
11/07/2025
La ilusión de arreglarse solo.
El sujeto llega al análisis, entrega su maraña psíquica al analista… y se va convencido de que no lo necesita.
Empieza entonces su propia “autoterapia”: racionaliza, interpreta, se enreda. Cada intento por “ordenarse” lo aprisiona más.
Cuando vuelve, no trae su malestar… se ha convertido en él.
Porque en el psicoanálisis, el problema no se resuelve huyendo del otro, sino confrontando lo que uno hace con su propio síntoma.