23/11/2025
𝐍𝐞𝐮𝐫𝐨𝐧𝐚𝐬 𝐄𝐬𝐩𝐞𝐣𝐨: 𝐝𝐨𝐧𝐝𝐞 𝐥𝐚 𝐞𝐦𝐩𝐚𝐭í𝐚 𝐬𝐞 𝐯𝐮𝐞𝐥𝐯𝐞 𝐜𝐞𝐫𝐞𝐛𝐫𝐨 🧠✨
Por .psicologo
Hay células en nuestro cerebro capaces de un acto silencioso y profundo: reflejar la vida emocional del otro dentro de nosotros. No piden permiso, no preguntan nada. Simplemente responden.
Son las neuronas espejo, ese puente invisible que nos permite reconocer el gesto ajeno como si fuera propio, sentir un dolor que no nos pertenece o alegrarnos por una risa que no nació en nuestra boca.
Estas neuronas se activan cuando realizamos una acción… y también cuando la observamos. Como si el cerebro dijera:
"Lo que ocurre frente a ti también sucede dentro de ti."
𝗟𝗮 𝗺𝗲𝗰á𝗻𝗶𝗰𝗮 𝗽𝗿𝗼𝗳𝘂𝗻𝗱𝗮 𝗱𝗲 𝗹𝗮 𝗲𝗺𝗽𝗮𝘁í𝗮
Desde la neurociencia social sabemos que estas células sostienen procesos esenciales:
🔹 Empatía emocional: captan la vibración afectiva del otro y la recrean internamente. No imitamos por buena voluntad: nuestro cerebro está diseñado para comprender al otro desde adentro.
🔹 Aprendizaje por imitación: permiten reproducir gestos, habilidades y comportamientos al observarlos. Son un motor para el desarrollo infantil.
🔹 Lectura de intención: brindan acceso a lo que hay detrás de cada movimiento humano: propósito, deseo, necesidad.
🔹 Salud mental: alteraciones en este sistema aparecen vinculadas a autismo, esquizofrenia y dificultades en la resonancia emocional.
𝗣𝘀𝗶𝗰𝗼𝘁𝗿𝗮𝘂𝗺𝗮, 𝗰𝗼𝗻𝗲𝘅𝗶ó𝗻 𝘆 𝗰𝘂𝗶𝗱𝗮𝗱𝗼
Bessel van der Kolk ha descrito cómo los traumas “se inscriben” en el cuerpo y modulan estas redes de resonancia. Cuando el niño crece bajo amenaza o desconexión, las neuronas espejo se reorganizan para sobrevivir, no para vincular.
Boris Cyrulnik, desde la resiliencia, añade que estas neuronas pueden reentrenarse en entornos amorosos; que un rostro amable vuelve a abrir aquello que el miedo cerró.
Y Karyn Purvis, con su enfoque TBRI, nos recuerda algo fundamental: el niño aprende a sentir seguridad cuando ve seguridad en quien lo mira, porque su cerebro copia estados nerviosos antes que palabras.
No es magia. Es biología al servicio del vínculo.
𝗘𝗻 𝗽𝗮𝗹𝗮𝗯𝗿𝗮𝘀 𝗺á𝘀 𝘁𝗲𝗻𝗱𝗿𝗮𝘀…
Las neuronas espejo son la prueba de que somos criaturas hechas para sentirnos mutuamente, que la conexión no es un lujo sino un mecanismo de supervivencia.
Porque al final, todos estamos habitados por el eco del otro.
"El corazón late distinto cuando descubre que no está solo;
el cerebro también."