es un polvo, deshidratado.
A su vez, este proceso permite eliminar células y bacterias presentes en los componentes de la placenta, ya que éstas no pueden sobrevivir las bajas temperaturas y la deshidratación; haciendo imposible que existan células vivas en la preparación. Una vez producido y envasado el liofilizado, éste deberá ser esterilizado con rayos gamma, a fin de poder evitar cualquier tipo de contaminación cruzada.
La placenta contiene varias moléculas que apoyarán a la homeostasis del cuerpo y a la regeneración del mismo. La más importante de ellas son los factores de crecimiento, de los cuales hablaremos a continuación.
Es importante mencionar que el implante liofilizado de placenta no contiene células madre, pues como sabemos, éstas deben de estar vivas al momento de ser transfundidas al paciente, no permanecen vivas más de 72 horas fuera del laboratorio y no sobreviven el proceso de liofilización. En contraste, el implante de placenta contiene factores de crecimiento y otras moléculas importantes para generar la señalización necesaria para que nuestro cuerpo active los mecanismos de regeneración en diversos órganos.
Los factores de crecimiento son proteínas que pueden sobrevivir a la liofilización y desempeñan una función esencial en los procesos de reparación y regeneración de los tejidos, ya que desencadenan efectos biológicos como la proliferación y diferenciación celular, la generación de vasos sanguíneos y la migración de las células a los lugares donde es necesario que se produzca la regeneración, a través de un proceso conocido como quimiotaxis.
Se puede considerar que los factores de crecimiento son los mensajes que utiliza el cuerpo para comunicar a las células cuándo deben crecer, diferenciarse o trasladarse para reparar una lesión.
De tal forma, cualquier producto que asegure tener células madre, pero que tenga una vida útil de más de 3 días, o que no esté conservado en cadena de frío, como se hace con las células madre una vez salidas del laboratorio, no contiene células madre; sino, posiblemente proteínas derivadas de éstas, que no realizan la misma acción terapéutica en el cuerpo.
Podemos concluir entonces que el implante liofilizado de placenta no contiene células madre, pero que, gracias a sus factores de crecimiento, es un complemento ideal a la terapia celular pues ayudará a reactivar los mecanismos de regeneración del cuerpo.
El implante es recomendado para personas de ambos sexos, sin importar su edad o condición física y no tiene contraindicaciones con otros medicamentos.
Por último, es importante recordar que las células madre siempre deben de presentarse en una suspensión líquida, jamás deshidratadas o liofilizadas, por lo que cualquier tipo de implante liofilizado o crema de aplicación tópica que asegure contener células madre resulta ser solamente un fraude mercadológico.
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