21/12/2023
Carta de un narcisista a su víctima en turno.
Hola,
Te escribo esto porque sé que jamás te buscaré para decírtelo en persona. Sé que estás deprimida y enloqueciendo tratando de explicarte qué pasó y ¿sabes?? Eso me hace sentir muy bien.
La persona que estuvo bombardeándote con amor y atenciones hace unos meses, ya no está, nunca estuvo; fue una excelente representación (soy muy hábil para eso); pero no habría habido otra forma de engancharte si no hubiese sido así, nadie con tu personalidad se hubiera sentido atraída a quien soy en realidad. Necesitaba a alguien como tú, con tu empatía, con tu pasado doloroso, con tus miedos y esas necesidades tan escondidas que solo alguien como yo podía encontrar. Sé que todo lo que te prometí (y que por cierto, nunca me pediste) hizo volar tu imaginación al máximo; todos tus sueños realizados, la historia perfecta ¿quién podría resistirse a algo así?? Con mucha constancia, derribé todas tus barreras, tu miedo a enamorarte, tu escepticismo; logré despojarte de tu armadura; ¡Ufff!! Me costó tanto trabajo descubrir a ese tierno ser humano debajo de esa máscara de frialdad, pero siempre supe que existía (y estaba tan seguro de lograrlo, que por eso no desistí). Si bien en algunos momentos tú te dabas cuenta de que algo no encajaba bien, la felicidad que estabas sintiendo te permitió dejarte llevar. Nunca te lo diré de frente, pero te envidio, envidio TODO de tí, esa luz que desprendes, que muchos llaman carisma, esa popularidad, esa atención y amor que recibes de todos, pero sobre todo, la enorme capacidad de amar que tienes y que yo nunca poseeré; por eso, trataré de hacerte sentir tan mal acerca de tí al grado de que dudes de todo lo que al principio te decía que me encantaba y tanto te enorgullecía.
Disfruto ver cómo mi silencio te desespera, cómo notas la diferencia entre todo ese tiempo y atención que te brindé en un principio y mi indiferencia de ahora; es cruel, ¡lo sé! Pero yo disfruto tener ese poder sobre tí; Aunque sí, pensaste bien, siempre te culparé a TÍ; TÚ eres la desesperada, tú eres la demandante, tú eres la insegura, tú eres la tóxica; tú eres la sensible; jamás admitiré que mi comportamiento es inaceptable y de alguna forma patológico y me victimizaré todas las veces para que seas TÚ quien siempre termine sintiéndose mal cuando intentes poner límites a mi comportamiento.
No trates de explicártelo, así soy; así he sido durante mucho tiempo, y así seguiré, ¿por qué? Porque yo soy perfecto a mis ojos (o al menos, eso trato de fingir); nunca admitiré que soy un ser humano muy herido y por lo tanto, necesito ayuda: ¿ayuda yo?? ¡jajaja! Eso es para seres débiles e inferiores, y yo, definitivamente no lo soy.
Tu duelo durará mucho tiempo; sí, sé que es tan doloroso porque tú jamás te comportarías con los demás como yo lo hago; tan doloroso como cuando alguien muy querido muere, y quizás haces bien en llorarme como si fuese un mu**to, porque esa persona a la que le lloras, no existe (jamás existió), y NUNCA, por más que hagas, volverás a verla.
Tu duelo durará tanto tiempo como lo permitas; intentaré ponerte celosa, hacerte creer que ya te he reemplazado, que encontré al amor de mi vida y soy inmensamente feliz, pero ¿sabes?? Mi alma es como aquellas hermosas máscaras que se usan en los carnavales: brillante y bella en apariencia, pero fría y vacía. Te supliré con la persona con la que ya estoy hablando desde hace tiempo, sí, esa de la que claramente y con molestia alguna vez te dije que NADA QUE VER… hasta que nuevamente me aburra y me canse. Regresaré por tÍ, como si nada hubiese pasado, justo cuando empieces a superarme, a recuperar tu esencia, tu alegría y tu seguridad; regresaré a constatar mi poder sobre tÍ y luego, me iré de nuevo, así, súbitamente, sin remordimientos, el ciclo de repetirá mientras TÚ me dejes hacerlo.; se repetirá hasta que dejes de creer ilusamente en mis palabras y promesas.
Sí, sabes que no te mereces eso, que regularmente no se lo permitirías a nadie, pero ¿qué crees?? Yo sí puedo, lo haré cada vez que me lo permitas. Solo tu indiferencia podría ofenderme (no dolerme, porque para eso, tendría que amarte de verdad), pero siempre sabré cómo obtener lo mejor de tu esencia, que para mí, todo el tiempo será insuficiente, y claro, que me encargaré de hacértelo saber.
Huye mientras puedas.
Creditos a quien corresponda