14/07/2025
15 compromisos amorosos para cultivar con una misma y el mundo con mirada compasiva.
- Me daré permiso para alejarme, en la medida en que me sea posible, de personas, entornos o dinámicas que me dañan, sin exigirme cortar de raíz si aún no puedo o no me siento lista.
- Honraré mis sueños, necesidades y proyectos, buscando formas de no dejarlos siempre en segundo plano. Reconozco que priorizarme en ocasiones es un proceso que estoy aprendiendo.
- Buscaré pertenecer desde lo auténtico, sin tener que sacrificar las partes sanas y valiosas de quien soy.
- Me observaré con compasión en los hábitos que me hacen daño. No me juzgaré por ellos, sino que me acompañaré mientras desarrollo nuevas formas de cuidarme.
- Aprenderé a atender mi salud física, mental y emocional sin culpa ni rigidez, recordando que merezco sentirme segura y bien.
- Iré aprendiendo a reconocer y poner límites a lo que me hace daño, tanto si viene de otros como de mí misma, desde la ternura y no desde el reproche.
- Me acompañaré para construir un sentido de vida y bienestar propio, reconociendo que a veces necesitaré apoyo externo, y eso también es valioso.
- Desarrollaré poco a poco la capacidad de sostenerme emocionalmente, sin culparme si aún necesito a otros para regularme. No tengo que hacerlo sola.
- Buscaré comprender, sanar y transformar, sin quedarme atada al pasado ni al rencor culposo, pero dándome tiempo para procesar.
- Cuidaré mis heridas reconociendo que no necesito que alguien más las repare, aunque sí puedo permitirme recibir ayuda y cuidado en el camino.
- Cultivaré relaciones basadas en el respeto, la libertad y el crecimiento mutuo, sin caer en dinámicas de control, competencia ni tener que sostener egos ajenos para pertenecer, aunque sé que esto es un proceso y no siempre lineal.
- Me permitiré habitar lo que me nutre y me conecta conmigo, aunque eso implique poner límites o tomar decisiones difíciles.
- Priorizaré la conexión por encima de la necesidad de tener razón, buscando acuerdos que respeten mis necesidades y también las del otro/a.
- Me observaré si me quedo en zonas de aparente comodidad que en realidad me hacen daño, y me animaré a dar pequeños pasos hacia lo que me hace bien.
- Aprenderé a amar sin anularme ni responsabilizarme del bienestar ajeno constantemente. No tengo que cargar con otros para sentirme valiosa o amada.