05/11/2025
🧙🏼♀️Nos enseñaron a temer a las brujas, y no a quienes las quemaban vivas, principalmente porque la historia y las narrativas de miedo han sido escritas y controladas por las instituciones de poder que llevaron a cabo las persecuciones: la Iglesia y el Estado.
🧙🏼♀️En tiempos de crisis (plagas, malas cosechas, conflictos sociales), se necesita un chivo expiatorio para canalizar la frustración y la rabia popular. La figura de la "bruja"—a menudo mujeres marginadas, curanderas, o simplemente aquellas que desafiaban las normas—fue perfecta para esto. Se les atribuyó la capacidad de causar daño sobrenatural, haciendo que el miedo viniera de "afuera" y de lo "maligno" (el Diablo).
🧙🏼♀️En la actualidad, la sociedad, aún con ropajes modernos, mantiene un cuaderno de reglas patriarcales diseñado para la mujer, que podríamos resumir en una sola y contradictoria máxima: "Sé todo lo que puedas ser, pero no seas tanto como para dejar de ser nuestra."
🧙🏼♀️Las reglas sociales exigen:
✨La Madre Perfecta: Su éxito profesional debe ser siempre secundario a su inmolación doméstica. Si prioriza su carrera, es una "mala madre."
✨La Belleza Controlada: Debe ser atractiva, pero su sexualidad debe estar bajo control masculino. Si disfruta de su cuerpo libremente, es "fácil" o "promiscua."
✨La Docilidad: Debe ser emocionalmente disponible y conciliadora. Si establece límites, expresa enojo o tiene ambición, es "histérica," "difícil" o "demasiado."
🧙🏼♀️Cuando una mujer toma una decisión que quiebra este equilibrio impuesto (decide no tener hijos, prioriza su arte, deja un matrimonio infeliz, elige un cuerpo que no complace a la norma), se convierte en un agente del caos. Su "pecado" no es la maldad, sino la disrupción.
Y así,para la sociedad, somos las brujas, el chivo expiatorio.
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