13/04/2025
"Cuando dicen que los pibes no entienden lo que leen me gustaría poner un poco en debate esa tragedia educativa a partir de lo que pasa habitualmente cuando mandamos (nos mandan) información a un grupo de profesionales, con estudios superiores, universitarios, muchos (de ellos, de nosotros) con posgrado y cartulinas diversas.
Por ejemplo, una resolución, memo, circular, texto o instructivo. Al igual que nuestros estudiantes escatimamos la comprensión, pedimos explicaciones para evitar leer o aclaraciones (y cuestionamientos) de consigna antes de interpretarla. Los más chúcaros, nos plantamos en un "no entiendo" o afirmamos que creíamos que era X cuando se pide Y o cuestionamos la redacción por confusa. La cosa es mezquinar o resistir la comprensión.
Hay una rebeldía casi universal a cualquier texto instructivo que requiera cierta paciencia, rigor y compromiso lector.
Planteo esto porque sostengo que la comprensión lectora es un acto que requiere no sólo de habilidades lingüísticas sino de ciertas actitudes, que hacen a la intención de comprender, de abrirse a la alteridad.
Escatimar la comprensión es una estrategia para no desplegar la mente y, también, para no involucrarse. Un pensamiento superficial.
A menudo, como los pibes que criticamos, cualquier significado se pretende negociar, flexibilizar, acomodar, acercar, adecuar a mi percepción, mi vida o a lo que me gustaría que fuera.
Asimismo el cumplir por cumplir. Hacer el "como si" aprendo para zafar.
Lo he comprobado, dando cursos de posgrado, en algunos casos a colegas con cámara apagada o presencia volátil (que apenas puede se raja y te deja el cuadrado negro o la silla vacía). Lo he padecido como lectora de algunos de sus textos o trabajos evaluativos (de posgrado, insisto) confeccionados copiando y pegando algo de otro evento o proyecto. Ese implicarse a media maquina en el propio aprendizaje, se asemeja al de otros aprendices que se encallan en las mismas excusas, deserciones o dificultades.
Como he visto este sobrevolar la comprensión y el aprendizaje en nosotros mismos y nuestros estudiantes, también me he encontrado con quienes van mucho más allá de lo esperado y crean y recrean esas comprensiones con su rica vida interna y personal o profesional. Pibes que te entregan trabajos para poner en un cuadro, colegas que hacer un portafolio para publicar como un libro.
Creo que muchas veces no comprendemos o aprendemos sencillamente porque no nos interesa o no estamos disponibles para hacerlo. Podemos pero no queremos. O no queremos querer.
Como algunos de nuestros estudiantes.
Muchas veces vamos a cursos y cumplimos con lo justo por la cartulina, como nuestros pibes. O vamos con el vaso lleno, no cabe ni una gota, no nos interesa aprender, lo sabemos todo y mejor.
Comprender, insisto, implica cierta disciplina de renuncia al yo para ubicarse en un nosotros que es, precisamente, el lugar de la comprensión, el encuentro abierto y generoso entre quien escribe y quien lee.
Analizar honesta y críticamente nuestras propias resistencias y superficialidad al aprender y comprender nos daría pistas maravillosas para afrontarlas en una clase."
Mónica Coronado