02/02/2021
Esta es una pequeña redacción de algunas recomendaciones que se han estado manejando en cuanto nutrición y COVID-19 e invito a los demás colegas y profesionales de la salud a dejar su granito de arena con alguna recomendación, aporte, comentario, sugerencia corrección, etc para lograr un mejor tratamiento.
Covid-19 (SARS-Cov-2), vino a exponer nuestra salud metabólica y por consiguiente, la forma en como tratamos a nuestro organismo. La nutrición puede ser el eslabón perdido y ser un papel fundamental dentro de los cuidados paliativos, para salir delante de esta enfermedad. Aún falta adquirir mucho más experiencia sobre el tema, mientras tanto, debemos utilizar lo que tenemos a la mano y una de ellas es la nutrición. (Estudios han revelado que la prevalencia de malnutrición asociada a enfermedades es elevada. Varía entre 20-50% según el Review de Correira, Perman y Waitzberg, realizado en pacientes hospitalizados entre 1995 y 2014. En él se menciona todas las herramientas de valoración nutricional utilizadas y se concluye que la malnutrición aumenta la estancia hospitalaria y la predisposición a infecciones).
La alimentación debe cumplir con las leyes de la buena nutrición: “suficiente, completa, armónica y adecuada” además, existen ciertas pautas que también debemos tomar en cuenta y que de alguna manera nos han servido a nosotros como nutriólogos para dar un mejor apoyo nutricional y mejores recomendaciones al tratamiento del paciente con Covid-19. Por ejemplo:
Se deben consumir alimentos frescos.- frutas y verduras de temporada, y si la condición no te lo permite, las frutas y verduras congeladas son una buena opción, esto principalmente para adquirir las vitaminas, minerales y fibra que nuestro cuerpo necesita. Recordemos que esta enfermedad ataca al estado general del paciente y por consiguiente, es indispensable el aporte de estos micronutrientes. Consumir por lo menos 1 porción de fruta y verdura de distinto color en cada tiempo de comida principal.
Granos integrales, leguminosas, semillas y oleaginosas, que nos brindan gran cantidad de proteínas de alto valor biológico si los combinamos entre sí, además de su alto aporte de minerales que nos ayudan, de alguna manera, a mitigar el grado de estrés a la que estamos o estuvimos expuestos, como por ejemplo: el cinc, el calcio y el magnesio. Contienen fibras que nos ayudan a afinar nuestro aparato digestivo. Anteriormente le llamábamos flora intestinal, hoy en día ha tomado un papel fundamental en el proceso salud/enfermedad y que se está relacionando fuertemente con muchas enfermedades como la obesidad y la diabetes, y ahora se conoce como microbiota.
Las oleaginosas que son una maravilla para nuestros sistemas circulatorio y nervioso, nos aportan principalmente grasas polinsaturadas que contienen “omegas” y en este caso el que más debemos aportar es el omega 3 por los grandes beneficios para la salud y están presentes en el aceite de lino y las semillas de linaza y chía; otros alimentos como los pescados y mariscos de agua fría como el salmón, atún y las sardinas.
Incluir hierbas y especias en la preparación de alimentos.- estos condimentos se consideran sustancias pro activas que contribuyen a mejorar nuestro sistema inmunológico, razón por la cual, el famoso té de cebolla con jengibre, canela y diversas hierbas ha resultado de mucha utilidad, además de que le dan sabor y palatabilidad a nuestra comida.
Evitar o moderar el consumo de alimentos envasados o enlatados.- este tipo de alimentos, no porque sean malos, si no que debemos limitar y consumirlos con mucha cautela, ya que sabemos pueden resguardar algunas toxinas que pueden ser fatales para algunas personas que presenten cierto tipo de alergias y más si nuestro sistema inmune está debilitado.
En cuanto a los macronutrientes, tenemos:
A las proteínas.- la dieta sugerida en este tipo de pacientes, debe ser alta en proteínas debido al estrés metabólico que provoca el mortal virus, y las mejores son las que aportan la menor cantidad de grasas, como: el conejo, la ternera, el pescado, el pollo, la carne de res magra (que también hay que limitar por diversos factores) y porque no, el cerdo que también tiene partes con muy poca grasa como la pierna y el lomo. Por supuesto elegir mejor las grasa con las que vamos a cocinar.
Lípidos o grasas.- elegir mejor nuestros aceites para cocinar, por ejemplo, canola, oliva, lino, cártamo, soya y porque no el de maíz que soporta mejor las temperaturas, que al final de cuentas la porción que debemos utilizar debe ser muy poca; margarinas, mantequillas, mayonesa, crema que no contengan grasas trans o hidrogenadas, y evitar en lo posible, antojitos, empanizados, rebosados, capeados, comidas rápidas o chatarras, productos de pastelería o industrializados que son, los que más aportan grasas y la idea es consumirlas moderadamente. No olvidemos el aguacate que debe estar presente en cada comida, sin embargo, no porque sea un superalimento, quiere decir que nos podemos comer uno entero, recordemos que también es una grasa y con moderación se debe comer.
HCO o los famosos carbohidratos.- actualmente han dado muy buenos resultados las dietas bajas en carbohidratos y en este caso no será la excepción. No existe una dieta como tal, para el paciente infectado con Covid-19, sabemos que la mayoría de los microorganismos patógenos son muy afines a los azucares, independientemente de cual sea la fuente, siempre existe más proliferación en un ambiente cargado de glúcidos, por lo tanto, los expertos recomiendan dietas bajas en hidratos de carbono y por consiguiente hay que evitar los refrescos, bebidas energéticas (aun siendo asintomáticos), azucaradas, golosinas, alimentos industrializados, bollerías, panes de repostería, etc. Y por supuesto no me podía olvidar evitar el consumo de alcohol.
El agua.- mantenerse bien hidratados y cuidar la ingesta de líquidos es primordial, mantiene los órganos en buen funcionamiento y ayuda a desintoxicarnos más fácil (no hay necesidad de dietas détox, que en realidad son una farsa) y pronto recuperar el estado general del paciente. Se recomienda tomar de 6 a 8 vasos de agua al día, además de tés, infusiones, tisanas, caldos blancos, etc y de preferencia tibios para evitar irritar las mucosas.
El café por su parte, a pesar de sus grandes beneficios, sería mejor evitarlo, ya que, influye tanto en el sistema nervioso, como en la presión arterial, por su contenido en cafeína, y es de vital importancia el no consumir este tipo de irritantes para prevenir un sangrado en tubo digestivo, debido a la cantidad de medicamentos que se utilizan para estos pacientes; además de que es un diurético natural y lo que se busca mantener un equilibrio hídrico - electrolítico.
Se habla mucho de la suplementación, ya que se debe estimular nuestro sistema inmune, algunos compañeros sugieren por mencionar algunos, la vitamina D, vitamina C y el Zinc la dosis varían dependiendo del aporte en la dieta
En fin, estas son algunos de los puntos que se sugieren al momento de elegir una dieta en paciente COVID, claro que aún faltan más recomendaciones y por eso hago un llamado a los compañeros profesionales de la salud a sumar sus experiencias y recomendaciones para un mejor tratamiento.