05/12/2025
Porque la meditación no siempre te da cosas… a veces te las quita.
No te entrega un premio, ni una iluminación inmediata. Lo que hace es mucho más profundo: te libera. Te desprende, capa por capa, de todo aquello que no eres. De la ansiedad que cargabas sin cuestionarla. De la ira que te controlaba. De la tristeza que nunca supiste nombrar.
🕊️ Meditar es recordarte que no naciste para vivir con miedo.
Cuando cierras los ojos y entras en silencio, comienzas a ver con claridad esa voz interna que siempre estuvo contigo, pero que no podías escuchar por tanto ruido. Es como si el alma, paciente, te dijera: “Aquí estoy… por fin me estás escuchando”.
💫 Poco a poco, lo que pensabas que era parte de tu identidad empieza a disolverse.
La inseguridad que pensabas eterna. La comparación constante. El miedo al futuro. Ese peso invisible que llevabas en los hombros. Todo eso empieza a caer… no porque desaparezca mágicamente, sino porque ya no te identificas con ello. Te das cuenta de que no eres tu miedo, no eres tu ansiedad, no eres tus heridas.
🔥 La verdadera ganancia no es tener más… es cargar menos.
Menos peso emocional.
Menos ruido mental.
Menos miedo.
Menos prisa.
Menos dolor acumulado.
🌞 Cuando empiezas a practicar, incluso cinco minutos al día, algo dentro de ti se acomoda.
Respiras distinto.
Piensas distinto.
Reaccionas distinto.
Y lo mejor: empiezas a tratarte con la misma compasión con la que tratas a los demás.
🌱 Si hoy estás cansado, inquieto o buscando claridad… vuelve a ti.
Cierra los ojos.
Respira profundo.
Escúchate.
Ahí está tu guía.
Ahí está tu fuerza.
Ahí está tu alma, esperando que regreses.
💖 Porque la meditación no te hace ganar cosas… te hace perder todo aquello que te impedía ser tú mismo.
Y eso, aunque suene sencillo, te cambia la vida para siempre.