04/09/2025
El consumo de alcohol modifica el cerebro mucho más allá del momento en que se ingiere o se deja de ingerir.
Estudios revelan que el daño cerebral no se detiene al dejar de beber, sino que puede progresar durante semanas de abstinencia.
Afecta especialmente la materia blanca en áreas frontales y el hemisferio derecho, regiones clave para la comunicación interhemisférica y el control ejecutivo.
Este hallazgo, publicado por investigadores del Instituto de Neurociencias UMH-CSIC y la Universidad de Heidelberg, desafía la idea de que el cerebro comienza a recuperarse inmediatamente tras dejar el alcohol.
En adolescentes, el consumo intenso y frecuente provoca un adelgazamiento de la corteza cerebral, especialmente en la corteza cingulada anterior y la ínsula derecha, zonas involucradas en el control de impulsos y la percepción de las sensaciones negativas del alcohol.
Estos cambios pueden interrumpir la maduración cerebral en desarrollo y aumentar el riesgo de trastornos por uso de sustancias y enfermedades neurodegenerativas, como el Alzheimer.
Además, investigaciones longitudinales con magnetoencefalografía y resonancia magnética muestran que diferencias en la conectividad funcional y el grosor cortical en jóvenes que aún no consumen alcohol pueden predecir con alta precisión quiénes desarrollarán conductas de consumo años después, lo que abre la puerta a identificar biomarcadores tempranos de riesgo.
Por otro lado, un proyecto argentino utiliza imágenes cerebrales para analizar cómo el cerebro responde a estímulos relacionados con el alcohol, como sonidos de descorche o apertura de latas, buscando entender los impulsos que llevan al consumo excesivo y desarrollar estrategias preventivas y terapéuticas.
Finalmente, la neuroimagen también ha evidenciado alteraciones funcionales y metabólicas en alcohólicos crónicos, con disminución del control inhibitorio y cambios en regiones como el tálamo, ganglios basales y córtex órbito-frontal, relacionados con la dependencia y la dificultad para controlar el consumo.