26/06/2025
Cuando la traición se disfraza de exigencia❤️🩹
Cuando la persona que amas te traiciona y luego te pide —casi como un derecho— que perdones rápido, que borres la herida como quien apaga la luz, queda una sensación extraña entre el pecho y la garganta. Como si el dolor que habita dentro tuyo debiera ser obediente, pequeño y sumiso, sólo porque a quien te lastimó le resulta incómodo tu sufrimiento.
Desde una mirada psicoanalítica , este tipo de demanda es una forma de evitar que el otro entre en contacto con su propia culpa.
Minimizar tu dolor es una manera inconsciente de negar su falta, de transformar el escenario y que la escena sea menos pesada para él, nunca para ti . Por eso, en vez de reconocer la herida que dejó, te empuja a que la cierres rápido, sin tiempo para comprenderla.
Pero las emociones no son máquinas que responden a un botón. Tu dolor es auténtico, tu tiempo es válido y tus sentimientos tienen derecho a ocupar el lugar que necesitan para ser comprendidos y sanados.
Perdonar nunca es una obligación inmediata; es una construcción que sucede cuando el corazón ha hecho su trabajo, cuando la traición ha sido elaborada, y cuando te sientes verdaderamente visto y cuidado.
No se trata de vivir para siempre en el enojo, pero tampoco de actuar como si no pasó nada.
Tu herida merece respeto, tus tiempos merecen espacio. Por eso es tan importante que no permitas que minimicen tu dolor, porque en él hay una historia que sólo tu sabés narrar y que sólo tu puedes transformar.🦋
(Créditos a María Dolores)
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