15/05/2024
Muy buena información compartida por el Dr Estrada Médico Pediatra, recuerden que todo es prevención, así podemos evitar enfermedades y complicaciones más severas, visitar regularmente a su dentista, por lo menos dos veces al año podría ayudarles a prevenir, tanto en niños como en adultos.
Hablemos de los dientes.
Este tema compete al Ratón de los Dientes y en segundo lugar, desde luego, a mis amigos los odontólogos pediatras.
Me informan que para los niños anglosajones el Hada de los Dientes es la máxima autoridad, lo que a mí me parece muy bien, porque cada quién su jurisdicción.
Busqué al Ratón de los Dientes, también conocido como el Ratón Pérez y no lo encontré ni en el “Face”, ni en Instagram ni en ninguna red social. Lo busqué en Linkedin, y tampoco.
Al parecer el roedor sólo se aparece por las noches para llevarse los dientes de leche de todos los niños, dejando a cambio una moneda; pero no da entrevistas.
Con el Hada de los Dientes no hablé, porque mi inglés es paupérrimo y me da vergüenza. Por eso es que, dado el éxito no obtenido, me dirigí a mis amigos, los odontólogos pediatras y ellos me dieron la siguiente información:
- Los dientes de leche son importantísimos. Nada de eso de no cuidarlos “porque al cabo se le van a caer”. No. De los dientes de leche depende la salud de los definitivos, y si nos vamos un poquito más allá: de todo el cuerpo.
- Las caries en los dientes de leche, deben atenderse de inmediato.
- Los dientes deben de cuidarse con esmero desde el primer momento en que se asoman. Hay que usar pasta dental para niños y un cepillo de cerdas suaves. La cantidad de dentífrico será aproximadamente del tamaño de medio granito de arroz.
Con eso se cepilla el dientito nuevo, las encías, la lengua y en general la boquita del bebé. Como los bebés no saben escupir, se tragan la pasta. Por eso se pone poquita y para eso está diseñada.
- La visita al odontólogo pediatra debe de ser desde el primer diente. Estos especialistas son geniales, detectan desde temprano cosas importantes, como la forma de la mandíbula, la oclusión y más.
- Para la comezón de los dientes, no uses geles. Son peligrosos porque tienen anestésicos que se pueden ir a la sangre causando enfermedades serias. Los países civilizados ya los prohibieron.
- La comezón se mitiga con presión, cuando el niño muerde, sobre todo algo frío. De modo que puedes darle paletitas de hielo de leche materna, una mordedera fría (no congelada) o rascarle con el dedo (te lavas bien las manos obviamente. Si traes de esas uñotas de acrílico, olvídalo).
Puedes antes meter el dedo en un vaso de agua con hielo.
- La lactancia materna NO PICA los dientes, al contrario: los protege de las caries.
- El recuerdo de las encías de tu bebito mordisqueando feliz tu dedo, te durará toda la vida y es entrañable. Esto último no me dijeron los odontólogos. Lo sé por experiencia.
¡Saludos!