23/06/2025
Nos han preguntado algunas compañeras y compañeros que no les queda clara la idea de un "enfoque crítico" en el trabajo con hombres. Para explicarnos de forma sencilla les invitamos a ver la imagen de abajo que publicamos allá por 2021.
Nos explicamos. Desde nuestra experiencia, hemos aprendido que para el feminismo que trabaja con mujeres que viven maltrato, y para las mujeres maltratadas los hombres que abusan de ellas lo hacen con base al reforzamiento de la idea de ser hombre: la virilidad, el machismo, la hombría... y todo ello refuerza la masculinidad, y por supuesto al patriarcado. Por tanto, un enfoque crítico es sencillo de concebir: no hay nada que pluralizar, resignificar y adjetivizar en la masculinidad, en lugar de ello hay que dejar esa identidad e idear algo nuevo. Salir del androcentrismo totalmente.
Para quienes viven de estos estudios, y venden las (nuevas) masculinidades obviamente esta es una visión que molesta, pues está vinculada a intereses. Pero ni modo. Para nosotros se trata de buscar y problematizar nuevas ideas y prácticas que nos permitan nombrar los cambios de los hombres desde cero. Esto es, les invitamos a preguntarse: si un hombre que cambia no se nombra como de "las nuevas masculinidades" ¿Cómo lo haría? ¿Qué palabras usaría? Nosotros proponemos que hay que poner el énfasis en el acompañamiento y en la pregunta, y así facilitar que ellos usen sus propias palabras. Eso les permitirá identificar las palabras para validar sus propios cambios.
Y les adelanto algo: Los hombres NO hablan de las nuevas masculinidades en absoluto cuando cambian, es un concepto que no está en su experiencia, ni es relevante. Solo lo hacen cuando el facilitador/a les dice "Ese cambio que dices, es una nueva masculinidad", y con ese "simple" acto impone una agenda ajena a los hombres, colonizan epistémicamente su experiencia creando con ello ceguera, pues a partir de ese momento todo cambio será nombrado como "masculinidades". Con eso imponen un pensamiento único en el trabajo con hombres, y construyen una nuevo club de Toby con un renovado pacto patriarcal.
Pero el problema no se queda ahí, eso afecta a las mujeres. Les comentamos, cuando el facilitador de las masculinidades coloniza la experiencia de los hombres imponiendo el concepto de "nuevas masculinidades" al grupo de hombres está impulsando una agenda neoliberal, no apegándose a lo que los hombres necesitan, sino a intereses de agencias internacionales. Con ello no sólo se evita que los varones usen sus propias palabras para significar su cambio, sino que hace que los hombres simulen el cambio en la intervención: se prioiriza el trabajo doméstico, la expresión amocional, la nueva paternidad, el uso de anticonceptivos, etc por sobre el tema de violencia hacia mujeres.
Y con ello los varones crean cambios superficiales pues no solo no nombran con sus palabras los cambios que realizan, sino que además no profundizan en la comprensión de la opresión patriarcal y la violencia masculina. Todo ello pone nuevamente en riesgo a las mujeres. Y si se pone en riesgo a las mujeres entonces las masculinidades crean nuevas formas de violencia que están por identificarse y nombrarse por ellas, como bien señala Susana Covas.
Desde el pensamiento crítico queremos evitar esa simulación y esa superficialidad, no queremos renovar el pacto patriarcal suavizado con "hombres buenos y sensibles". Por ello proponemos un diálogo complejo y multidisciplinario que nos permitan construir no una opción, sino múltiples posibilidades: múltiples y nuevas epistemologías. Eso es la epistemología de lo nuevo, multiples opciones contra la violencia hacia las mujeres.
¿Es difícil de imaginar? Sí, y esa dificultad para salir del concepto de masculinidad/es es parte de la matrix androcéntrica a la que aspiramos a romper. A martillazos, como diría Nietszche, sí, si es necesario. Por ahí va la idea compañeras y compañeros. 🥰