26/02/2022
El aceite de argán:
Se puede emplear como aceite puro o formando parte de la composición de productos dermofarmacéuticos, como la crema, la emulsión, el sérum, el gel de baño, el champú o el exfoliante.
Es recomendable para hidratar el cabello, aportándole brillo y suavidad y para las uñas, gracias al principio activo lupeol presente en su composición. Asimismo, es ideal como hidratante corporal, favoreciendo la restauración del manto hidrolipídico de la piel y al no engrasarla.
No genera comedones, eflorescencia primaria del acné, por lo que es apto para pieles grasas con tendencia acnéica. No engrasa y penetra fácilmente en la piel.
Es cicatrizante, por lo que es recomendable para ayudar a la cicatrización de quemaduras y heridas, así como para la prevención y disminución de estrías.
El aceite de Argán es ideal para eliminar y prevenir los signos del envejecimiento cutáneo. Es decir, actúa como producto antiedad, disminuyendo y previniendo la aparición de arrugas y aportando luminosidad, flexibilidad y suavidad al rostro.
Es muy adecuado para calmar eritemas, es decir, irritaciones cutáneas.
Es antiséptico y antifúngico.