01/10/2025
Cuando me quedo en el sufrimiento pongo a dormir mi propia vida.
Cuando no aceptamos a los padres o no nos ponemos en paz con ellos, nos mantenemos en el sufrimiento o buscamos inútilmente aquello que nos sigue faltando de ellos en otros.
A veces, buscamos aquello que pertenece a los padres en la pareja, en los hijos, en lo financiero, en la importancia personal, en la notoriedad, en la justicia, en el poder, y un largo etcétera. En realidad, es una historia que se va construyendo sola, no se planifica con una intención determinada, más allá de transmitir la importancia de aceptar a los padres de corazón y vivir una vida con sentido.
Es decir, el sufrimiento esta asociado al rechazo, al rechazo del origen, por ejemplo.
Todo sufrimiento se fundamenta en el rechazo a algo que la vida impuso o trajo o quiso. La vida es soberana, a pesar de nuestros deseos de que sea de una cierta manera.
¿Y cómo se llega a esa aceptación cuando las circunstancias han sido particularmente difíciles?
¿Con los padres?
O con la vida en general
Mediante un proceso emocional y sabiendo transitar por el dolor y por otros sentimientos difíciles. A la mayoría de la gente no nos queda otro remedio que bajar la cabeza en algunas ocasiones y entregarnos a vivir el dolor. No elegimos a los padres, por ejemplo; nos vienen dados por el juego cósmico de la sexualidad. Y los padres, nuestros padres, al igual que el resto del mundo, son como son y tienen su propia historia y su propia impronta, además de sus talentos y heridas, etc.
A veces, hay heridas complejas con los padres. Como el dolor es tan duro de sentir y de aceptar, lo rodeamos de otras emociones que pareciera que nos protegen del dolor, pero nos acaban envolviendo también en una especie de cárcel. En tal caso, hay personas que se enojan, personas que culpan o se culpan.
Difícilmente permiten o aceptan que el dolor se haga presente en sus vidas y que haya que hacerle espacio cuando los visita.
Si hubo cosas y escenas con los padres que dolieron, pues que duelan. Y cuando podemos estar en el dolor, el dolor es un pariente muy cercano del amor.
No es fácil, a veces hay heridas graves, incluso asuntos crueles. Se trata de convertirlos en aprendizajes a través del dolor, a través del sinsabor también; en lugar de convertirlos en defensa, en aprendizajes.
Pero cerrar el corazón es un no-vivir y hay demasiada gente que no vive. No vive porque no ama o no ama lo suficiente, al vivir parapetados en su seguridad.
En una constelación, en consulta individual o en grupo, vamos al punto, develamos la dinámica en la familia… creamos un espacio, para que pueda ver, integrar y transformar la mirada respecto de alguna situación que le puede estar generando angustia, dolor, ansiedad, celos, preocupación, adicciones, sobrepeso, depresión, apego neurótico, síntomas o enfermedad.
El cliente no solo vuelve a estar en paz con su familia, sino consigo mismo.
Teoría del apego de John Bolwlby
Terapia del psicotrauma y, el
Psicoanálisis
Los Ordenes del Amor
Los Movimientos del Alma