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En este espacio compartiré información que debes tomar en cuenta si tu relación es de largo alcance y ha perdido su rumbo, a fin de crear conciencia y transformen las dificultades en oportunidades.
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Me presento, soy Silvia Angélica Ortiz Terrazas, Abogada en formación como Terapeuta Familiar y de Pareja.
Nací en la ciudad de Chihuahua, Chih., México, un 23 de Agosto de 1967, en una familia católica, de clase socioeconómica media, soy la Segunda de cinco hijos, tres mujeres y dos hombres. Mi padre Abogado Postulante y mi madre Ama de casa. Viví una infancia muy feliz, al lado de mis padres Horacio y Silvia, de quienes aprendí ser la persona que ahora soy, infancia que disfruté enormemente al lado de mis cuatro hermanos, mis primeros y mejores amigos.
Por azares del destino y de Dios, me embaracé a los 17 años, mi padre me obligó casarme y en 1985 nació mi hermosa Mariana, quien ha sido mi maestra, mi luz y mi sol que iluminó mi camino desde entonces, divorcio que llegó de manera inminente dada nuestra inmadurez para manejar un matrimonio sin recursos emocionales para ello. Mi niña y yo vivimos con mis padres y mis hermanos durante mi adolescencia, moví y trastorné todo el sistema familiar, sin embargo, lo único que obtuve fue amor y comprensión de todos ellos, mi familia.
Yo siempre quise ser Psicóloga, pero nuevamente por azares del destino y consejos de mi padre, estudié y me gradué como Abogada en el año 1991, empecé a trabajar con mi padre en su despacho desde 1987, profesión que ejercí y practiqué a su lado hasta que el falleció en el año 2010, pérdida que aun lamento profundamente, pero se que esta en un mejor lugar.
Me volví a casar en el año 1998, con un hombre maravilloso, con el cual tuve la fortuna de formar una familia, junto con mi hija mayor Mariana y sus dos hermanas, Florencia y Valentina, relación que entre ellos, mi esposo y ella, es nula, son tres hijas maravillosas, sin embargo mi matrimonio, pese a tantas adversidades, aun prevalece y ha sobrevivido gracias a que en conciencia aseguro que definitivamente se construyó sobre la base de un amor real, un amor consciente y no químico, ahora y después de tantos tropiezos y aciertos, puedo afirmar que somos una Pareja Alquimista.
Durante mi trayectoria profesional y mi historia de vida, he aprendido muchísimas cosas, y he comprendido que “misión”, es aquello que debo enseñar de lo que ya he aprendido y sufrido en carne propia y ajena con mis clientes, y personas que me he topado en el camino, de ahí que hoy pretendo trascender compartiendo parte de mi largo viaje, experiencias que he revisado y verificado. No ha sido fácil, pero realmente he aprendido y sigo aprendiendo algo cada día, lo que me hace e impulsa a seguir entregando a quienes me rodean, todo lo que la vida y Dios me han hecho el inmenso favor de regalarme hasta hoy.
Cada ser humano que ha sido parte de mi vida, tanto profesional como personal, es mi inspiración, cada mirada, cada abrazo, cada lágrima, cada sonrisa. El sufrimiento y el dolor de mis semejantes, me han inspirado a ser la mejor versión de mi misma y a convertirme en un ser de consciencia, dispuesta a compartir el camino que he reconocido y comprobado como única forma para dejar el sufrimiento. Ahora no busco resultados individuales, ni parejas que me hagan feliz, ni dinero, ni posición, ni cosas, no culpo, o por lo menos, no trato de culpar a nada ni a nadie por mis resultados, disfruto y valoro lo que tengo, mi mayor felicidad es abrazar almas cada día de mi vida y caminar de la mano de cada ángel que se cruza a mi paso.
Lo que en esta página te voy a compartir, está basado en experiencia propia, con 19 años de matrimonio, pensar que todo estaba perdido en mi relación y verificar otras opciones, decidí de manera consciente, dejar de ser una científica, es decir pensar en buscar química y elegí sacar al Ser que llevo en mi, aplicar la alquimia, que es la verdadera esencia de la consciencia pura.
Me parece que cada persona, busca lo que le corresponde de acuerdo a su proceso evolutivo, a lo que tiene y conforme a las herramientas que posee, las que en lo personal he adquirido y constatado, unas obtenidas con amor y otras con dolor, pero son mías y de nadie mas, por lo que considero que cada uno de ustedes es libre de salir a vivir y verificar su vida de manera personal y obtener sus herramientas y recursos para ser un Alquimista del Amor, al igual que lo hice yo y hago lo que esta en mis manos para lograrlo.